Toca hacer balance de mediados de año. Llevamos un ejercicio positivo y no tanto como se esperaba en renta fija. ¿cómo ha sido el primer semestre si hablamos desde el prisma de la gestión pasiva?
Desde el punto de vista de gestión pasiva ha sido un semestre excelente, como vienen siendo los últimos semestres. Solo para hacerse una idea, han entrado alrededor de 100.000 millones de euros (siempre hablando a nivel europeo) en estrategias pasivas, ETFs y fondos índice. Esto supone casi 30.000 millones más que en el mismo semestre del año pasado, que de por sí ya fue un año muy bueno. Se explica principalmente por el buen comportamiento de algunos de los mercados. Por activo, en renta variable ha habido rentabilidades de doble dígito en los principales índices, entre un 10 y un 15%, y esto ha hecho que el 75% de estos 100.000 millones haya ido a parar estrategias de renta variable. La renta fija ha obtenido unos flujos netos de alrededor de 21.000 millones y en commodities ha habido una entrada un poco más residual de alrededor de 1.000 millones. El buen comportamiento de los mercados de renta variable ha empujado el crecimiento de los ETFs de gestión de renta variable, y en renta fija quizás las esperadas bajadas de tipos de interés han hecho que tengan un poco menos de atractivo en cuanto a rentabilidad, con rentabilidades positivas en la parte corta de la curva y con rentabilidades ligeramente negativas para partes más largas de la curva, tanto en gobiernos como en crédito.
¿Qué activos han funcionado mejor?
Si miramos por categoría, vemos que la renta variable global ha atraído alrededor de 30.000 millones durante este semestre, con un retorno del MSCI World de alrededor del 12%; y la renta variable norteamericana ha atraído alrededor de 26.000 millones de euros, con un rendimiento de alrededor del 15%. Entre estas dos categorías vemos que han atraído prácticamente el 60% de todos los flujos. Lo que es un poco más sorpresivo son las tercera y cuarta categorías que han atraído más flujos: los gobiernos globales, que han atraído alrededor de 12.000 millones de euros en el semestre, y los treasuries norteamericanos, que han atraído alrededor de unos 6.000 millones.
Con la primera bajada de tipos del BCE sobre la mesa, todas las expectativas están en que septiembre tanto FED como BCE bajen sus tasas. ¿Esto favorecerá a las estrategias de ETF con gestión pasiva?
Lo que puede ocurrir es que sucesivas bajadas de tipos de interés puedan favorecer el comportamiento de los mercados, y como hemos estado viendo durante los últimos años la tendencia de entrada de dinero en la gestión pasiva ha sido creciente. Si los mercados se van a seguir comportando de manera positiva, es previsible que la gestión pasiva lo siga haciendo muy bien. Si segmentamos por tipo de activo, en renta variable sin duda una bajada de tipos va a ser muy positiva para el mercado, ya que hará que la tasa de descuento a la que se valoran las compañías se reduzca; y sobre todo una bajada de tipos puede significar evitar esa potencial recesión que estaba en las previsiones durante este semestre, con lo cual es posible que la renta variable salga muy favorecida y por tanto la renta variable a través de gestión pasiva salga muy favorecida. Por el lado de la renta fija, las bajadas de tipos sin duda van a favorecer aquellos productos con duraciones más elevadas. Aquí sí que podemos hacer una diferenciación clara entre Estados Unidos y Europa: en Estados Unidos se han visto datos de inflación en el último mes muy positivos, mientras que en Europa se ha producido un ligero estancamiento en la bajada de la inflación. Es justo estas expectativas de inflación lo que van a marcar un poco el comportamiento de los mercados los mercados. A día de hoy están descontando entre una y dos bajadas tanto en Estados Unidos como en Europa, pero justo son estas expectativas de inflación las que van a hacer que el mercado se pueda comportar de una manera más o menos positiva.
¿En qué segmentos estáis encontrando más oportunidades?
Claramente ha habido una gran aceptación por parte de ciertos segmentos del mercado, como puede ser la gestión discrecional de carteras y la banca privada, en las que la utilización de la gestión pasiva hasta ahora era un poco táctica en la parte satélite de las carteras y a partir de ahora se ha visto que se ha empezado a implementar estrategias core -estrategias centrales de las carteras- con gestión pasiva, gracias a los atributos de los que ya hemos hablado otras veces, como pueden ser la eficiencia en costes, la transparencia y la liquidez diaria. Donde hemos visto mucha actividad ha sido en toda la parte de renta fija, incluso con los retornos ligeramente negativos en las duraciones largas se ha visto un creciente interés. El motivo es doble: uno es que ahora tenemos tipos positivos y por lo tanto no estamos en la situación de los últimos 10-12 años donde no se podía construir una cartera de renta fija; y el segundo es la eficiencia en costes que lleva a que sean productos muy atractivos. Tampoco debemos olvidar todos aquellos inversores a través de productos multiactivos que han seguido aprovechándose de una diversificación adecuada y el acceso a todas las clases de activos a través de la gestión pasiva.
En renta variable, ¿qué tipo de estrategias funcionarán mejor?
Hablar siempre sobre el futuro y hacer previsiones en un mercado con tanta incertidumbre como la que existe ahora es siempre un poco difícil, pero sí que es verdad que hay tendencias de largo plazo que se han visto muy beneficiadas incluso con tipos altos como ha podido ser la tecnología que creemos que se verá muy favorecida por las potenciales bajadas de tipos a los dos lados del Atlántico. Otros sectores que también nos gustan son el sector financiero, el sector de la energía, o el sector industrial. En cuanto a capitalización podemos hacer una diferenciación; hasta ahora las compañías de baja capitalización, dado su situación financiera y su mayor apalancamiento que las compañías de alta capitalización, se han quedado un poco por detrás en cuanto al retorno. Sin embargo, es posible que este nuevo ciclo de bajada de tipos pueda ser muy favorable para compañías de mediana y baja capitalización que puedan recuperar terreno con respecto a las compañías de alta capitalización.