Sigo pensando que Estados Unidos es un mercado para estar, pero el sesgo inversor debe cambiar hacia otro tipo de compañías. Ya hemos escrito numerosos artículos al respecto. Y vamos a ver visualmente cómo esto es posible que ya esté sucediendo. Sin ir más lejos, en esta primera tabla, vemos cómo en el último mes, además del Bitcoin, la renta variable americana ha sido la más castigada.

Fuente: Carlos Arenas Laorga
La evolución de los tipos de interés y su impacto en la renta variable
La política monetaria de la Reserva Federal ha sido uno de los factores clave que han impulsado los mercados en la última década. La era de dinero barato favoreció a las empresas tecnológicas y de crecimiento. Pero ahora, la situación ha cambiado. Los inversores ya no tienen la certeza de que las bajadas de tipos sean suficientes para reavivar el mercado. Con una economía que podría desacelerarse y la posibilidad de que la política fiscal no pueda seguir siendo tan expansiva, el entorno para la bolsa estadounidense no parece tan claro como antes.
Valoraciones altas y perspectivas de crecimiento
Durante años, el mercado estadounidense ha cotizado con múltiplos elevados en comparación con otras economías. Si bien esto podía justificarse en un contexto de tipos bajos y crecimiento económico fuerte, ahora las expectativas han cambiado. Muchas empresas, especialmente las incluidas en los "7 Magníficos", han alcanzado valoraciones que exigen crecimientos futuros extraordinarios para justificarlas. El problema es que, conforme se normaliza el ciclo económico, es posible que no todas las compañías puedan cumplir con estas expectativas, lo que podría derivar (y ya hemos visto más que amagos) en correcciones. A esto se suma la creciente competencia de otras economías, como Europa, que está captando cada vez más atención de los inversores globales.
Como se ve en el gráfico, el excedente anualizado americano parece que está llegando a una fase final en el ciclo.

Fuente: Carlos Arenas Laorga
La deuda y el riesgo de recesión
Otro factor que preocupa a los inversores es el aumento de la deuda en EE. UU. La carga financiera del país ha crecido de manera constante, y con tipos de interés más altos, el coste de mantener esta deuda se ha disparado. Además, la Regla de Sahm, un indicador de recesión basado en la evolución del desempleo sobre el que también hemos escrito, ha mostrado señales de alerta.
Oportunidades en otros mercados
Mientras el atractivo de EE. UU. se tambalea, otras economías comienzan a captar mayor atención. Europa, a pesar de sus retos estructurales, ofrece algunas oportunidades interesantes con valoraciones más bajas. Asia, liderada por China, sigue creciendo con fuerza, y América Latina está viendo una recuperación en ciertos sectores.
El inversor global debe considerar la diversificación como una estrategia clave. No se trata de abandonar Estados Unidos, sino de equilibrar las carteras con exposición a otros mercados que pueden ofrecer retornos atractivos y menor riesgo de sobrevaloración. Confirmamos con esta tabla lo que se ve en el segundo gráfico. A saber, que el Mundo-ex USA, está cogiendo más impulso.

Fuente: Carlos Arenas Laorga
Estados Unidos sigue siendo la mayor economía del mundo y su mercado financiero es el más profundo y líquido. El desafío es discernir qué sectores y compañías seguirán liderando el mercado y cuáles podrían estar sobrevalorados. Con una política monetaria menos favorable, un posible freno en el crecimiento y oportunidades atractivas en otros mercados, los próximos años podrían ser un momento clave para reconsiderar la estrategia de inversión global.