No cabe duda de que las negociaciones para formar un nuevo gobierno serán difíciles. Y, aunque el margen para asignar fondos públicos es extremadamente limitado, el país necesita aumentar el gasto en defensa e impulsar la inversión en infraestructuras. Estos desafíos se ven agravados por un sistema público de
pensiones que está bajo la presión de una población cada vez más envejecida. Si el nuevo gobierno no logra promulgar reformas, los déficits de financiación serán aún mayores.
La migración, la política social, los impuestos y el gasto en infraestructura y defensa probablemente serán los temas en torno a los cuales se dibujarán las principales líneas de una nueva coalición gobernante.
Teniendo esto en cuenta, el escenario más probable es que parte del conflicto sobre la asignación del gasto público se “resuelva” relajando el llamado freno de la deuda en Alemania, una enmienda constitucional que restringe los déficits estructurales anuales al 0,35% del PIB (Producto Interior Bruto). Pero esto tampoco será fácil, ya que la extrema izquierda y la extrema derecha tienen suficientes escaños en el Bundestag para impedir que se alcancen determinadas mayorías, lo que les otorga una capacidad de bloqueo en algunas decisiones. Aunque el Partido de Izquierda ha manifestado su disposición a apoyar las reformas, probablemente no aceptará ningún aumento del gasto en defensa.
Las reformas económicas también están sobre la mesa, aunque su alcance dependerá del resultado del tira y afloja entre los posibles partidos de la coalición. Alemania se enfrenta a grandes e importantes desafíos: un crecimiento moderado no es resultado de una actividad macroeconómica débil, sino de deficiencias estructurales, como lo demuestra los datos rezagados de la renta per cápita del país (véase nuestro gráfico de la semana). Alemania necesita “hacer que la economía vuelva a ser grande” o, dicho de otra forma, que vuelva a ser “MEGA”.
Mientras tanto, los mercados parecen haber dado el visto bueno anticipado a Europa en su conjunto, no solo al mercado de valores alemán, que también superó a sus vecinos europeos el día después de las elecciones. Ahora, la pregunta será si este impulso positivo puede mantenerse. Como siempre, los acontecimientos geopolíticos son la fuente de incertidumbre.
Probablemente, muchos factores son los que están detrás de la reciente rentabilidad relativa superior del mercado de valores de Alemania y, de hecho, del mercado europeo en general. En nuestra opinión hay cuatro que podrían proporcionar un importante impulso al mercado de valores alemán y, por extensión, al europeo: en primer lugar, sus valoraciones más bajas en comparación con el mercado estadounidense parecen atractivas; en segundo lugar, el marcado dominio de las acciones de EE.UU. en los índices de referencia mundiales, que se concentra aún más en un puñado de empresas; en tercer lugar, las perspectivas de nuevos recortes de tipos, que probablemente serán más agresivos que en EE. UU.; y, en cuarto lugar, las esperanzas de una recuperación en la mayor economía del viejo continente.
Por lo tanto, “MEGA” también podría traducirse como “Make Europe Great Again”, es decir “Haced que Europa vuelva a ser grande” (o al menos más grande) en la cartera, ya que es donde los inversores internacionales la han descuidado durante mucho tiempo.
Claves de la próxima semana
La semana que viene se prestará especial atención a los siguientes datos: el lunes se publicará una serie de índices de gestores de compras de China, la zona euro y EE. UU.
Las miradas estarán puestas en el índice de gestores de compras (PMI) del ISM del sector manufacturero estadounidense, que ha experimentado un notable
repunte desde octubre de 2024. Esto también debería llevar a la Reserva Federal (Fed) a adoptar una política monetaria menos acomodaticia. Otro indicador a tener en cuenta será el grado de mejora del PMI manufacturero de Alemania en previsión de un nuevo gobierno. Además, el índice ifo de clima empresarial más reciente para Alemania repuntó ligeramente, con las empresas más escépticas sobre su situación actual, mientras que las expectativas mejoraron. El PMI de servicios de S&P Global para Reino Unido se publicará el miércoles, mientras que las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo y la tasa de desempleo en EE. UU. se darán a conocer el jueves y el viernes, respectivamente.
Mientras que el enfoque principal en Europa debería estar en las consecuencias de las elecciones en Alemania, es poco probable que los indicadores económicos tengan un impacto significativo en el sentimiento del mercado.
Sin embargo, desde una perspectiva técnica, la historia no es tan sencilla. Los índices de fuerza relativa apuntan a una situación de sobrecompra para el STOXX 50 y el DAX que, dados los acontecimientos de los últimos días, no resulta especialmente sorprendente.