Posibles obstáculos: ¿hacia dónde va la inflación?
Aunque la bajada de tipos ha sido bien recibida, hay otros factores que siguen preocupando a los inversores. Los recortes de tipos no ocurren de forma aislada, y las reacciones del mercado dependen de muchos factores. La preocupación de que el dinero barato indique el miedo de los bancos centrales a una economía débil parece infundada en este caso. Aunque la economía estadounidense se está desacelerando, no parece estar entrando en recesión y los beneficios empresariales deberían ser mejores que en ciclos anteriores de recortes de tipos.
Otros factores también están frenando los mercados de acciones tras la reciente bajada de tipos. El principal es la incertidumbre política, tanto a nivel nacional como internacional. En EE.UU., estamos en una fase avanzada del ciclo electoral, con los resultados de las elecciones presidenciales y del Congreso aún inciertos a pocas semanas de los comicios. Aunque no esperamos un gran impacto en los mercados, una victoria clara de un partido en el Congreso y la Casa Blanca podría traer cambios significativos en la política. Mientras que una victoria de Harris significaría continuidad, una gran victoria republicana probablemente tendría el mayor impacto en los mercados debido a la ruptura con la administración anterior.
La incertidumbre política nacional también se extiende a la escena geopolítica. Aunque es poco probable que EE.UU. cambie drásticamente de rumbo en la escena internacional, una victoria de Trump casi seguro afectará las relaciones comerciales con otros países, especialmente China. Aunque ambos candidatos adoptarán una postura “antichina”, las diferencias serán de grado y estilo, y una segunda administración de Trump probablemente tendría el mayor impacto en el comercio entre las dos potencias económicas.
El desafio de estas incertidumbres políticas es que se vuelva a un entorno inflacionista, especialmente si Trump impone nuevos aranceles. Es probable que el crecimiento se mantenga moderado durante algún tiempo, y existe el riesgo de que la inflación no siga una senda similar. La divergencia en el crecimiento entre regiones también podría tener repercusiones imprevistas en las divisas. El peor escenario sería una estanflación, con un crecimiento incapaz de seguir el ritmo de la subida de precios.
Un probable aterrizaje suave
Sin embargo, la mayoría de los indicadores apuntan a una perspectiva más optimista, con un aterrizaje suave como resultado probable. A pesar de la tibia reacción del mercado, la reciente decisión de la Reserva Federal sigue siendo positiva para los mercados de acciones.
Tanto la economía estadounidense como la europea están mostrando resistencia, y el empleo se ha mantenido sólido a ambos lados del Atlántico. A pesar de cierta rigidez, especialmente en la zona euro debido a la mayor inflación de los servicios, las previsiones de inflación son positivas y las perspectivas de crecimiento mejoran. Algunas economías más sensibles a los tipos de interés podrían experimentar un repunte tras las recientes decisiones de los bancos centrales. Aunque el crecimiento económico chino ha mostrado cierta debilidad, es importante seguir de cerca la determinación del Gobierno de apoyar la economía mientras se centra en la innovación y el ajuste estructural a largo plazo, dado el tamaño de la economía y su posible impacto en otros mercados.
A nivel mundial, un dólar más débil ayudará a los mercados emergentes, mientras que los precios del petróleo parecen estar resistiendo el creciente conflicto en Oriente Medio sin grandes aumentos. Además, las megatendencias que impulsan las inversiones y la eficiencia en una amplia gama de sectores, como la inteligencia artificial y la transición energética, siguen intactas y presentan oportunidades para los inversores.
Perspectivas para los inversores
Aunque creemos que las perspectivas son positivas, los próximos meses serán cruciales para determinar si el fantasma del retorno de la inflación se ha gestionado con éxito y se ha logrado una senda constructiva. Mucho dependerá del resultado de las elecciones de noviembre en EE.UU. Aunque el resultado más probable es un gobierno dividido y, por tanto, cierta continuidad política, no se puede descartar una victoria clara de un partido en el Congreso y la Casa Blanca.
Para los inversores, las tensiones comerciales entre las dos economías más grandes del mundo, en medio del ascenso de China como innovador y líder en tecnología, destacan cómo cambiará el panorama en los próximos años. Es probable que veamos una bifurcación en el comportamiento de los consumidores a nivel mundial: en algunos mercados se inclinarán por proveedores chinos, mientras que otros seguirán la ruta estadounidense. El impacto de la aparición de “hemisferios tecnológicos” rivales en los mercados de acciones aún está por ver, pero los inversores deben ser conscientes de que esta es la trayectoria probable del panorama tecnológico mundial, una trayectoria que también estará determinada por la resolución de las incertidumbres políticas y económicas en los próximos meses.