La contienda presidencial esta servida, tanto que el actual presidente acortó su viaje de campaña para realizar una reunión con los comandantes de las fuerzas armadas, lo que aumentó la crispación. Los mercados se han resentido, con el real cayendo desde el lunes cerca del 3% mientras que el Bovespa más de un 10%.

Este domingo sabremos si finalmente las urnas terminan del lado de un segundo turno para Lula da Silva o para Jair Bolsonaro. De momento las pesquisas muestran una ventaja de 7 o 6 puntos de Lula. Este último ha apelado incluso a promesas electorales ecologistas, abogando por una política gubernamental en materia de medio ambiente, que rivaliza con el New Deal verde de EE.UU. concediendo un nuevo estatus de protección a medio millón de kilómetros cuadrados de la selva amazónica, así como luchar contra la deforestación, subvencionar la agricultura sostenible y reformar el código fiscal de Brasil para promover una economía verde.

No podemos olvidar que en su primer mandato (2003-2010) Lula abrazó el desarrollo industrial tradicional sin tener en cuenta las emisiones contaminantes. Incluso Banco do Brasil (el banco estatal) financió el avance de la industria cárnica en la Amazonía y Petrobrás desarrolló nuevas y enormes reservas petrolíferas. Pero ahora es otro Lula, uno que e une a la oleada de políticas medioambientales de los presidentes de Chile y Colombia, también de izquierdas.

En caso de ganar Lula, el consenso no será fácil. La fuerte actuación de los aliados de Bolsonaro en el Congreso (que están cerca de la mayoría absoluta) podrían poner piedras en la agenda de Lula. La influencia de los legisladores sobre el ajustado presupuesto federal de Brasil podría dificultar a Lula el seguimiento incluso de su propuesta más básica: aumentar la aplicación de la ley medioambiental para combatir la deforestación en la Amazonia.

Mercados muestran optimismo

Las valoraciones de Brasil son consideradas por varios inversores como "atractivas" a pesar de ser de los pocos mercados bursátiles de la región en positivo. Sin embargo, si vemos el múltiplo P/E del Bovespa actual es de 6,22x vs. 8,84x del Ibe o bien de 12,88x del Dax, pero además con una rentabilidad por dividendo del 11,26% para el Bovespa vs 4,19% o 3,52% para el Ibex y Dax respectivamente (datos de Reuters). Ello llevó a algunos invesores como hedged funds a aumentar posiciones tras la primera vuelta, aunque comentan que son cautos de cara a la segunda vuelta y verán los siguientes movimientos en sus carteras una vez que haya más claridad post-electoral.

Los fondos de renta variable brasileños, también están en positivo este año, en especial el 5 estrellas Morningstar DWS Invest Brazilian Equities, con una rentabilidad en lo que va del año del 26,66%, sacando cerca de 1,5% a la media de sus competidores. El volumen de activos supera los 170 millones de euros, pero muestra una cartera diversificada, pero a la vez concentrada formada por 33 valores, con un claro sesgo a big caps como Itaú, Bradesco, Banco Do Brasil entre sus mayores posiciones, sobreponderado en el sector industrial e infraponderado en energía.

También los fondos de JPMorgan y el de HSBC muestran favorable desempeño en el año, aunque se quedan casi dos puntos porcentuales por debajo del de DWS. El gestor es Luiz Ribeiro, que ahora lo sigue gestionando tras un acuerdo entre DWS e Itaú Asset Management.