¿Qué balance hacéis del mercado en lo que llevamos de año?

Consideramos que ha sido un excelente año, a pesar de todos los acontecimientos, los riesgos geopolíticos, etcétera, tanto en renta variable como en renta fija. Nos acordaremos al cierre del 2023 que la perspectiva era que pudiéramos entrar en recesión a nivel internacional y, en cambio, en el primer semestre de este año los positivos datos macroeconómicos sorprendieron al consenso de mercado, lo que permitió que la renta variable, especialmente, tuvieron comportamiento muy interesante, muy alcista y, en cambio, la renta fija, sobre todo los tipos de interés, tuvieran un alza que no estaba esperada a finales del año anterior. 

Es verdad que la renta fija también ha tenido un buen comportamiento, excelente comportamiento, porque los diferenciales de crédito, es decir, el riesgo empresarial, ha seguido disminuyendo, por lo cual ha compensado, sobre todo en el primer semestre, esa subida de tipos de interés por esa bajada de los diferenciales de crédito. A partir de ese momento, a partir de mitad de año, sobre todo el verano, lo que hemos conocido es una cierta realentización del crecimiento, especialmente en Europa, en la zona euro, algunos países como Alemania, y en especial la manufactura concretamente, que podían haber provocado una cierta realentización de la evolución de los mercados financieros, de la bolsa en concreto, pero la claridad y la decisión que han tenido los bancos centrales, en este caso ya en Jackson Hall, a finales de agosto, donde nos anticiparon que, efectivamente, pondrían medidas para dar soporte al crecimiento económico, dado que la inflación estaba bajando a los niveles que se esperaban teniendo en cuenta que en 2025 podríamos estar ya por debajo de ese 2% objetivo de los distintos bancos centrales internacionales, de las principales economías. 

En base a esos dos factores y a la bajada del Banco Centro Europeo de 25 puntos básicos, una primera vez y una segunda recientemente, y de 50 puntos básicos también por parte de la Reserva Federal, ha dado soporte, ha dado esa red de seguridad que ha permitido que los mercados, sigan con esta buena evolución, probablemente hasta las elecciones americanas. Y ha compensado, por otra parte, tanto el hecho del riesgo geopolítico que hemos ido viendo a lo largo de estos meses y que ha ido incrementando y con los riesgos de que, efectivamente, en algún momento pueda escalar, y por otra parte también ha compensado esa ralentización del crecimiento económico, especialmente en la zona euro, en este segundo semestre.

¿Qué opináis de las caídas del petróleo?

En el primer semestre hubo cierta tensión, lógicamente, por el mayor crecimiento económico al que esperaba el consenso del mercado. Eso hubiera implicado mayor demanda de crudo, pero en el segundo semestre se ha producido justo al revés, es decir, la elevada oferta que existe en el mercado, tanto por Estados Unidos, por ejemplo, que es el mayor productor este año y superando incluso a Arabia Saudí, tanto de gas como de petróleo, es decir, energéticamente a nivel internacional, como el hecho de la cierta ralentización que estamos viendo especialmente en Europa y también en China. 

En China han tenido que tomar medidas agresivas y de impulso monetario precisamente para intentar apoyar que el crecimiento económico final de año pudiera llegar a ese objetivo del 5% que los propios dirigentes estaban indicando de cara a 2024 y que, de hecho, probablemente se quedara abajo porque las medidas se han tomado recientemente en este mes de octubre y, por tanto, vamos a ver la inercia de la economía y cómo puede coger ese mayor crecimiento. 

Pero la debilidad de alguna forma, de la demanda china, la debilidad de Europa en este segundo semestre y algunos datos que nos hacen pensar que podríamos estar en esa cierta ralentización económica en el corto plazo dentro de soft landing han hecho que el petróleo tenga estos retrocesos. Incluso, la semana pasada, conocimos concretamente en la reunión de la OPEP que Arabia Saudí también quiere volver a conseguir su cuota normal de mercado que se había reducido ligeramente por exportar menos y producir menos y, por tanto, que también pueda aumentar ligeramente la oferta, con lo cual pues eso ha compensado los precios del petróleo en el corto plazo.

Reunión del BCE, ¿qué sacamos de esto? ¿Conseguirán los bancos centrales su objetivo de inflación?

Aquí el banco central, especialmente el Banco Central Europeo, tiene que gestionar una situación macroeconómica de cierta debilidad, sobre todo en la principal economía europea, que es la alemana. Hemos visto los indicadores de expectativas de los gestores de compras, de los empresarios a través de los PMIs, por ejemplo, que están claramente por debajo de 50 en cuanto a la manufactura. Por debajo de 50 recordemos que significaría una cierta recesión e, incluso a nivel europeo, también estamos viendo que el apartado de sector servicios también se está ralentizando, incluso algo por debajo de 50. 

Con lo cual, con esa ralentización que estamos viendo en las principales economías europeas, especialmente Alemania, pero también Francia se está empezando a ver repercutida y compensado por los países del sur, que gracias a un turismo excelente ha permitido aguantar la expectativa positiva del sector servicio, pero, dada esa ralentización de esas dos locomotoras europeas, tenía sentido en ese contexto, sobre todo, de menor crecimiento de los precios, es decir, de una inflación más controlada, incluso por debajo del 2% en algunas partidas que ya estamos viendo en este momento y como es el objetivo del Banco Centro Europeo, sí que consideramos que, de cara a 2025, siempre que no haya un shock de oferta, lógicamente, que pudiera incrementar el precio de la energía, pero si eso no sucediera, la cierta debilidad de la economía o la ralentización de las economías europeas en estos próximos meses, junto con una inflación bastante controlada y que parece que incluso el sector servicios en España o en Inglaterra, por ejemplo, se está controlando la inflación correspondiente, podríamos llegar a una situación en la cual, como mínimo, el Banco Centro Europeo tiene margen para seguir bajando los tipos de interés cuando lo considere oportuno. 

Ya nos dijo Lagarde en esta última reunión que efectivamente irá dato a dato y, por tanto, estará pendiente de lo que vaya aconteciendo en cuanto a crecimiento y en cuanto a tensión en los precios. Pero si todo evoluciona tal como parece que apunta el escenario macroeconómico y de precios, probablemente tendríamos otra baja de tipos en el mes de diciembre.

¿Dónde veis oportunidades con el panorama actual? ¿Cómo estáis gestionando las carteras de vuestros inversores?

Hasta este momento, lo que hemos hecho a lo largo de todo el año, precisamente siguiendo esa mejora de los datos macroeconómicos a las expectativas que tenía o al consenso del mercado, hemos ido incrementando exposición a renta variable desde el principio de año. Eso ha permitido que todas las carteras en todos los perfiles de riesgo superen ampliamente a los benchmarks de referencia, con lo cual estamos muy cómodos. 

En las caídas de agosto y de septiembre, también se hicieron incrementos de renta variable, con lo cual hemos podido tomar buena parte de estas alzas y estamos cómodos en esa posición. Es verdad que en este momento ¿dónde vemos oportunidades? Por una parte en la tecnología, a pesar de que las valoraciones ya están a unos niveles que consideramos elevados, como no puede ser de otra manera, creemos que el soporte de los bancos centrales permitirá tener una renda de seguridad y a largo plazo, estructuralmente, por supuesto, que vemos que es de donde extraeremos y extraerá la economía de Estados Unidos la mayor productividad, eso por una parte. 

Las small y mid caps también es un apartado que estamos aprovechando en caídas para incrementar, porque creemos que si estamos en un escenario de soft landing, principalmente en la economía de Estados Unidos, y de bajada de tipos son empresas que están ciertamente apalancadas y por tanto les puedo beneficiar claramente y, si la economía no cae en una situación económica compleja y simplemente se ralentiza ligeramente y luego puede empezar a salir, el contexto puede ser bastante positivo. 

Y por último, también vemos oportunidades en aquellos sectores que son más sensibles a bajadas de tipos de interés. Podría ser el sector de infraestructuras, podría ser el sector real estate, etcétera, siendo muy cautos en qué nichos y en qué geografías lo compramos, pero puede tener sentido porque al estar ciertamente apalancados una bajada de los tipos de interés también les beneficiará claramente. 

Con lo cual estamos en esa posición de renta variable, es cierto que creemos que pronto y seguramente en las elecciones podremos ver cierta volatilidad, con lo cual estamos muy atentos y tácticamente estamos muy pendientes de lo que pueda suceder en las próximas semanas para ver si tenemos que reducir exposición a riesgo o no, pero creemos que volatilidad sí que tiene que venir. El recorrido este año ha sido excelente y lo hemos aprovechado muy bien, por tanto ahora es estar muy atentos a los riesgos geopolíticos por una parte y a las elecciones de Estados Unidos por la otra, el 5 de noviembre, y teniendo en cuenta también que los bancos centrales están siendo absolutamente razonables, están dando soporte y nos dan esa red de seguridad otra vez, que permite, como mínimo, tener esa cierta tranquilidad.

Perspectivas para final de año

Nuestra perspectiva sigue siendo positiva. Creemos que los riesgos geopolíticos se están tratando de una forma diplomática y se están ralentizando. Es verdad que puede venir algo de volatilidad a estas alturas y que hay ciertos sectores que están algo sobrevalorados, pero tenemos que gestionar y tenemos que convivir con la volatilidad. Al final la inversión es tomar incertidumbre y tomar riesgos y, por tanto, es lo que hemos estado haciendo. Las rentabilidades están siendo excelentes y consideramos que seguiremos con esta posición, pero estando muy atentos a la posible volatilidad que puede venir en el inmediato futuro por estos dos factores: riesgos geopolíticos y por potenciales volatilidades después de las elecciones de Estados Unidos. 

Las dos se están gestionando de forma muy adecuada, una de forma diplomática y la otra por parte de los bancos centrales también, dando soporte y aportando liquidez si es necesario y por tanto seguimos con esa estrategia hasta el final de año.