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Winnie Kwan comenta que "varios compañeros y yo realizamos el pasado mes de mayo nuestro primer viaje a China en más de quince meses, una vez que hemos retomado nuestra labor de análisis sobre el terreno. Acudimos a 16 ciudades, celebramos casi 90 reuniones y visitamos 20 fábricas. En nuestro viaje hablamos con mucha gente de distintos ámbitos, desde directivos y empresarios privados a aldeanos y jóvenes residentes en zonas urbanas.

Viajamos justo antes de que aumentara la incertidumbre relativa al entorno normativo, que acabó impulsando una fuerte venta masiva en los mercados de renta variable china en el mes de julio. Los equipos directivos de las compañías parecieron valorar que los visitásemos en persona, sobre todo después de saber que habíamos guardado cuarentena. Como gestora de carteras globales, creo que estas conversaciones me han dado una perspectiva a largo plazo que me ha resultado muy útil en este periodo de volatilidad.

Es evidente que los riesgos de inversión en China han aumentado a lo largo del año. Pero también es cierto que hay algunos elementos a más largo plazo que podrían tener consecuencias globales a lo largo de la década actual. En este artículo trataré de abordar ambos aspectos. Llevo más de 20 años invirtiendo en China, así que empezaré con algunas de las impresiones que me dejó el viaje que realicé en mayo. A continuación, compartiré algunas observaciones sobre lo que ha ocurrido desde entonces".

El espíritu emprendedor sigue ahí

Según pudo comprobar, y aunque algunos inversores extranjeros se han asustado por la intervención del gobierno en el sector privado, la actividad empresarial sigue siendo muy intensa. Los inversores de capital riesgo y de capital privado o private equity siguen mostrando un gran interés por China, y de hecho nos reunimos con varios emprendedores y fundadores de compañías cercanos a la treintena. También percibimos un sentimiento de orgullo en lo que se refiere a los logros de China con respecto al resto del mundo en el desarrollo de las infraestructuras públicas, los pagos digitales y las plataformas de internet.

La experta detectó también un espíritu de meritocracia entre los más jóvenes: el trabajo duro y la creatividad pueden generar resultados, y estos pueden traducirse en riqueza. También volví con la sensación de que las mujeres se sienten muy empoderadas.

China no es una economía monolítica

Como inversora, creo que no debemos generalizar sobre la segunda economía del mundo. China está compuesta por muchas economías regionales que se están transformando con rapidez.

Shanghái es una ciudad muy cosmopolita que está en pleno auge, con un impresionante volumen de creación de riqueza. En la región del delta del río Yangtsé que rodea a Shanghái se están desarrollando grandes núcleos sanitarios en las ciudades de Suzhou y Wuxi. Más al interior, las ciudades de Hefei y Hangzhou son importantes centros de fabricación de componentes y de la industria automovilística de vehículos eléctricos (VE).

A lo largo de la costa sudoriental, en la provincia de Guangdong, Shenzhen (sede de Tencent) sigue siendo considerado el Silicon Valley de China, pero ahora también es un centro de atención sanitaria y el mayor centro de fabricación de cigarrillos electrónicos del mundo. Dongguan es ahora el centro neurálgico de la fabricación destinada al desarrollo de equipos informáticos y de comunicaciones. Es un ejemplo del grado de competitividad del sector manufacturero chino: reformarse o morir. El resto de la provincia de Guangdong continúa albergando pequeños comercios, vendedores y proveedores de servicios nicho que se han visto impulsados por internet y la digitalización.

El sector privado no es el único que está experimentando una intensa transformación. El funcionamiento de los gobiernos locales también está cambiando. Entre los indicadores clave de rendimiento que se aplican a los funcionarios locales se incluye ahora la ventaja competitiva (frente a la competencia ciega) y el entorno limpio y ecológico para las ciudades.

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El repunte de la actividad manufacturera está impulsado por la demanda de automatización, energías renovables, almacenamiento de energía y vehículos eléctricos. La automatización fue un tema importante y recurrente en nuestras visitas a las fábricas. Habían transcurrido quince meses desde la última vez que estuvimos en el país, y la cantidad de fábricas nuevas y de procesos de automatización que vimos fue asombrosa.

El país continúa ascendiendo en la cadena de valor de las manufacturas y las exportaciones. Empezó en la década de 1990 con la ropa y el calzado, y a principios de la década de 2000 pasó a las herramientas eléctricas, los muebles, los electrodomésticos y los ordenadores. En los últimos diez años, China se ha convertido en el centro mundial de fabricación y ensamblaje de smartphones. Ahora, asistimos a la transición hacia la fabricación de baterías de vehículos eléctricos, sistemas de energía solar y equipos de automatización.

