La jefa del FMI, Georgieva IMF advirtió que 2023 será un año difícil para la economía mundial, añadiendo que "esperamos que un tercio de la economía mundial esté en recesión". Por su parte, Laggarde advirtió de mayores subidas de tipos para frenar las presiones de precios. Todo esto apunta, que de momento, que la inflación no ha tocado máximos y que el tren podría descarrilar. 

El Oro es un metal que tradicionalmente se ha visto como refugio en momentos inflacionarios, además de un activo seguro, pues los expertos comentan que es buen momento para invertir en el. Según Daniel Marburger, director de Coininvest, “me resulta difícil predecir qué apuesta ganará, ya que esto dependerá de varios factores, como las condiciones económicas, las tendencias de inversión y las preferencias individuales”, pero asegura que será un buen momento para invertir en general.

Con las cadenas de suministro volviendo a la normalidad, lo que se traduce en primas más bajas para monedas y lingotes, el experto recomienda que "empezar, esa es la recomendación más importante. Si el presupuesto es ajustado, opta por la plata. Es posible que pueda vender su plata en algún momento y comprar oro en su lugar. Pero si no empiezas, nunca aprenderás a invertir”.

Por su parte, Joe Foster, portfolio manager de VanEck, comenta que a pesar de que el oro haya cerrado el año con caídas, "seguimos creyendo que existen muchos riesgos que favorecen la subida de los precios del oro a largo plazo, aunque el mercado del oro ha seguido minimizando estos riesgos", y apunta que ello podría cambiar si se diera:

  • Aumento significativo de las tasas de desempleo
  • Confirmación de una recesión
  • Caída de los beneficios empresariales
  • Mayor corrección de los mercados de renta variable

Y añade que el verdadero contendiente del oro este año ha sido el dólar estadounidense. Los inversores tienen que decidir si conservan oro para proteger sus carteras de la alta inflación y las tensiones geopolíticas o si reducen sus tenencias a medida que suben los tipos de interés mundiales. En un entorno de subida de tipos y de menores perspectivas de inflación como consecuencia de los programas de endurecimiento monetario de la Fed y otros bancos centrales, los inversores han optado por la seguridad del dólar estadounidense, impulsándolo a máximos de 20 años, lo que ha supuesto el mayor viento en contra para el oro este año.

Sin embargo, el oro rompió su reciente tendencia bajista, cotizando por encima de los 1.700 dólares por onza y ahora parece que podría volver a la tendencia alcista de largo plazo, en vigor desde 2016:

En la primera jornada bursátil del año, el oro registró un alza de 1%, superando los 1.840 dólares por onza, por primera vez desde junio del 2022, y el comportamiento ha seguido mejorando según pasan los días de este nuevo año. 

De este modo, aquellos inversores que mantienen posición en el metal precioso desde hace tiempo, es adecuado mantenerlo como un pilar estructural de una cartera diversificada. Pero para aquellos que no lo tengan, es conveniente de acuerdo a su perfil de riesgo incluirlo en una cartera de cara al 2023. Bien sea vía oro físico o bien a través de fondos mutuos o cotizados, como los siguientes:

Los 4 ETFs de oro con mayor operativa son:

  • VANECK VECTORS GOLD MINERS UCITS ETF USD: este caso está gestionado por un conocido proveedor de ETFs en el mundo. Este ETF es de mayor tamaño que el anterior, con unos 718,7 millones de euros y es un 4 estrellas de Morningstar. También forma parte de la categoría anteriormente mencionada y la rentabilidad de este ETF en 2022 fue prácticamente plano (-0,2%), ganando así 9,87 puntos porcentuales a la media de su categoría y más de 5 puntos porcentuales al índice. La rentabilidad media a 3 años es de 7,9%, con una volatilidad del 33% y un ratio de Sharpe del 0,24.

Su cartera tiene fuerte sesgo a compañías de tamaño pequeño, con alta liquidez, pero también con alta volatilidad. Entre las principales posiciones destaca la minera Newmont, Barric, Franco-Nevada, Agnico Eagle y Wheaton Precious Metals, entre otros.

 

  • WisdomTree Physical Gold (EUR): es un ETFs con un volumen de activos supera los 4.737 millones de dólares. En este caso, la categoría de Morningstar es la de Materias Primas- Metales Preciosos, a diferencia de los anteriores. La rentabilidad en 2022 fue de una ganancia del 8%, superando la rentabilidad media de su categoría por 4.63 puntos porcentuales. Es un ETF que prácticamente en todos los años pasados muestra signo positivo, excepto en 2015 y en 2017, cayendo menos de un 2% en cada uno de esos años. La rentabilidad media a 3 años es del 9%, con una volatilidad del 11.42% y un ratio de Sharpe de 0.79.

  • Invesco Physical Gold ETC (USD): el patrimonio de este fondo cotizado ronda los 14.700 millones de dólares, y también está categorizado como Materias Primas -Metales Precios  igual que el anterior. Este fondo cotizado supera el 7% de rentabilidad en el 2022, además de superar la media de rentabilidad de la categoría en 4 puntos porcentuales. La volatilidad es del 12,14%, con una rentabilidad media a 3 años del 8.67% y un ratio de Sharpe del 0.72

Y por último, Xtrackers Physical Gold ETC (EUR): con un volumen de activos de 2.137 millones de dólares, de la misma categoría de los anteriores, con lo cual muy comparables, y que cerró 2022 con una ganancia del 6,9%, cuando la rentabilidad media a 3 años fue del 8.44%, con una volatilidad del 11.52% y un ratio de Sharpe del 0.74. 

Estos tres últimos ETFs están basados en el oro físico, mientras que el primero invierte en una cartera de valores de renta variable que sigan de cerca el NYSE Arca Gold Miners Index (GDMNTR), que es un índice mundial que sigue la evolución de las mayores empresas del mundo que cotizan en bolsa y que se dedican principalmente a la minería de oro. 

Tanto en los buenos como en los malos tiempos, el oro ha demostrado ser la mejor protección contra la incertidumbre,  con lo que pido a los Reyes Magos que me traigan ORO y que el incienso y la mirra la dejen para otros años.