Tres años después de la aparición del COVID en el centro de China, que llevó al país a convertirse en un caso atípico a escala mundial, con un enfoque de tolerancia cero basado en cierres y pruebas frecuentes, los inversores vuelven con apetito a las acciones chinas, que en los últimos años no ha dado ninguna alegría. Ayer domingo, miles de viajeros chinos cruzaron en ambas direcciones entre China Continental y Hong Kong.
Hong Kong ha limitado los cruces diarios a unas 60.000 personas en cada dirección, en una reapertura escalonada que incluye un tope de 50.000 en los tres puestos fronterizos.
Los propietarios hongkoneses de fábricas en el continente, especialmente en la vecina provincia de Guangdong, tienen previsto regresar para revisar sus operaciones y volver en febrero, tras el periodo vacacional del año nuevo chino y así iniciar el trabajo con sus empleados.
El debilitamiento de China fue un fuerte lastre para los mercados emergentes, aunado a la fortaleza del dólar, que vieron caer tanto las acciones, los bonos soberanos y corporativos y las divisas: Pero junto con China, parece que los optimistas esperan un buen año para estos mercados, apoyados tanto en la recuperación del dragón asiático. Morgan Stanley esper una rentabilidad en torno al 17% para de deuda emergente en moneda local, mientras que Credit Suisse apuesta por la divisa fuerte.
Sin embargo, China empezó a modificar su enfoque el mes pasado, instando a las localidades a ser más selectivas. Las primeras reacciones estuvieron marcadas por la confusión y el endurecimiento de los cierres, mientras las ciudades se esforzaban por contener el aumento de los casos.
Tal parece que las decenas de protestas sin precedentes, desde que el presidente Xi Jinping sumió el poder en 2012, contra los controles de COVID en más de 20 ciudades chinas tuvieron efecto en los gobernantes.
Adicionalmente, Xi Jinping y sus altos funcionarios se comprometieron a apuntalar la maltrecha economía china este año 2023. Xi y sus líderes concluyeron su Conferencia Central de Trabajo Económico, de dos días de duración, con un llamamiento, a través de los medios de comunicación estatales, a intensificar los ajustes políticos y reforzar la coordinación para apoyar una economía que, según los analistas, creció sólo un 3% este año, su peor resultado en casi medio siglo.
Un mercado de acciones que no ha visto la luz en los últimos años
Los inversores ven en la renta variable china una historia de retorno tras unos años tórridos, favorecida por la relajación de las restricciones COVID-19, la renovada atención al crecimiento económico y el apuntalamiento del maltrecho mercado inmobiliario.
Y ha empezado el 2023 con fuerza, dando paso a señales de una potencia económica que se vuelva más amistosa, tanto con el mundo exterior como con sus propios empresarios. El índice MSCI China ha subido un 5,8% desde que se reanudaron las operaciones el martes, lo que supone el mejor comienzo de año desde 2009, tras perder casi un 24% en 2022. Entre los valores más alcistas figuran los promotores inmobiliarios y las empresas tecnológicas. El índice Nasdaq Golden Dragon China subió un 13% en el mismo periodo, lo que supone el mejor comienzo registrado.
La euforia se ha extendido más allá de la renta variable. El yuan se apreció un 0,5% frente al dólar, mientras que los bonos en dólares de algunos de los promotores inmobiliarios chinos en dificultades registraron fuertes ganancias.
Un indicador de Bloomberg que sigue a los promotores chinos subió un 5,3% el miércoles, su mayor subida en más de tres semanas. En el sector tecnológico, las acciones estadounidenses de Alibaba Group Holding Ltd. subieron un 13%, la mayor subida en un día desde junio, después de que los reguladores aprobaran un plan de Ant Group Co. del multimillonario Jack Ma para recaudar 10.500 millones de yuanes (1.500 millones de dólares) para su unidad de consumo. La medida resolvió un obstáculo clave para Ant, cuyo destino ha sido emblemático de una represión de dos años en el sector tecnológico, ya que trata de cumplir los requisitos para obtener una licencia para operar como holding financiero.
Otros gestos conciliadores de Pekín -desde conversaciones sobre planes para reanudar algunas importaciones de carbón australiano tras una prohibición de más de dos años hasta los raros elogios efusivos a los estadounidenses por parte del nuevo ministro de Asuntos Exteriores chino- supusieron un alivio para los inversores, recelosos tras años de tensiones geopolíticas.
Los inversores extranjeros compraron el miércoles 1.800 millones de yuanes netos en acciones cotizadas en Shanghái y Shenzhen, mientras que sus homólogos continentales adquirieron la mayor cantidad de acciones de Hong Kong en más de tres semanas, según datos recopilados por Bloomberg.
Sus compras también se produjeron en medio de indicios de que las infecciones por COVID podrían estar alcanzando su punto álgido en algunas de las principales ciudades chinas. Por otra parte, Pekín ha prometido ampliar el gasto fiscal como parte de sus esfuerzos por impulsar el crecimiento económico.
"Las perspectivas a medio plazo siguen siendo alcistas, sobre todo si China consigue recuperarse con fuerza a finales de este año y pasar a vivir con COVID, como gran parte del resto del mundo", escribió en una nota Craig Erlam, analista de mercados de Oanda.
El repunte podría mantenerse, si la historia sirve de guía. Desde 1990, cuando el índice Hang Seng avanzó en la primera semana, la rentabilidad media del año fue del 11%. Cuando el índice de referencia registraba pérdidas en los cinco primeros días, perdía una media del 7,9% en todo el año.
Dependiendo de la recuperación de China será la recuperación de las materias primas que el gigante asiático demanda. Los traders ya tienen la vista puesta en el mineral de hierro, el cobre, la soja e incluso el petróleo. Existen estimaciones de que las importaciones de soja podrían irse a máximos históricos, superior a los 100 millones de toneladas este año, vs 90 millones del 2022, lo que representa dos tercios del comercio internacional de soja.
Mejores fondos de Renta Variable China
Ante este escenario, seguramente los lectores se pregunten que Estrategias de Inversión existen para aprovecharse del despertar del dragón asiático, y pues bien aquí sugerimos algunos: