Para Suprina Menon, responsable de estrategia multiactivo EMEA en Wellington Management, la inversión temática ofrece un universo de inversión muy amplio y con temáticos distintas que canaliza el cambio en las carteras. La especialista comenta unas cuantas preguntas:
¿Qué tienen en común los vehículos eléctricos, los proveedores de préstamos estudiantiles y las empresas de ciberseguridad?
A primera vista, no mucho. Sin embargo, cada una de ellas podría considerarse una inversión temática: empresas que pueden beneficiarse de las fuerzas estructurales a largo plazo que configuran el mundo, como el cambio climático, el crecimiento demográfico o la digitalización.
Invertir en estas poderosas tendencias podría ser una perspectiva atractiva para los inversores que buscan construir patrimonio a largo plazo, especialmente en el actual contexto macroeconómico de mayor volatilidad, inflación más elevada y ciclos económicos más frecuentes.
¿Por qué incluir inversiones temáticas en una cartera?
En el nuevo y cambiante régimen macroeconómico actual, es probable que los inversores se enfrenten a ciclos más cortos y pronunciados, así como a un mayor riesgo idiosincrásico. Sin embargo, las tendencias disruptivas con vientos de cola estructurales pueden ayudar a los inversores a convertir el cambio en una ventaja. Creemos que las características del entorno actual constituyen un argumento convincente para adoptar un enfoque temático, dependiendo de:
- Para un mundo más cíclico: la capacidad del inversor para anticiparse al ciclo ha sido históricamente un factor importante del éxito inversor. En una era de ciclos más frecuentes y menos predecibles, la sincronización con el mercado puede resultar más difícil. Las inversiones temáticas, impulsadas por cambios estructurales más que por un fuerte crecimiento económico, podrían ofrecer una forma de reducir la importancia del ciclo. Así lo corrobora nuestro estudio, que compara la ciclicidad de los sectores de renta variable mundial y los temas de renta variable mundial (Figura 1). Las asignaciones temáticas también podrían ayudar a aumentar la diversificación, dado el grado de exposición cíclica que suele haber en una cartera.
- Para un mundo con mayor inflación: las asignaciones temáticas también pueden ayudar con otros objetivos de construcción de carteras, como la mitigación de la inflación, un objetivo que probablemente sea de creciente interés para los inversores en un contexto de inflación estructuralmente más alta. Por ejemplo, es probable que el cambio climático sea un motor estructural clave de la inflación; una asignación a inversiones temáticas relacionadas con el cambio climático puede ayudar a mitigar su impacto en una cartera, al tiempo que contribuye a cumplir los objetivos de sostenibilidad.
- Para un mundo cambiante: los índices de referencia tradicionales de capitalización bursátil de renta variable son, por definición, retrospectivos, y el peso de cada empresa en el índice viene determinado por sus resultados históricos. La inherente naturaleza prospectiva de las inversiones temáticas permite una mayor exposición al cambio estructural y al crecimiento futuro. Esto puede ser especialmente importante en los mercados emergentes, donde los índices de referencia no suelen reflejar el rápido crecimiento económico. Un enfoque temático puede llevar a los inversores a la beta del mañana, en lugar de a los ganadores de ayer.
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Para un mundo menos predecible: las inversiones temáticas pueden permitir a los gestores explotar perspectivas que otros inversores tienden a ignorar o en las que no pueden centrarse debido, por ejemplo, a clasificaciones prescriptivas de sectores y estilos. Una mayor proporción del riesgo asumido por los gestores temáticos en comparación con los no temáticos se debe a factores idiosincrásicos más que a sectores y estilos. Esto puede ayudar a los gestores temáticos a evitar puntos ciegos de inversión.
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Por un mundo mejor: los inversores temáticos piensan en el mundo de forma diferente, optando por mirar más allá de las métricas tradicionales de progreso económico, como el crecimiento del PIB, y adoptar en su lugar una visión más holística, centrándose en cómo progresan las economías hacia un futuro más inclusivo e innovador. Esta visión reorienta las inversiones, alejándolas de los sectores que suelen beneficiarse de los primeros avances económicos, como la energía y los bancos, y orientándolas hacia los facilitadores del desarrollo económico estructural, como las energías renovables y las microfinancieras. Hemos identificado 15 temas globales que creemos que están alineados con esta oportunidad de inversión.
