Según, Mark Casey, gestor de renta variable de Capital Group, “la inteligencia artificial ha cautivado a los inversores del sector tecnológico, pero lo más probable es que su uso se extienda mucho más allá de los chatbots generativos y tenga un fuerte impacto en muchos otros sectores. Por muy interesantes que me resulten los grandes modelos lingüísticos como ChatGPT, sospecho que los robots impulsados por inteligencia artificial podrían tener un impacto económico aún mayor en los próximos diez años, y que sus aplicaciones se utilizarán en todos los ámbitos, desde los hogares y las fábricas a los hospitales”.
Por ejemplo, cuando Amazon comenzó a trabajar con robots que seleccionaban los productos y los introducían en cajas de envío, el porcentaje de fallos era elevado y los robots podían tardar hasta dos minutos en seleccionar cada producto. Siete años más tarde, el nuevo robot de la compañía, llamado «Sparrow», puede seleccionar y empaquetar dos terceras partes de los 100 millones de productos que suele haber en un almacén de Amazon, y solo dedica unos segundos a cada uno de ellos. En algunas ciudades de todo el mundo se están probando también otras tecnologías de robots impulsados por inteligencia artificial, como la utilización de drones para la entrega de paquetes y los taxis sin conductor. Y en el ámbito sanitario, las compañías están combinando la inteligencia artificial con la robótica para mejorar el éxito de las cirugías y los diagnósticos.
Los robots colaborativos constituyen un segmento pequeño, pero de rápido crecimiento
Fuente: Informe World Robotics 2023, Federación Internacional de Robótica. Un robot colaborativo es un robot industrial que puede funcionar con seguridad en un espacio de trabajo compartido con personas. Por el contrario, los robots tradicionales están programados para realizar una única tarea de manera repetida, trabajar de forma independiente y no moverse de su sitio. La previsión incluye tanto robots colaborativos como tradicionales.
Las compañías que han cosechado los primeros éxitos en el terreno de la inteligencia artificial se han concentrado en el sector tecnológico, especialmente en subsectores como los semiconductores, la infraestructura de nube y el software. Pero las compañías que podrían beneficiarse en mayor medida de los avances que se realicen en el ámbito de la robótica podrían pertenecer a una amplia gama de sectores. Según Casey, “mi intención es invertir en empresas pioneras en la utilización de robots avanzados para mejorar la experiencia de sus clientes, su eficiencia y su rentabilidad”.
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