Los ciudadanos alemanes acudirán a las urnas el 23 de febrero debido a unas elecciones federales que tienen importantes implicaciones para la economía alemana, así como para los mercados financieros europeos.
El anterior gobierno, una coalición formada por los socialdemócratas de centroizquierda (SPD), los verdes y el liberal Partido Democrático Libre (FDP), quedó disuelto a principios de noviembre de 2024, principalmente debido a diferencias irreconciliables sobre el presupuesto. El FDP insistió en el cumplimiento del “freno de la deuda”, que limita el déficit presupuestario estructural, mientras que el canciller Olaf Scholz (SPD) considera necesaria una mayor deuda pública para financiar áreas como la defensa y el gasto en infraestructuras.
Finalmente, la disolución del gobierno se aceleró tras una sentencia del Tribunal Constitucional Federal de noviembre de 2023 que restringía significativamente el margen de maniobra fiscal, lo que aumentó las tensiones entre los socios de la coalición.
Friedrich Merz, líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Alemania, es candidato favorito para convertirse en el próximo canciller. Aún no está claro qué partidos podrían unirse a la CDU y a la CSU, en una futura coalición, pero lo más probable es que procedan de uno o dos de los partidos del gobierno anterior (SPD, Los Verdes o FDP).
En nuestra opinión, hay varios asuntos principales que predominan en el debate político:
- La inmigración y la economía son los temas clave. La inmigración ilegal se ha convertido en un tema clave de cara a las elecciones. La CDU, la CSU, junto con el FDP, Alternativa para Alemania (AfD) y la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), de izquierdas y populista, defienden una postura más estricta en materia de inmigración que el SPD, los Verdes y la izquierda Die Linke. Creemos que será necesario llegar a un acuerdo sobre este tema en cualquier coalición futura.
- Estimular la economía alemana es el segundo tema principal de la campaña. Tras años en los que el crecimiento económico se ha estancado o ha caído, las perspectivas para la economía alemana en 2025 son, en el mejor de los casos, poco alentadoras. No es de extrañar que la CDU/CSU y el FDP hayan hecho campaña con un programa para impulsar significativamente la economía alemana. El SPD tradicionalmente da prioridad al gasto social y los Verdes se centran en las cuestiones medioambientales.
Los partidos con más probabilidades de formar parte de la coalición están alineados en su compromiso con las políticas exteriores y de seguridad occidentales, a diferencia de AfD y BSW.
Esperamos que los siguientes temas sean clave de cara a las negociaciones de coalición:
- Reducir la burocracia. Un tema importante para todos los partidos, especialmente para CDU/CSU y FDP.
- Reducir los costes energéticos. Los precios de la electricidad y el gas son demasiado altos para una economía alemana que históricamente ha sido muy dependiente del consumo energético. Los posibles socios de coalición coinciden en la necesidad de reducir los costes energéticos (tanto los impuestos sobre la electricidad como las tarifas de la red). La CDU/CSU, el SPD y los Verdes se han comprometido con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática para 2045, mientras que el FDP prefiere fijar ese objetivo para 2050. Por su parte, el plan de la AfD se basa en el uso de combustibles fósiles, especialmente los procedentes de Rusia, y la energía nuclear.
- Reducir los impuestos. Tanto la CDU como el FDP quieren reducir los tipos del impuesto de sociedades (actualmente elevados en comparación con la media del G7) para fomentar la inversión. Por el contrario, el SPD y los Verdes quieren centrarse en los incentivos a la inversión directa. También se prevé en general una desgravación fiscal para los empleados, aunque las propuestas difieren en cuanto a la escala y los beneficiarios de los recortes.
- Abordar la escasez de mano de obra. Todos los principales socios potenciales de la coalición coinciden en que Alemania debe promover la migración legal de trabajadores cualificados.
- Flexibilizar el freno a la deuda. Según la Ley Fundamental, el déficit presupuestario estructural del gobierno federal no puede superar el 0,35% del PIB, salvo en situaciones especiales, como catástrofes naturales. Las opiniones sobre si el freno a la deuda debe mantenerse o flexibilizarse difieren entre los posibles partidos de la coalición.
- Freno a la deuda: flexibilización en lugar de derogación
La CDU/CSU, el FDP y la AfD están a favor de mantener el freno de la deuda. Sin embargo, Merz ha expresado en repetidas ocasiones su disposición a negociar sobre el tema a cambio de recortes en el gasto público, incluidas las prestaciones sociales y las subvenciones. La CDU/CSU planea optimizar la renta de seguridad (Bürgergeld) y ofrecer mayores incentivos para trabajar. Según algunas encuentas, los planes de la CDU/CSU para reducir los impuestos aumentarían significativamente el déficit presupuestario, lo que probablemente requeriría un compromiso sobre el freno de la deuda de todos modos.
