¿Cómo creéis puede comportarse la renta fija en este 2025?
2025 sigue siendo, previsiblemente, un año de bajada de tipos de interés; con lo cual eso significa que en un momento en el cual los inversores han apostado muchísimo, los últimos dos años, por activos de muy corto plazo, depósitos, activos monetarios y seguramente hayan acertado, ahora se encuentran con un panorama en el cual hay dos cosas que han cambiado.
Primero, los tipos de interés ya están bajando y la previsión especialmente en Europa es que lo siguen haciendo hasta niveles ahora mismo en torno al 2% y si me preguntas, creo, que con un poco más de sesgo a que terminen bajando un poco más que lo contrario. Sí es momento para tomar un poco más de duración y, sin irnos a plazos muy extremos, desde luego nuestra apuesta es que sí, que el inversor ya tiene un panorama donde los bonos de muy alta calidad en Europa, tanto de empresas como de gobierno, sin salirnos del mundo del investment grade y sin irnos a plazos muy largos, van a hacer algo que a los depósitos cada vez les va a costar más, que es cubrirnos la inflación. Y en ese sentido sí, pensamos que la renta fija no tiene por qué ser un año de oportunidades muy espectaculares, pero sí va a cumplir con su papel en la cartera que es estabilizar la parte de riesgo y, sobre todo, darnos una rentabilidad comparada con la inflación muy positiva y con un nivel de riesgo muy bajo.
Con lo cual sí, pensamos que los inversores dentro de su perfil y, por supuesto, dentro de unos niveles de riesgo razonables harían bastante bien en aprovechar este momento para tomar posiciones un poco más largas en renta fija, de un momento, de alta calidad.
¿Y la renta variable?
La renta variable sigue siendo un activo que, en nuestra opinión, tiene interés en este año 2025. Estamos hablando de un entorno en el cual el crecimiento económico está ahí, especialmente en Estados Unidos donde se esperan, además, medidas de estímulo, medidas que van a potenciar la inversión, que van a potenciar que determinados sectores que estaban un poco más parados, precisamente, porque los tipos estaban muy altos y empezamos a tener una capacidad para financiar proyectos a niveles, tanto de diferencial de crédito como de tipo de base, bastante más asequibles en lo que ha sido en los últimos dos años. Nos parece que esa actividad, unido a que esa bajada de tipos también favorece la renta disponible de las familias, por lo tanto potencia al consumo, va a hacer que al final lo más importante para la renta variable que es que los beneficios de las empresas se comporten positivamente, esa premisa pensamos que se va a cumplir.
Pero cuidado, porque eso no significa que no vaya a estar exento de volatilidad. Tenemos factores políticos, tenemos factores geopolíticos, tenemos posibles variaciones a corto plazo en esa visión de cómo de rápido van a bajar o no bajar los tipos de interés y eso puede hacer que la renta variable se mueva. La mejor medicina para eso lo hemos dicho muchas veces: diversificación. No concentrar todas las posiciones en los sectores o las compañías que en un momento dado estén de moda y estén copando los titulares, a apostar con una visión un poco más amplia por todos los mercados y empezar a mirar también sectores y perfiles de compañía que los últimos dos o tres años no han brillado porque todo el interés ha estado centrado en las grandes tecnológicas. Pero pensamos que con una visión un poquito más amplia y mirando ese crecimiento de beneficios por esta potenciación del crecimiento y del consumo a corto plazo, sí pensamos que es un año que sigue teniendo buenas oportunidades.
¿El inversor podría volver a confiar en la estrategia 60%-40%?
60% - 40% o el nivel que sea. Si la pregunta es ¿sigue siendo necesario? o diría más, ¿ha dejado en algún momento de ser necesario tener lo que significa la cartera 60-40? Que es una estrategia definida que cumpla con mis objetivos financieros a largo plazo, que tenga un nivel de diversificación, que incluye activos tanto de renta variable como de renta fija; y dentro del 60% también hay que hacer mucho trabajo de diversificación geográfica, sectorial, de no concentrar la cartera. En renta fija exactamente lo mismo.
Es decir, si la pregunta es ¿creo que sigues teniendo que tener una aproximación ordenada y bien estudiada a los mercados? Sí, si luego tu perfil de riesgo 60-40, es decir, buscas una revalorización del capital a largo plazo, asumes que a corto plazo puedes tener volatilidad y que esta volatilidad significa que tienes que tener otros recursos para financiar tu vida y tu actividad normal sin necesidad de tirar de esa cartera en un momento en el que estuviese baja, mi respuesta no es que haya que volver a apostar por ella, es que en realidad nunca tuvimos que dejar ese concepto de lado.
Las políticas de Trump beneficiarán a algunos sectores más que a otros… en este sentido, ¿por cuáles apostáis desde Deutsche Bank?
