¿Cuáles son las mejores y peores experiencias a lo largo de mi etapa en Fidelity?
El peor año sin lugar a dudas fue el 2008-2009, con la crisis inmobiliaria y la crisis global. En Fidelity hubo una reestructuración en la que salieron grandes profesionales y eso fue uno de los momentos más complicados para mí porque te dejan de acompañar personas que valen mucho y que son muy buenos profesionales. Y entre los mejores momentos, que hemos logrado llegar a máximos en activos bajo gestión (13.000 millones de activos bajo gestión a cierre de septiembre) algo que es complicado en el mercado ibérico. Si hay algo que me encanta de esta profesión es que todos los días aprendes cosas y te hace salir de tu zona de confort, algo que es muy positivo.
Cuando salen los datos de flujos de fondos, Fidelity es una de las gestoras que más consigue captar.¿En qué medida esa aproximación que habéis hecho a productos indexados activos está aportando a los flujos?
De forma muy positiva. Fidelity ha pasado de ser una gestora de fondos a un proveedor de soluciones financieras y, en ese impasse en el que llevamos más de 6 años, hemos abierto el abanico a todo tipo de soluciones; indexadas, ETFs, advisory, asesoramiento a clientes y obviamente se está viendo cómo esto está creciendo con unas posibilidades de negocio muy importantes. En la parte de indexados y ETFs, ya desde antes del Covid vimos que el inversor institucional se estaba enfocando en este tipo de estrategias y, después de la pandemia, fue una realidad que tuvimos que asumir. Ahora llevamos algo más de un año viendo cómo está aflorando ese apetito por parte de carteras gestionadas para el mundo retail o de banca privada. Estamos en un año en que los fondos indexados han ayudado bastante, mientras que los ETFs activos están costando algo más porque al inversor le cuesta más pensar que un ETF puede ser de gestión activa y prefiere la indexación, pero es un tema en el que nos hemos posicionado como pioneros.
Tenéis presencia en emergentes, especialmente en Asia. ¿Cómo veis el crecimiento, todos los estímulos que está implementando el gobierno en la economía china y como veis la región?
Hablando de Asia, con China a la cabeza, seguimos sobreponderados tácticamente en la región. Es verdad que tiene varias incertidumbres pero, estratégicamente hablando, Asia tiene que ocupar cada vez más en las carteras de los inversores. Tan solo India y China, tal y como afirman el FMI y el Banco Mundial, serán en 2050 los mayores contribuidores al PIB mundial, por encima de EEUU, y eso se tiene que reflejar en las carteras de los inversores. De hecho, sólo este año más del 60% de la contribución del PIB a nivel mundial ha venido de Asia, por lo que para nosotros es una realidad. Creemos que China por fin se ha dado cuenta de que el consumidor por sí solo no iba a hacer crecer la economía. Pensamos que el consumidor chino tiene una especie de “Síndrome de Estocolmo” tras el Covid, le da miedo consumir, y el gobierno no tiene esos puntos porcentuales de crecimiento que pensaba que iba a conseguir. Con lo que el gobierno chino tendrá que implementar nuevos estímulos para reactivar la confianza del consumidor en un momento en que las tasas de ahorro están en máximos. Si además consiguen que la vivienda se estabilice y que se reactive el mercado inmobiliario, seguirán dando pasos a favor del crecimiento.
Siempre habéis apostado por Asia en general mientras Europa está perdiendo peso en las carteras a nivel global. ¿Cómo veis la situación actual en EEUU y Europa?
Desde un punto de vista macroeconómico, lo que ha ocurrido es que el peso de EEUU cada vez ha sido mayor. Aunque todo el mundo suele hablar de la sobreponderación que debería tener Europa, ésta no ha refrendado esta afirmación desde un punto de vista de rentabilidades y ha hecho que el inversor se haya enfocado más en EEUU, con lo que la preponderancia de la región americana en las carteras sigue siendo muy alta, algo menor en Europa y muy inferior en Asia. ¿Habrá un relevo? Creo que está muy lejos, la volatilidad de los mercados asiáticos no la puede asumir todo el mundo, pero sí tienen que incrementarse los pesos.
Vosotros sois una casa de las más grandes que hay en todo el mundo, tenéis mucha presencia en EE.UU. ¿cómo enfocáis la sostenibilidad teniendo en cuenta que en EE.UU. se está todavía un poco por detrás en términos de regulación y de implementación de criterios en sí?
Es una realidad que el mercado europeo ha desarrollado mucho más el tema de la sostenibilidad que cualquier otra parte del mundo. En Fidelity hemos implementado el tema de la sostenibilidad formando a nuestros analistas, nuestra joya de la corona. En el año 2013 incorporamos analistas ESG para formar a los analistas fundamentales. Esto ha provocado que tengamos nuestros propios análisis ESG en propiedad, lo cual nos permite mirar no sólo la situación de una compañía en el ámbito sostenible sino ver si a futuro se mantendrá, mejorará o empeorará. Además, una parte muy importante para nosotros es el engagement, el diálogo activo. Nos parece muy importante ayudar a las compañías a mejorar su rating ESG y cómo deberían hacerlo y, en un momento determinado, si una compañía no cumple con ese programa que se ha establecido con ellos, se deja de invertir.
