Resumiendo mucho nuestro punto de vista, pensamos que las buenas prácticas en la gestión ayudan a las empresas a mantener una rentabilidad atractiva, al permitirles reducir el coste del capital a largo plazo. Cuando las empresas con altos rendimientos sobre el capital reinvierten en sus partes interesadas, este círculo virtuoso, o efecto ‘flywheel’, aumenta el potencial para mantener y mejorar los rendimientos financieros y la gestión, y en última instancia, mejorar los precios de las acciones. Una estrategia de inversión en stewardship permite sacar partido de todo ese potencial: 

Poniendo la gestión responsable en el centro. La experiencia nos ha enseñado que las empresas que tratan de equilibrar el crecimiento con las necesidades de los empleados, los clientes y los proveedores y que, en la búsqueda de beneficios, respetan el medioambiente, pueden conseguir mejores resultados y más sostenibles a la larga. Cuando las empresas están dirigidas por un consejo comprometido y un equipo directivo sólido, canalizan el capital de forma sensata e invierten con una perspectiva a largo plazo y velando por los intereses de todas las partes implicadas. Una política de stewardship decidida, asimismo, les permite reforzar sus ventajas competitivas e impulsar la rentabilidad con el tiempo. 

Ampliando el horizonte de inversión. La visión de futuro orienta los análisis hacia empresas con posiciones dominantes en el mercado, estructuras sectoriales estables y una rentabilidad del capital alta y constante que se multiplica con el paso del tiempo. Creemos que la estabilidad y persistencia de los rendimientos a menudo es subestimada por el mercado, ya que los beneficios menos medibles pero igualmente importantes de la gestión responsable se acumulan a lo largo de décadas. Una empresa que refuerza sus rendimientos mediante la inversión continua en sus partes interesadas ayuda a reducir la volatilidad de las ganancias y aumenta los beneficios del interés compuesto a largo plazo. Un enfoque a largo plazo tiene el potencial de llevar a una empresa de ofrecer un alto retorno de la inversión durante uno o dos años a lograr altos rendimientos año tras año. Centrarse en construir una cultura, reducir la rotación de empleados, invertir en innovación y asegurar la preparación para la transición energética probablemente ayudará a impulsar beneficios a largo plazo.

Adoptando una perspectiva más amplia. La orientación al largo plazo en la rentabilidad y la gestión responsable se concreta en una cartera básica diversificada cuyos factores de riesgo y rentabilidad son específicos de cada acción. La diversificación y la atención a la selección de valores reduce los sesgos geográficos, sectoriales y factoriales y refuerza las capacidades de generar rentabilidades superiores a las del mercado (alfa) en diferentes contextos. 

Utilizando un enfoque activo respaldado por el análisis. Un proceso sólido de selección de acciones y una estrategia de compromiso, junto con un enfoque separado e intencional de construcción de cartera consciente del riesgo, ayudan a garantizar que la cartera esté diseñada para navegar la volatilidad macroeconómica a pesar de mantener nombres a largo plazo. Sabemos que el valor creado por cada una de las empresas en una cartera de gestión responsable no será lineal, por lo que las participaciones necesitarán ser reequilibradas en función de la valoración relativa. Por ejemplo, en nuestra propia cartera, nuestro objetivo es mantener posiciones durante más de 10 años si los rendimientos y la gestión responsable continúan cumpliendo con nuestros altos estándares, pero el peso activo de cada posición fluctúa significativamente durante su período de tenencia debido a nuestro marco de construcción de cartera.

Las estrategias de stewardship también están preparadas para sacar partido de la ineficiencia del mercado a la hora de valorar los aspectos de carácter más cualitativo de los criterios ASG, difícilmente indexables o analizables desde un planteamiento cuantitativo.