Pensamos que sí, que la llegada de Trump y las políticas que ahora mismo está esbozando, no hay que olvidar que Trump lleva una semana; es decir, tenemos todavía que ver cómo se desarrolla todo su programa económico más allá de estas primeras semanas de órdenes ejecutivas que tienen mucho de posicionamiento de la administración, tenemos que ver cómo evoluciona. Pero si nos quedamos con los titulares, Trump está apostando por una potenciación muy importante de la economía, de la demanda interna de Estados Unidos por la vía de la relocalización de producción, por la vía de la reducción de impuestos y por la vía en última instancia de hacer que más dinero circule más rápidamente por Estados Unidos y eso nos parece que va a tener un impacto en los mercados y en los perfiles de compañía.
Estamos apostando por sectores como el financiero, por sectores como el industrial, por sectores, evidentemente, como el consumo. Pero también tengo que decir que lo hacíamos previamente a que Trump se confirmara como ganador de las elecciones. Esto no significa que dejemos de lado lo que ha funcionado muy bien en los últimos años que son las reglantes tecnológicas. Pensamos que hay que seguir estando ahí. entre otras cosas. porque los índices tienen un peso muy relevante en ellos. pero pensamos que hay que abrir el campo a sectores como el que te he dicho, financiero con más crecimiento a tipos más bajos, seguramente, signifique más necesidad de financiación de la economía en un momento en el que, además, los bancos tienen balances potentes y están saneados como para atender a esa demanda. Consumo, más renta disponible y más capacidad para gastar de los agentes económicos significa que ese gran driver de las economías occidentales que es el consumo, en el caso de Estados Unidos estamos hablando de cerca de un 70%, va a tener muchos motivos para que las familias y las empresas sigan gastando y sigan consumiendo. Industriales, lo mires como lo mires, tienes una transformación económica y una transformación de fuentes de energía y una transformación de la manera en la que producimos que afecta a nivel global y localmente en Estados Unidos tienes a Trump diciendo que una de las maneras que tienes para quitarte estos famosos aranceles es producir en Estados Unidos. Eso es un titular, lo que está diciendo es que quiere que en Estados Unidos se produzca y que mucha de esta revolución o evolución industrial se produzca dentro de sus fronteras. Eso es desde luego una potencia importante, no solo para la fábrica, sino para quien da maquinaria la fábrica, para quien ofrece servicios a la fábrica, para quien tiene que implementar eficiencia tecnológica, energética de lo que tú quieras a todo este sector. Con lo cual, estos sectores que han estado bastante muteados por la gran tecnología lo pueden hacer bien.
Y no solo son sectores, también son perfiles de compañías. Otra de las apuestas de Deutsche Bank y lo viene siendo, insisto, desde antes de la victoria de Trump, es apostar por compañías con un perfil, con un tamaño inferior al que hemos visto en los últimos años donde lo que han funcionado, básicamente, son las mega caps. Y estas pequeñas compañías están más afectadas por los tipos altos porque tienen peores fuentes de financiación, estaban más afectadas porque el ciclo del M&A del private equity estaba más parado. Si todo esto se estimula y además son compañías que sectorialmente están mucho más pegadas a lo cíclico que a la gran tecnología pensamos que en ese perfil de compañías más pequeñas también puede haber un valor diferencial en este año 2025.
Con lo cual mercado sí, pero hay que tener una visión un poco más amplia de lo que hemos tenido en los últimos tres años, que con enfocarte en las 7 grandes tecnológicas y las 10 o 12 grandes empresas de consumo defensivo en Europa, te ha valido para batir prácticamente cualquier índice. Este año va a ser un poquito más complicado.
¿Están los clientes preparados para incluir activos ilíquidos en las carteras?
Los inversores españoles no son distintos de los inversores de otras partes del mundo donde los activos ilíquidos, y nos referimos sobre todo a los activos alternativos, donde compramos directamente compañías que no están cotizadas o deuda que no están protocolizadas a través de un bono, este tipo de activos, yo creo que sí que, evidentemente, la necesidad de un inversor español no es distinta de un inversor suizo o un inversor alemán o un inversor norteamericano donde la penetración de este tipo de activos es mucho mayor y viene, además, con una historia mucho mayor. Pero creo que sí, el inversor español está preparado.
¿Por qué hemos ido más lentos? Porque la llegada del mercado financiero en España ha sido un poquito más lenta, la cultura financiera y la tradición inversora es más corta en España de lo que ha sido en los países, porque no hemos encontrado, hasta hace bien poco, vehículos que sean eficientes y que sean razonables para que te lo compre un inversor que no sea un profesional o un institucional o un patrimonio muy grande. Nos faltaba vehículo, nos ha faltado también carcasas como sistemas de previsión social o sistemas de hora a largo plazo.
Es decir, hemos ido, yo creo más lentos en la infraestructura y en el poner esto a servicio del inversor, que la propia necesidad del inversor. Creo que ya empezando a tener las herramientas, lo que tenemos que hacer desde el regulador, los fabricantes de producto y también desde los distribuidores es ir, de alguna manera, no sé si es educando la palabra, pero sí presentando y haciendo que el inversor español vaya viendo las bondades, las ventajas, también los inconvenientes de este tipo de inversión; y que a un ritmo paulatino vayamos incorporándolo, insisto, sin inventar la pólvora. Simplemente, poniéndonos al nivel de otras regiones, otros países donde esa cultura de financiera y esa visión del activo alternativo está mucho más consolidada.