El aumento de los costes de mano de obra y la decisión estratégica del gobierno de orientar la economía hacia productos de mayor valor son los motivos que están detrás del impulso de automatización. Todo ello está provocando una cierta inflación. Sospecho que un sueldo base adecuado y una mejor cobertura social acabarán convirtiéndose en la norma. La mano de obra cualificada también puede acceder a numerosas oportunidades. Las fábricas están más automatizadas, por lo que necesitan contratar técnicos cualificados. Según nos dijeron, la remuneración anual de los científicos de I+D y de los programadores del sector tecnológico ha aumentado entre el 15% y el 20%, lo que ha favorecido que muchos trabajadores nacidos en China hayan vuelto con sus familias desde Estados Unidos, Europa y el resto del mundo.

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También vimos que la inflación de los salarios iniciales resulta especialmente evidente en ciertas áreas de la economía. Por ejemplo, las compañías que ofrecen servicios logísticos y de entrega de alimentos y aquellas que venden seguros compiten por trabajadores que ganan el equivalente a 1.000 dólares mensuales.

Estamos comenzando a ver un cierto aumento de los precios de los alimentos y los bienes, impulsado por el aumento de los precios de la energía que ha provocado el impulso de descarbonización del gobierno. Por otro lado, la productividad de internet y la fuerte competencia continúan conteniendo el alza de los precios, a pesar del aumento de los costes de las materias primas y del incremento de los precios de ciertos componentes como los semiconductores.

La automatización se extiende por los distintos sectores

Los fabricantes chinos y las compañías sanitarias del país están adoptando la automatización personalizada de sus procesos para lograr una mayor eficiencia y competitividad de costes. La escala también es una ventaja. Entre las fábricas que más nos impresionaron de entre todas las que visitamos había una dedicada a la fabricación de separadores de baterías para vehículos eléctricos, una fábrica de componentes industriales y motores de tracción, un fabricante de vacunas y un proveedor de medicamentos inmunooncológicos.

Otra de las cuestiones recurrentes en nuestras visitas a empresas fue la sustitución de las importaciones. El gobierno está tratando de construir sus propias cadenas de suministro y que el país sea autosuficiente en ciencia y tecnología. Lo hemos visto en los equipos médicos, los componentes industriales y de automatización, las baterías de los vehículos eléctricos, los separadores de baterías y las nanopartículas para la fabricación de medicamentos.

Es probable que este impulso del gobierno acabe afectando a los fabricantes alemanes, japoneses y coreanos.

Por otro lado, China se ve superada por otros países en lo que respecta a la fabricación de semiconductores, y podría tener dificultades a la hora de comprar equipos de chips de última generación a algunas de las principales compañías de semiconductores del mundo a causa de las tensiones geopolíticas. Durante nuestro viaje nos reunimos con una compañía de titularidad estatal y su experiencia evidenció esta tendencia. La compañía construyó en 2003 su primera fábrica de chips de seis pulgadas, soportó pérdidas en los de ocho pulgadas durante nueve años y ahora está ganando dinero.

China parece dispuesta a dominar la cadena de suministro de los vehículos eléctricos

China desea dominar el mercado de los vehículos eléctricos, y parece que puede llegar a conseguirlo. Sin embargo, podría tener que enfrentarse a algunos obstáculos. Creo que el desarrollo del sector podría ser similar al de la energía solar, que tuvo que hacer frente a un periodo de fuertes recortes de precios. Es probable que muchas compañías realicen fuertes inversiones para reducir los precios, por lo que podríamos asistir a muchos años de bajos rendimientos.

Pero a largo plazo, creo que China conseguirá dominar la cadena de suministro mundial de los vehículos eléctricos, desde las baterías a componentes fundamentales como los separadores. Y estas áreas podrían convertirse en importantes sectores de exportación para China.

En su viaje Winnie Kwan ha podido comprobar que los fabricantes chinos de vehículos eléctricos fabrican un hardware similar al de Tesla pero, en muchos casos, con un software más apropiado, que se ajusta a la demanda de los consumidores nacionales, sobre todo en lo que se refiere a las pantallas de información y entretenimiento y a los sistemas de navegación. El continuo impulso de China en el sector de los vehículos eléctricos podría afectar a las marcas extranjeras. Para los miembros de la generación anterior, el hecho de tener un automóvil de lujo europeo o japonés era un símbolo de estatus. Es posible que las nuevas generaciones ya no lo vean así. 

Profesionales para impulsar la innovación tecnológica

Contar con los profesionales adecuados es clave para pasar al siguiente nivel de innovación. En ese sentido, el sector biofarmacéutico chino parece ir en la buena dirección. Están retornando al sector muchos profesionales nacionales procedentes de Estados Unidos, y entre ellos muchos que trabajaban en compañías como Regeneron, Genentech, Amgen y Biogen. En nuestro viaje tuvimos ocasión de reunirnos con muchos científicos e investigadores de primer nivel, entre los que había varios que ocupaban puestos de responsabilidad en I+D en las principales universidades estadounidenses.

