Fidelity International (Fidelity) ha publicado hoy las conclusiones de una encuesta sobre la “transición  justa” que evalúa el grado de conocimiento y el interés de los inversores sobre esta temática. La “transición justa” es una de las grandes prioridades de Fidelity en materia de sostenibilidad y, en consonancia con esta estrategia, la empresa se asoció con Coalition Greenwich  para recabar las opiniones de más de 120 inversores e intermediarios y profundizar en esta cuestión tan importante.  

Los inversores no comprenden qué es la “transición justa” y no están convencidos de que pueda conseguirse

Definido por Fidelity como “llevar a cabo la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono de forma que sea equitativa  para todos”, el concepto de “transición justa” le resulta familiar a tan solo el 42% de los encuestados, siendo el grado de conocimiento  menor entre los inversores asiáticos (30%) que entre los europeos (47%). 

En paralelo al desconocimiento del término, los inversores también pusieron de relieve una falta de convicción en que, como sociedad,  podamos conseguir una “transición justa”. De hecho, el 43% de los encuestados sugiere que es improbable y más de una cuarta parte de  los inversores (27%) cree que, de conseguirla, la transición llevará más de 15 años, mientras que el 52% considera que será un proceso  paulatino. 

Esta falta de concienciación y bajo nivel de convicción podría explicar por qué solo el 35% de quienes estaban familiarizados con la  “transición justa” tiene ya o está desarrollando una estrategia de inversión centrada específicamente en esta temática. Europa parece ir  por delante, ya que el 38% de los encuestados de la región posee o está desarrollando una estrategia específica, frente a tan solo el 20%  en Asia. Sin embargo, más de la mitad (52%) de los inversores lo tiene en cuenta actualmente dentro de un enfoque más amplio de la  dimensión ESG. 

El argumento de inversión: generar impactos positivos mediante una asignación estratégica de activos

A largo plazo, los inversores encuestados están convencidos mayoritariamente de que invertir en una “transición justa” tendrá un impacto  positivo (91%) en los perfiles de riesgo-rentabilidad, lo que demuestra que los inversores ven esta temática como una oportunidad de  inversión. Sin embargo, a corto plazo los inversores siguen divididos sobre si tendrá un efecto positivo (21%), negativo (26%) o neutro  (52%).  

Cuando se les pregunta por las razones principales para invertir en una “transición justa”, más de tres cuartas partes (77%) de los  encuestados escogieron “tener un impacto positivo en el medio ambiente consiguiendo el cero neto”, junto con “tener un impacto positivo  en la sociedad” (73%), lo que pone de relieve la estrecha relación entre las consideraciones medioambientales y sociales. 

A la vista de esta respuesta, no sorprende que el 92% de las respuestas destaque el sector de las “energías renovables” como el más  atractivo desde el punto de vista de la inversión, seguido de la tecnología y las TI (61%) y el sector agroalimentario (60%). En lo que  respecta a las clases de activos, el 89% de los inversores cree que las acciones desempeñarán el papel más importante para conseguir  una “transición justa”, seguidas de los activos no cotizados (81%) y las inversiones temáticas (66%).  

El papel de las clases de activos para conseguir una transición justa 

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Sectores destacados para conseguir una transición justa 

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Derribar los obstáculos 

Aunque resulta prometedor que los inversores aprecien las oportunidades de crecimiento a largo plazo que alberga conseguir una  “transición justa”, el lento ritmo de su desarrollo puede explicarse por los numerosos obstáculos que subsisten. De hecho, la encuesta pone  de relieve los siguientes retos que dificultan su avance:  

  • Falta de políticas públicas claras (46%) 
  • Labor de presión de las industrias convencionales para seguir contaminando (29%) 
  • Tensiones geopolíticas (25%) 
  • Recesión económica (21%) 
  • Comportamientos arraigados de los consumidores (21%) 

Emilie Goodall, directora de administración responsable para Europa de Fidelity International, señaló:

“Dicho de modo simple, una  ‘transición justa’ es aquella que no deja a nadie en la cuneta en los avances hacia una economía más sostenible, pero, en realidad, una  ‘transición justa’ abarca infinidad de cuestiones, ya que tiene múltiples ramificaciones con el clima, las poblaciones, los mercados laborales  y las divergencias entre los países desarrollados y en desarrollo. A resultas de ello, medir y poner en marcha una transición justa es  tremendamente complejo, pero una cosa está clara: el impacto social que se deriva de la transición hacia una economía sostenible tiene  que ser una consideración de primer orden. Aunque los inversores están empezando a entender la importancia de una transición justa,  nuestra encuesta indica que es necesario seguir sensibilizando. En Fidelity International, tenemos un papel clave que desempeñar en el diálogo con los inversores y las participadas sobre cómo abordar  una transición justa de forma coherente y sustantiva, apoyando a las poblaciones y países que más necesitan hacer la transición. La base  de nuestro enfoque es la supervisión activa, poniendo en marcha y combinando el diálogo con las empresas sobre aspectos concretos, el  diálogo temático de carácter general y la gestión responsable en todo el sistema para maximizar el impacto”.