¿Cuál es vuestra previsión macro?
Fidelity no cree que la bajada de tipos en adelante vaya a ser tan agresiva sino mucho más escalonada. Eso va a dar pie a que haya unos tipos de interés rentables para el inversor muy conservador y habrá gente que valorará otras oportunidades más allá de los productos “buy and hold”. Ahora mismo, nuestra estrategia en renta fija para los próximos trimestres la que denominamos “uncorrelated thinking”, que son alternativas con una correlación muy baja con los índices de renta variable y que ofrece oportunidades en la parte de renta fija para invertir a nivel global con duraciones bajas, haciendo que esa “globalidad” beneficie desde el punto de vista de la TIR. Porque si ahora vas a un fondo global con duración baja (en torno a 2 años), bien diversificado… tiene una que ronda el 6%. Otro fondo que tenemos sobre la mesa es un “market neutral” de renta variable, con una correlación de casi el 0,6 con el MSCI World, y con un “track record” muy interesante
¿Cómo estáis viendo Mifid 3? ¿Creéis que realmente está protegiendo al cliente final?
Todavía no se ha terminado de desarrollar, pero el tema del “value for money” es algo que nos preocupa a todas las gestoras, sobre todo cómo se va a implementar, pues todo lo que está protegiendo al inversor es una limitación para nosotros. Creo que el sector financiero y la industria de gestión de activos son de los sectores más regulados, lo cual está generando un incremento de costes que harán que las limitaciones sean mayores. Es una preocupación general. En Fidelity tenemos un equipo de analistas formado por más de 150 personas, lo cual para nosotros es una inversión porque son los que nos dan las ideas. Si quieres mantener ese equipo, tienes unos costes y unos márgenes que te permiten vender eso. Pero sí cada vez los márgenes se van estrechando más, porque lo están haciendo, es más complicado soportarlo. Vamos a ver cómo se traspone eso y si realmente será un beneficio para el inversor final.
¿Cómo os está afectando la concentración del sector bancario a la hora de distribuir entre vuestros clientes o ir a un cliente -banquero privado o selector- mucho más pequeño?
Para mí el servicio tiene que ser el mismo y es el axioma que yo he tenido desde que inicié mi carrera en el año 2000 en la gestión de activos. Es una realidad que obviamente tenemos mayores recursos para los clientes Tier1, mayor rapidez de respuesta, pero también la implementamos para los clientes medianos y más pequeños. Al final nos encontramos en una economía de escala y tenemos que tratar a todos por igual, es un tema tanto legal como regulatorio para nosotros
Tras la fusión de los bancos y de las gestoras ¿continuará el proceso de concentración? ¿Qué papel jugará Fidelity?
Sí. No es que se vayan a fusionar a futuro, es que ya lo estamos viendo. Fidelity es una gestora de fondos de inversión de capital privado, en la que el máximo accionista es la familia Johnson, con Abby Johnson a la cabeza, y la otra parte son los propios empleados. Fidelity ha crecido históricamente de forma orgánica, ha hecho alguna compra puntual pero no en el negocio estratégico que es la gestión de activos.
¿Y dentro de estos crecimientos orgánicos que estáis haciendo, viendo cómo está el sector de la distribución, cuáles son ahora mismo vuestras apuestas?
Dentro del crecimiento orgánico que se está realizado, queremos apuntalar más si cabe el segmento de renta variable -que es nuestro “core business” y donde Fidelity siempre ha estado a la cabeza- y hacer que el equipo de analistas y gestores de fondos activos tengan herramientas suficientes para seguir llevando a cabo su trabajo y generando el mayor retorno posible para el cliente final. Otro foco de crecimiento importante para Fidelity está en los ETFs activos, que para nosotros son un tema estratégico. Por otro lado empezamos a hacer cosas interesantes en los alternativos e ilíquidos, y por último en los mandatos de asesoramiento, que cada vez está creciendo más y somos un jugador muy interesante por lo que podemos ofrecer al cliente.
¿Qué riesgos veis ahora mismo en el mercado para este año?
La incertidumbre geopolítica es el mayor. Seguimos pendientes del tema de Rusia y Ucrania, así como Oriente próximo, y más tras las elecciones de EEUU. Además, también estaremos muy pendientes de la evolución de las expectativas de aterrizaje suave y las políticas de los bancos centrales. Hay otro riesgo a tener en cuenta, y es que las subidas de tipos tan agresivas que ha habido por parte de los Bancos Centrales pueden hacer que entremos en una recesión cíclica.
¿Y la gran oportunidad?
La gran oportunidad es la zona asiática desde los puntos de vista de las valoraciones atractivas, las clases medias y la productividad. No sólo en la parte de renta variable sino en la de renta fija. Y también la búsqueda de esas soluciones alternativas de baja correlación para poder tener en la cartera, y que el cliente disponga de las herramientas necesarias para que cuando haya volatilidad en los mercados, que la habrá, tener esos productos e ideas dentro de las carteras, que permitan tener cierto soporte.