Características de los gestores responsables

Estamos convencidos de que en todos los segmentos del mercado es posible encontrar opciones interesantes para invertir en stewardship. Suele tratarse de empresas de gran calidad, líderes en sus sectores y con un perfil de rentabilidad atractivo y relativamente estable. En concreto, creemos que los gestores responsables:

  • Tienen en cuenta su impacto en el planeta y su dependencia de los recursos naturales (la A de los criterios ASG). Adoptando los principios de la economía circular y controlando sus externalidades, desde la provisión de materias primas hasta el final de la vida útil de sus productos, las empresas pueden reforzar la resiliencia de su actividad y mejorar su potencial de rentabilidad a largo plazo. Además, mediante la preparación para la transición energética y la reducción de las emisiones de carbono, es posible impulsar la rentabilidad de cara al futuro mitigando los riesgos normativos. 
  • Se preocupan por los empleados, los clientes, los proveedores y las comunidades de las que forman parte (la S). Así pueden favorecer una menor rotación del personal y una plantilla más implicada, fortalecer la fidelización de los clientes y promover cadenas de suministro más sostenibles.
  • Cuentan con una estructura de gobernanza robusta (la G), que redunda en una mayor eficacia a la hora de asignar capital desde una perspectiva largoplacista y centrada en la innovación constante; un enfoque que potencia sus ventajas competitivas y su capacidad para fijar precios.

En definitiva, tenemos razones para pensar que, incorporando empresas líderes en administración responsable, es posible lograr una cartera básica de renta variable diversificada que, en términos generales, sea menos volátil que el conjunto del mercado.

Ejemplos prácticos de la inversión en stewardship*

Los siguientes ejemplos ponen de relieve la amplitud del conjunto de oportunidades y el papel de la administración responsable a la hora de respaldar a las empresas que, no solo generan una alta rentabilidad del capital, sino que también actúan de forma respetuosa con todas las partes interesadas: 

  • Una empresa tecnológica, que se cuenta entre las principales del mundo, reúne las características para convertirse en una firme candidata a formar parte de una cartera de administración responsable. La empresa, conocida por sus altos rendimientos, la resiliencia de su negocio principal y su capacidad para innovar y adaptarse, es menos reconocida por la fortaleza y profundidad de su trabajo ambiental. Sin embargo, para nosotros, destaca por su enfoque para lograr emisiones netas de carbono cero, estableciendo un objetivo de ser carbono negativo para 2030 y mitigando su huella de carbono actual junto con todo el carbono que ha emitido a la atmósfera desde su fundación hace casi 50 años. Nos parece un compromiso verdaderamente loable. La compañía ha integrado esta estrategia en sus propias operaciones y en las decisiones de aprovisionamiento, y trabaja codo a codo junto con sus proveedores para garantizar la reducción de la huella de carbono en toda su cadena de suministro.
  • Un fabricante internacional de neumáticos ha incorporado la sostenibilidad a su estrategia de negocio y se ha convertido en un auténtico defensor del uso de fuentes de aprovisionamiento responsables. La empresa da formación a más de 100.000 agricultores al año sobre riesgos de deforestación y biodiversidad, pero también recaba y comparte información importante en materia de deforestación con todos los proveedores de la cadena de suministro. Y aunque su estrategia de fabricar neumáticos más duraderos podría sugerir que vende menos neumáticos, esta durabilidad no solo reduce los desechos, sino que también le otorga a la empresa poder de fijación de precios y de marca. Por consiguiente, le será más fácil ampliar su cuota de mercado al tiempo que cuida del planeta. Es, por tanto, un modelo beneficioso para todas las partes en términos de rentabilidad y de responsabilidad corporativa, y ejemplifica en qué medida este tipo de administración y un sólido liderazgo ASG pueden construir una ventaja competitiva duradera.

* Los ejemplos mostrados se presentan únicamente con fines ilustrativos y no deben considerarse representativos de las inversiones reales. No debe asumirse que ningún cliente invierte en las acciones de las empresas utilizadas como ejemplos (o en otras similares), ni tampoco que invertir en ellas haya sido o vaya a ser rentable.