Dado lo anterior, hay tres oportunidades temáticas a valorar:
Examinar el universo de inversión desde un punto de vista temático puede generar algunas oportunidades de inversión interesantes. A continuación, destacamos tres temas que, en nuestra opinión, ofrecen puntos de entrada potencialmente atractivos para las carteras a largo plazo:
1) El sector del transporte está experimentando un vuelco debido a dos grandes tendencias: el auge de los vehículos eléctricos (VE) y el crecimiento de la tecnología automovilística. Prevemos que esta tendencia se mantenga durante algún tiempo, probablemente impulsada por la necesidad de descarbonizar los sistemas de transporte y el coste total de propiedad favorable de los VE frente a los vehículos con motor de combustión.
Principales beneficiarios potenciales: fabricantes de vehículos eléctricos, empresas de toda la cadena de suministro de baterías, proveedores de semiconductores y hardware para conectividad y tecnología de conducción autónoma.
2) Creemos que la educación vivirá una década de gasto y crecimiento sin parangón desde el boom posterior a la Segunda Guerra Mundial. El crecimiento demográfico impulsará la demanda de educación, sobre todo en los países en desarrollo, donde el acceso a la enseñanza superior ha sido históricamente bajo en comparación con el mundo desarrollado. Mientras tanto, la forma en que trabajamos está cambiando. Los avances tecnológicos obligan a los trabajadores a actualizar sus conocimientos. La automatización hará innecesarias algunas funciones laborales, y los empleados afectados tendrán que reciclarse por completo. La propia industria de la educación está experimentando un rápido cambio, con el auge del aprendizaje en línea, que amplía el acceso a la educación y crea oportunidades para las empresas disruptivas.
Principales beneficiarios potenciales: proveedores de educación terciaria, como universidades, así como empresas que apoyan a los estudiantes, como compañías de préstamos estudiantiles y proveedores de alojamiento; empresas que satisfacen las necesidades de reciclaje o mejora de las cualificaciones de la mano de obra.
3) Una nueva era en la inteligencia empresarial -con la inteligencia artificial (IA) respaldada por la nube- está llamada a transformar la forma de operar de las empresas. La migración a gran escala a la nube está sentando las bases para que las empresas exploten la IA y el aprendizaje automático, ya que el acceso a grandes conjuntos de datos ayuda al desarrollo de sofisticados programas de IA. El aumento de los salarios y la escasez de trabajadores cualificados acelerarán la adopción de la IA, ya que las empresas tratan de reducir los costes laborales y aumentar la productividad. Sin embargo, el aumento de la digitalización hará que las empresas tengan que invertir mucho en ciberseguridad para evitar riesgos financieros y de reputación.
Principales beneficiarios potenciales: una variedad de empresas dentro del sector del software, incluidos los proveedores de soluciones de software basadas en la nube y la IA, las empresas que están permitiendo avances en la IA y los proveedores de software de ciberseguridad.
¿Qué deben saber los inversores?
Un enfoque temático puede ofrecer la posibilidad de obtener rendimientos superiores a la media que no pueden explicarse fácilmente por los factores tradicionales de país, sector o estilo. Sin embargo, como ocurre con cualquier tema de inversión, la aplicación de este enfoque requiere una profunda investigación y experiencia, no sólo para identificar las tendencias a largo plazo adecuadas, sino también para encontrar empresas que estén bien posicionadas y preparadas para beneficiarse de ellas. Los temas tardan en desarrollarse, por lo que los inversores deben estar preparados para evaluar el rendimiento en un plazo más largo, así como para comprender los riesgos asociados, como los cambios normativos y las consideraciones ASG. Sin embargo, creemos que las inversiones temáticas brindan una oportunidad significativa a los inversores orientados al largo plazo que buscan crear riqueza a largo plazo en un contexto de mayor volatilidad.