No sé muy bien porqué, pero he estado analizando fondos que no suelen estar en el radar de lo que estudiamos los analistas. Y sorprende que, de vez en cuando, encontramos pequeños regalos que premian este esfuerzo extra. Es cierto que no sucede muchas veces, pero qué gusto da cuando lo encontramos. Os lo cuento. 

Probablemente no hayas oído mucho hablar del Sifter Global. Es un fondo de renta variable global, con menor exposición a Estados Unidos que lo que habitualmente tienen estos fondos (menos del 50%) y con un enfoque en invertir en muy pocas compañías (fondo altamente concentrado) con un sesgo clarísimo hacia high-quality. El fondo tiene como máximo 30 compañías y tiene exclusiones como sectores financieros, commodities, raw materials, o compañías muy cíclicas. Además, tienen un foco claro en algunas ratios, como compañías de poca deuda, o empresas con ingresos y crecimiento fácilmente predecibles. 

El equipo gestor define empresas de calidad como aquellas que cumplen 3 características:

1.    Crecimiento del mercado final: el sector en el que opera una empresa debe mostrar crecimiento, lo que ofrece oportunidades para reinvertir capital. Se estima que más del 60% del crecimiento de una empresa proviene del crecimiento de su mercado final, por lo que la calidad de una compañía no puede ser totalmente aislada de su mercado.

2.    Ventajas competitivas y modelo de negocio distintivo: la empresa debe tener una ventaja competitiva clara, preferiblemente siendo líder en su mercado o en un nicho específico. Esto le permite capturar una parte significativa del crecimiento del mercado final.

3.    Fortaleza financiera: una empresa de calidad debe tener un balance sólido, con una proporción de Deuda Neta/EBITDA preferiblemente inferior a 3x. También debe contar con una fuente de ingresos predecible, un alto retorno sobre el capital invertido y márgenes amplios.

Además, el equipo gestor busca invertir en empresas con un alto retorno sobre el capital invertido (ROIC), lo que les permite aumentar sus ganancias año tras año. Y, así como tienen criterios muy claros sobre lo que buscan en una compañía, los tienen igualmente a la hora de excluir empresas de su análisis. Además de los criterios de exclusión por sector que hemos mencionado, el equipo tiene unas líneas rojas en las ratios de las compañías que no transigen por mucho que pueda gustar por otros motivos. Esta es una de las ventajas de una cartera tan concentrada, que “no te la puedes jugar” con ningún valor.

Los principales sectores del fondo con tecnología (38,3%), industriales (24,4%) y salud (13,2%). Como hemos comentado en artículos recientes, esta combinación de sectores tiene una ventaja clara porque aúna el posible crecimiento de un sector como el tecnológico con otro más tradicional con el que puede tener menos correlación (el industrial) y apoyado por un sector defensivo (salud).

Dentro de los sectores hay un claro sesgo hacia semiconductores, aunque quiero destacar también el subsector farmacéutico y el software. Aquí también existe esa combinación entre construcción (hardware de semiconductores, lo que equivaldría al sector industrial), aplicación (la parte del software equivaldría a la tecnología) y salud (lo que vendría determinado por el sector farmacéutico). 

Por supuesto, a nivel compañía, siendo tan concentrado y buscando tanto la calidad, resulta en empresas conocidísimas, como Novo Nordisk, Microsoft, Taiwán Semiconductor, o Alphabet-A.

Por último, dar un repaso de las rentabilidades. A 5 años acumulado obtiene casi un +95% y desde inicio en 2003, más del +640%. De hecho, en los últimos 10 años es de ese selecto grupo de fondos que baten al MCSI World.