La nueva distribución de escaños en el parlamento ya está definida, y los analistas de los mercados de capitales esperan un gobierno favorable a las empresas. Antes de las elecciones, no estaba claro cuántos partidos lograrían entrar en el parlamento y hasta anoche seguía siendo incierto si el FDP (liberales) y el BSW (Bündnis Sahra Wagenknecht, izquierda) superarían el umbral necesario. Finalmente, el BSW se quesó sin representación por un estrecho margen, lo que evita la necesidad de una coalición tripartita y facilita las negociaciones para formar gobierno. El líder de la CDU (centro-derecha), Friedrich Merz, tiene intención de cerrar un acuerdo antes de Semana Santa.
Expectativas elevadas: ¿qué esperan los inversores del nuevo gobierno?
En los últimos años, muchas empresas alemanas han logrado desvincularse del débil crecimiento económico del país, lo que se ha reflejado en sus beneficios y en la evolución de los precios de las acciones del índice DAX (+19% en 2024 y +12% en lo que va de 2025, hasta el 21 de febrero). Sin embargo, las empresas del DAX aún generan, de media, el 20% de sus ingresos en Alemania. Un gobierno alemán favorable a las empresas debería mejorar las condiciones para la inversión a medio plazo y estimular la demanda interna.
Uno de los factores clave es el coste competitivo de la energía y la electricidad, esenciales para la industria alemana de alto consumo energético. Esto requiere inversiones en infraestructura de transmisión eléctrica y otros sectores estratégicos. También es fundamental reforzar el gasto en defensa, aunque la mejor inversión a largo plazo sigue siendo la educación, junto con políticas que fomenten la transferencia de conocimiento hacia la economía.
Sin embargo, estos gastos en educación, infraestructura y defensa no son compatibles con el actual freno a la deuda en Alemania. Relajar esta restricción conlleva el riesgo de un aumento descontrolado del gasto público, desviándolo de inversiones estratégicas. Una posible solución sería la creación de "fondos especiales" ("Sondervermögen"), que funcionan como presupuestos complementarios financiados con deuda, pero con un enfoque concreto. Si el Estado fuera una empresa, los inversores exigirían un uso más eficiente de su capacidad de balance. Una propuesta sería la creación de tres fondos especiales de 100.000 millones de euros cada uno, destinados a defensa, infraestructura y educación.
Desde el punto de vista del mercado, estos aspectos son fundamentales y la formación de la coalición será seguida de cerca en este contexto.
Alemania se encamina hacia una "gran coalición"
Se espera que el líder de la CDU, Friedrich Merz, sea el nuevo canciller. Dado que el FDP y el BSW no han conseguido representación en el Parlamento, la coalición más probable será entre CDU/CSU y SPD (socialdemócratas). Este tipo de alianza, conocida como "gran coalición", ya ha existido en el pasado, más recientemente bajo el liderazgo de Angela Merkel. Sin embargo, cualquier reforma del freno a la deuda requeriría una mayoría de dos tercios en el parlamento, lo que significa que esta coalición necesitaría el apoyo de la oposición o utilizar mecanismos alternativos, como los "fondos especiales", para impulsar inversiones clave para el futuro.
En consecuencia, serán necesarios llegar a determinados acuerdos. Durante la campaña electoral, Friedrich Merz promovió un programa favorable a las empresas, con menores impuestos, menos regulación y reducción de beneficios sociales. Sin embargo, el SPD ha defendido un enfoque distinto, priorizando la justicia social, la inversión en educación e infraestructuras, y la reducción de los costes energéticos.
Los puntos en los que convergerán ambas partes aún son inciertos. Sin embargo, ya se pueden anticipar algunas áreas que podrían beneficiarse de esta "gran coalición":
- Infraestructura: ambas partes coinciden en la necesidad de inversión, lo que beneficiaría a las empresas de construcción, energía e infraestructuras.
- Energías renovables: el SPD otorga una gran importancia a este sector, mientras que la CDU también respalda medidas de fomento de energías limpias.
- Educación y digitalización: ambos partidos priorizan la modernización del sistema educativo y el avance de la digitalización.
Uno de los aspectos más controvertidos de esta coalición será el enfoque del SPD en la justicia social, lo que podría traducirse en un mayor gasto social y una regulación más estricta del mercado laboral. Esto podría generar tensiones con la CDU, que históricamente ha defendido un enfoque más orientado al mercado. En política exterior, la CDU parece tener más puntos en común con Los Verdes que con el SPD, lo que podría influir en futuras negociaciones.
Implicaciones para los mercados
Un gobierno alemán con una orientación favorable a las empresas podría aportar un impulso muy necesario a la debilitada economía del país, especialmente si se materializan medidas de desregulación y reducción de impuestos. Esto podría estimular el consumo interno y, en consecuencia, el crecimiento económico.
Se espera que el nuevo gobierno asuma un papel de liderazgo más fuerte dentro de la UE y a nivel global. Con la presidencia de Donald Trump en EE.UU., Europa necesita nuevas estrategias en seguridad y en su relación con China como socio comercial clave. La UE y Alemania requieren reformas urgentes para reducir los procedimientos burocráticos y mejorar la competitividad. Durante la campaña, Friedrich Merz enfatizó que el exceso de regulación afecta negativamente la productividad europea en comparación con EE.UU. y China. Propuso la regla de "entra uno, salen dos", según la cual cada nueva regulación debería eliminar dos existentes.
Desde la perspectiva de los mercados, los siguientes sectores podrían verse beneficiados:
- Pequeñas y medianas empresas (PYMEs): la reducción de la burocracia aliviaría su carga administrativa y una recuperación de la demanda interna favorecería a las PYMEs más que a las grandes corporaciones.
- Infraestructura digital y energética: las empresas del sector de infraestructuras y bienes de equipo podrían beneficiarse de mejores condiciones para el desarrollo de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y la digitalización en sectores como salud, construcción y administración pública.
- Defensa y seguridad: las compañías del sector defensa y ciberseguridad se verían impulsadas por un aumento en los presupuestos de seguridad nacional.
En definitiva, la formación de la nueva coalición y sus decisiones en materia económica serán determinantes para el rumbo del mercado y la competitividad de Alemania en los próximos años.