Tanto el SPD como los Verdes abogan por una flexibilización, pero no una eliminación total, del freno de la deuda, así como por la creación de un nuevo "fondo especial" que no quede sujeto a esta regulación fiscal. El objetivo es aumentar los fondos para gastos en defensa, infraestructura, educación y lucha contra el cambio climático.
Muchos de los principales economistas de Alemania y el Bundesbank alemán están a favor de modificar el freno de la deuda, y creemos que es probable que se alcance un compromiso sobre este asunto, aunque no será fácil. Según una propuesta del Bundesbank (que tiene en cuenta las políticas fiscales de la UE), el déficit estructural podría elevarse, en función de la relación deuda/PIB global, hasta el 1% del PIB, es decir, unos 30.000 millones de euros en la actualidad.
Posibles formaciones políticas
A fecha de 12 de febrero, las encuestas indican que la CDU/CSU sería la vencedora de las elecciones con alrededor del 30% de los votos. La AfD puede esperar obtener alrededor del 20% de los votos, el SPD alrededor del 16% y los Verdes alrededor del 14%. Queda por ver si Die Linke, el BSW y el FDP también llegarán al Bundestag, para lo cual (en la mayoría de los casos) se requiere el 5% de los votos. Según las encuestas, los tres están actualmente cerca del umbral del 5%.
Como el FDP, socio tradicional de la CDU/CSU, no sería lo suficientemente fuerte como para generar una mayoría en el parlamento, incluso si llegan al Bundestag, la CDU/CSU preferiría al SPD como socio de coalición. Aun así, no se puede descartar una coalición con los Verdes. También podría materializarse una coalición a tres bandas entre la CDU/CSU, el SPD y los Verdes o el FDP, dependiendo del resultado final de las elecciones, aunque tal constelación podría ser inestable, como lo demuestra la desaparición de la coalición anterior. Una coalición entre la CDU/CSU y la AfD, el BSW y/o Die Linke ha sido descartada categóricamente por el Sr. Merz.
También deben considerarse otros resultados potenciales. En primer lugar, si fracasan las negociaciones de coalición entre la CDU y el SPD, los Verdes o posiblemente el FDP, puede ser necesario celebrar nuevas elecciones. En segundo lugar, incluso con una mayoría gubernamental estable liderada por la CDU, los partidos situados en los márgenes del espectro político (AfD y BSW) podrían conseguir una minoría de bloqueo de un tercio de los escaños del Bundestag. En ese caso, sería mucho más difícil aplicar los cambios constitucionales, incluido el freno al endeudamiento.
Expectativas del mercado: mayores rendimientos del Bund y optimismo para la renta variable
Creemos que el resultado más probable es que la CDU/CSU salga ganadora de las elecciones y forme una coalición, idealmente con uno, pero posiblemente con dos de los partidos de centro (SPD, Los Verdes o FDP). No esperamos que los partidos marginales obtengan suficientes votos para formar una minoría de bloqueo.
Las tendencias económicas y políticas de EE. UU. siguen siendo los principales impulsores de los mercados financieros mundiales. Pero un gobierno alemán estable con una agenda favorable a las empresas podría volver a marcar una pauta positiva para Europa, lo cual es importante teniendo en cuenta la amenaza de aranceles sobre las exportaciones europeas a EE. UU.
En esta situación, esperaríamos un ligero aumento en los rendimientos del Bund, ya que los inversores contemplan lo que una relajación del freno de la deuda puede proporcionar: un impulso al crecimiento económico y un aumento en la emisión de deuda. No se sabe con certeza si los diferenciales de los bonos de otros países de la zona euro en relación con los Bund se reducirían. El aumento de los rendimientos de la deuda pública en Alemania elevará inicialmente los tipos de interés en toda la zona monetaria y un aumento de los costes de los préstamos supondría un dolor de cabeza adicional para los países que ya están bajo presión para reducir sus déficits presupuestarios.
La renta variable, en particular las acciones industriales cíclicas alemanas y europeas, pero también las financieras, podrían beneficiarse de la mejora de las perspectivas de crecimiento de la mayor economía de Europa. Un resultado electoral positivo podría suponer la continuación de una rentabilidad atractiva de la renta variable europea desde principios de año.