Empezamos mes de mayo, ¿cuál es vuestra visión del mercado hasta ahora?

El mercado se sigue moviendo en unos niveles de volatilidad relativamente altos, puesto que toda la política comercial de Estados Unidos está metiendo mucha incertidumbre. En consecuencia, ahora mismo, el gran problema que hay es que con todas las medidas que se quieren adoptar o se han anunciado, el comercio internacional se tiene que reformular porque con esos aranceles pues todo se renueva. Pero sin embargo, por otro lado, y es lo bueno que está ocurriendo en las últimas semanas, es que parece que hay una cierta voluntad de negociación y en definitiva, lo que se estableció en el “día de la liberación” fue un programa de máximos que se irá reduciendo. Y luego también es muy importante que haya negociaciones entre Estados Unidos y China para que se restablezca el comercio porque con los aranceles que se han impuesto es prácticamente cerrar fronteras. 

En consecuencia bueno, pues mercados volátiles puesto que no se pueden hacer los números de lo que está ocurriendo, pero tendiendo hacia la normalidad. Quizá señalar que las valoraciones de las bolsas con las caídas se han reducido, que a principio de año eran muy estrictas y que, bueno, el funcionamiento de los bonos está siendo bastante difícil de gestionar. Llama mucho la atención que tanto el dólar como el bono americano no hayan servido de refugios en los momentos de alta incertidumbre, con lo cual, se han comportado más como un país emergente; y sin embargo, Europa que en principio de año se pensaba que iba a ir peor, pues con todo lo que ha ocurrido con el aumento del rearme y el aumento del gasto por parte de Alemania sí que se ha configurado como una zona más de refugio, el bono alemán y en general los bonos europeos pues han servido de refugios a diferencia de lo que ha ocurrido. 

En consecuencia, nosotros pensamos que vamos a seguir con mercados con movimientos más fuertes de lo normal, pero que en definitiva cuando se pueden hacer los números del final de esta guerra comercial arancelaria se estabilizará y tendremos unos retos más razonables.

La Fed tiene una papeleta bastante importante esta semana, ¿qué sería lo mejor que podría hacer con Trump y los mercados mirándola?

Efectivamente la Fed ahora mismo tiene muchísimas presiones por parte de Trump, porque Estados Unidos tiene un gran problema de deuda pública y de refinanciación de deuda pública entonces le interesa tener los tipos de interés bajos. En ese juego entra de una manera muy importante la Fed, que ahora mismo tiene los tipos que son restrictivos, unos tipos entre el 4,25% y 4,50%. Entonces tiene mucha presión, pero sin embargo, la economía de Estados Unidos no está dando muestras de desaceleración. Tuvimos un dato de empleo el viernes pasado en el cual se mantenía la tasa de paro en el 4,2%,  se crearon más empleos de lo que se esperaba, los salarios crecieron a nivel del 3,9%. Entonces eso, por un lado, da a la Fed pie a que no haya bajada de tipos, pero por otro lado, los datos de inflación, tanto la general como el PCE subyacente, tienen una trayectoria bajista, que eso les permitiría bajar. 

Está en una tesitura en la cual, quizá, el problema más importante que tiene es el de cuál va a ser efecto final de los aranceles, puesto que si los aranceles se imponen de una manera tan dura como se han planteado, lo que provocará será una tensión, por lo menos a corto plazo, inflacionista. 

Nosotros creemos que va a mantener los tipos de interés en esta reunión, pero que dejará abierta posibles bajadas en las próximas reuniones. Esto será importante, puesto que si da un mensaje de cierta esperanza de reducción de tipos, en los mercados lo recibirán con subidas de subidas de precios.

El comienzo de mayo para el petróleo no ha sido bueno con esas caídas tras el acuerdo de la OPEP+ para aumentar la producción en junio, ¿qué puede suponer esto?

En general, lo que nos encontramos es que el petróleo, primero ha descontado que va a haber una menor actividad económica y por otro lado, ese aumento de producción de 411 mil barriles al día que ha anunciado la OPEP+ que lo ha llevado a unos niveles de mínimos.

En definitiva, va a depender bastante de cómo se desarrolle la actividad económica y cómo sea el mercado capaz de asimilar esta subida que se produce porque hay ciertos miembros de la OPEP+ que han estado incumpliendo sus cuotas. El efecto final es positivo para la economía en general, puesto que moverse en un entorno con un petróleo más barato hace que se abaraten los costes de la compañía y en general es deflacionista para la economía. Es decir, que dará pie a que los bancos centrales estén más propensos a bajar tipos de interés.

También se está hablando de que se puede estar utilizando esta bajada de los del precio del petróleo como arma para presionar a Rusia, que depende mucho de los ingresos del petróleo, para que termine con la guerra de Ucrania. 

Esta siendo un año movido para las inversiones, vosotros ¿habéis hecho mucha rotación en las carteras?

La verdad es que hicimos, en los momentos álgidos de volatilidad, una subida en renta variable. Tenemos nosotros una visión, ahora mismo, más o menos neutral de la renta variable, pero sí que, sin salirnos de esa neutralidad, nos fuimos a rango alto más hacia la sobreponderación. Entonces, en los días posteriores al “Liberation day” nuestra actitud fue subir renta variable y subimos mediante compra de bolsa de Estados Unidos. O sea, la bolsa europea ha servido más de protección y la bolsa de Estados Unidos ha sido la que más ha sufrido y nuestra idea es que puede ser la que tenga una mayor recuperación. En consecuencia, este es el movimiento más importante que hemos realizado.

También estamos atentos en renta fija, pero tenemos un conjunto de estrategia que nos han servido bastante bien de cobertura de la volatilidad. Y luego tenemos también una parte de las carteras invertida en oro que también está dando estabilidad al retorno completo de las carteras.

¿Cuáles son vuestras perspectivas?

Nuestra idea es que probablemente va a ser lento, que vamos a vivir en mercados volátiles todavía; o sea, que no vamos a tener, digamos, un comportamiento lineal, sino que va a haber bastantes altibajos. Pero que al final, cuando ya se pueda determinar el impacto final que va a tener sobre las compañías y sobre las economías todo este cambio que se está produciendo en el comercio internacional, pues muy probablemente tengamos alzas. No van a ser alzas importantes, se está produciendo una revisión a la baja de los beneficios estimados de las compañías, lo cual es el natural; pero, sin embargo, con todas las caídas que ha habido, la verdad, es que ya no tienen unas valoraciones tan tremendamente forzadas como las que entramos en el año.

En consecuencia, sí tenemos una visión optimista, pero dentro de ese optimismo creemos que hay que ser prudente. Tenemos ahí una renta variable donde seguimos centrados en Estados Unidos, en ideas sectoriales como la salud, la tecnología o el inmobiliario. Luego tenemos también Europa, pero no muy sobreponderada con un sesgo de valor. Y también seguimos con cierto sesgo emergente en las carteras, básicamente, con una sobreponderación en India.

Creemos que está siendo un año difícil, pero que al final la administración de Estados Unidos no va a querer generar una recesión en su país, sino que estamos ahora mismo en un proceso de transición y en la medida en que ya se tranquilizan las cosas volveremos a tener unos retornos razonables de los activos.