Después de una década, su fondo, Incometric Equam Global Value, ha logrado un retorno anualizado del 7%, superando la evolución de índices de referencia como el MSCI Europa. Todo en un contexto muy desfavorable con políticas monetarias laxas, el Brexit, la pandemia o la guerra de Ucrania que han hecho que el segmento en el que ellos invierten, pequeñas y medianas empresas europeas, se vea ignorado.
Sin cambiar nunca su filosofía de inversión, siguen apostando por compañías familiares, estables y con poca deuda, donde se sienten más cómodos y creen que están las oportunidades de inversión, principalmente por su precio y valor a largo plazo. Esto les obliga a generar nuevas ideas de inversión que tengan un alto potencial.
Aunque el Incometric Equam Global Value tiene su foco en Europa, tienen compañías con exposición a EEUU y países emergentes. Y de su cartera, 14 de las 45 empresas han recibido una OPA, dando así a sus clientes rentabilidad, junto a los dividendos extraordinarios o la recompra de acciones.
Les avalan los resultados de empresas que tienen en cartera como LDC con un crecimiento en cuatro años de un 16%; Sesa que atesora un crecimiento del 34% o Mondadori, que además ser una de las principales posiciones del fondo, acumula un crecimiento del 9%.
Su fondo, con un patrimonio de 75 millones de euros, aún tiene recorrido y aunque José Antonio Larraz, fundador y gestor de Equam considera que “es muy complicado crecer cuando el tipo de inversión que haces no está de moda” confían en que su momento llegará más pronto que tarde, porque señala que “a nivel macro Europa no lo está haciendo bien, pero a nivel micro sí”.
Ahora y después de la salida en 2021 de Francisco García Paramés, Equam Capital busca un socio que les ayude a crecer con fuerza comercial; y aunque no quieren perder la pertenencia de proyecto con una compra al 100%, no están cerrados a socios minoritarios.