El gobierno chino mantiene su compromiso de ofrecer fármacos a toda su población a precios muy asequibles. En los últimos dos años, los fabricantes de medicamentos genéricos se han visto muy afectados por los grandes recortes de precios, lo que me ha llevado a ser especialmente selectiva en el tipo de compañías sanitarias que he incluido en mi cartera.

Una buena opción para invertir en el sector son las CDRMO, organizaciones de investigación y fabricación por contrato. Se trata de compañías que pueden ayudar a las multinacionales en el desarrollo, ensayo y fabricación de medicamentos, a menudo a precios más bajos que en otras partes del mundo.

Las compañías chinas han experimentado un cierto avance en lo que se refiere a los equipos médicos y el material de laboratorio, pero siguen estando rezagadas en cuanto a equipos de última generación. Por lo tanto, en esta área las multinacionales podrían continuar desempeñando un papel importante. 

Las compañías de plataformas de internet pueden superar el control normativo

También nos reunimos con algunas compañías chinas de servicios de internet y con representantes de multinacionales de artículos de lujo. Hablamos con una compañía de rápido crecimiento sobre el equilibrio entre la construcción de marca y el procesamiento de las compras, una cuestión importante hoy en día en el comercio electrónico. En general, el modelo de negocio del comercio electrónico ha ido evolucionando a medida que lo ha hecho el comportamiento de los consumidores en los dispositivos móviles.

Las compañías están desarrollando plataformas de contenido centradas en el entretenimiento social o los intereses comunes, lo que ha dado lugar a una proliferación de nichos de negocios verticales, a un mayor grado de sofisticación entre los consumidores chinos y a un aumento de las ventas por internet.

Es probable que las plataformas de internet sean objeto de mayor regulación. En parte para proteger a las compañías chinas de menor tamaño, el gobierno ha dejado clara su intención de evitar que las grandes tecnológicas se expandan demasiado de forma horizontal en múltiples líneas de negocio, mostrando su preferencia por que profundicen en sus principales áreas de competencia.

Algunas compañías de internet han adquirido una importancia sistémica, por lo que podrían estar sujetas a una mayor regulación. Así, es posible que ya no veamos el crecimiento exponencial que hemos visto en los últimos años (y la consiguiente revalorización de las cotizaciones), pero creo que estas compañías pueden seguir ofreciendo buenos resultados.

Dicho esto, habrá cierta incertidumbre en lo que respecta a la normativa aplicable a este tipo de compañías de internet. Las compañías habrán de estar atentas y tomar las debidas precauciones. Los inversores han de tener en cuenta que lo más probable es que el riesgo normativo haya llegado para quedarse, al menos hasta que estas nuevas leyes vayan siendo contrastadas y mejoradas con el tiempo. Será importante saber distinguir entre el ruido que se genera en los círculos mediáticos y los riesgos reales.

Solidez de la demanda de artículos de lujo

La demanda de artículos de lujo se ha mostrado firme durante la pandemia. Según las conversaciones que mantuvimos con las compañías del sector, las ventas por internet podrían adquirir un mayor peso en los ingresos totales de las multinacionales. Estas empresas han comenzado a hacer uso de otros canales para dirigir el tráfico a sus propios sitios web, con el fin de procesar los pedidos y hacerse con los datos de los clientes.

En lugar de acudir a París o a Milán, los consumidores chinos han hecho sus compras en tiendas de lujo del país o a través de internet. Al gobierno le interesa mantener todo ese dinero dentro del país, por lo que ha animado a los fabricantes de artículos de lujo a abrir tiendas libres de impuestos, así como a aumentar su oferta en los niveles más bajos de precios y a eliminar las importantes diferencias de precio con Occidente.

Y un dato curioso: la edad media de los consumidores de Chanel en China es de 25 años, mientras que en el resto de mundo es de 50. Por lo tanto, no me sorprende que las compañías del sector del lujo continúen centrándose en el consumidor chino, e irán adaptando su estrategia en función de la evolución de los gustos de los consumidores, así como de la política gubernamental. La sostenibilidad también comienza a cobrar gran importancia en el sector del lujo.

La inversión en China es una combinación de retos y oportunidades

A pesar de que durante mi viaje a China fui testigo de sólidas tendencias a largo plazo, también me doy cuenta de que la realidad a corto plazo del país continúa cambiando, como resultado tanto de lo que está ocurriendo en China como en el resto del mundo. En mi opinión, las medidas adoptadas en el sector de la educación y el procedimiento de quiebra del promotor inmobiliario Evergrande han afectado a la confianza del sector privado.

Los cuellos de botella de las cadenas de suministro y la ralentización a corto plazo de la economía nacional han provocado una reducción de los pedidos de las fábricas. Por otro lado, las medidas destinadas a mejorar el medioambiente han dado lugar a problemas de electricidad en muchas provincias, lo que podría afectar a los precios de los bienes que se exportan al resto del mundo. La inversión en China siempre será una combinación de retos y oportunidades, y la selección de títulos seguirá siendo crucial.