Una cartera compuesta en un 60% por renta variable y en un 40% por renta fija habría generado una rentabilidad superior al 26% en los doce meses anteriores al 30 de septiembre de 2024, si utilizamos como referencia el índice S&P 500 para la renta variable y el Bloomberg US Aggregate para la renta fija. Por separado, ambos mercados superaron también con creces la rentabilidad de aproximadamente el 5% que podría haber ofrecido una inversión en un certificado de depósito (CD), según el tipo de las cuentas de ahorro de alto rendimiento estadounidenses a un año de Bankrate.com. La lección es evidente: invertir consiste en adoptar una perspectiva a largo plazo para lograr objetivos a largo plazo. ¿Han perdido la oportunidad los inversores que no han participado en este repunte de los mercados? Pensamos que no.

La renta fija, la renta variable y una cartera 60/40 superaron con creces a los CD

Los recortes de tipos podrían seguir favoreciendo a la renta fija

El banco central de Estados Unidos ha dejado muy claro cuál va a ser su trayectoria: está en modo «recorte de tipos». Las autoridades monetarias sorprendieron en septiembre a muchos inversores con un agresivo recorte de tipos de 50 puntos básicos, en lugar de 25. Este año se prevén 50 puntos básicos más de recortes y otros 100 en 2025. La expectativa del mercado es algo inferior: a fecha de 28 de octubre de 2024, el mercado prevé unos 125 puntos básicos de recortes en los próximos cinco trimestres. Los bancos centrales de muchos otros mercados desarrollados también han comenzado a recortar los tipos de interés ante la reducción de las presiones de inflación.

El rendimiento de los bonos es hoy inferior al de hace un año, lo que podría llevar a pensar a los inversores que no invirtieron en su momento que la oportunidad ya ha pasado. Afortunadamente para ellos, las recientes subidas de tipos ofrecen otra vía de acceso, y la historia ha demostrado que el potencial alcista para los inversores de renta fija se mantiene tras el inicio de los recortes de tipos por parte de la Reserva Federal. Ya sabemos que las rentabilidades obtenidas en el pasado no permiten predecir rentabilidades futuras. Sin embargo, históricamente, si bien es cierto que el rendimiento de los bonos cayó durante el periodo previo al primer recorte de tipos, también lo es que continuó haciéndolo después.

El rendimiento de los bonos ha continuado cayendo tras el primer recorte de tipos

La caída de los rendimientos impulsa la rentabilidad de la renta fija, ya que los precios de los bonos suben cuando los rendimientos bajan. Esa es una de las principales razones que explica la sólida rentabilidad de la renta fija durante el pasado año. En los doce meses anteriores al mes de septiembre, el rendimiento de los títulos del Tesoro estadounidense a dos y diez años cayó 140 y 79 puntos básicos respectivamente. Los mercados comenzaron a anticipar recortes de tipos por parte de la Reserva Federal y los rendimientos cayeron en toda la curva del Tesoro, lo que impulsó la rentabilidad de la renta fija. Según indican los datos históricos, los rendimientos podrían continuar bajando a medida que la Reserva Federal vaya recortando los tipos. Por otra parte, si la economía estadounidense se ralentiza de manera inesperada, el banco central podría recortar aún más los tipos para hacer frente al aumento del desempleo. Es importante señalar que el aumento del precio de los bonos es solo uno de los componentes de la rentabilidad total de la renta fija, y que el nivel actual de rendimientos ofrece a los inversores atractivas oportunidades de generación de rentas en una amplia gama de inversiones de renta fija.

En este contexto, los inversores podrían plantearse invertir en un fondo de renta fija de gran calidad con una duración moderada (la duración mide la exposición a los tipos de interés). Dicha posición trataría de aprovechar el nivel de rendimiento actual y el potencial de revalorización del capital a medida que los rendimientos vayan bajando, y ofrecería diversificación con respecto a la renta variable en un posible escenario de volatilidad. Existen múltiples vías para que la renta fija ofrezca una sólida rentabilidad. Si la Reserva Federal opta por recortar los tipos de manera más gradual, el rendimiento de la deuda corporativa, los bonos de titulización y otros sectores podrían mantener su atractivo en relación con los niveles registrados en los últimos diez años. Por su parte, el crédito podría obtener buenos resultados en un escenario de aterrizaje suave de la economía.

Seguimos identificando oportunidades en renta variable a pesar de las elevadas valoraciones

Aunque vemos algunos mensajes contradictorios en los mercados, en este momento parece que la Reserva Federal ha logrado reducir la inflación sin llevar a la economía a la recesión. Sus recortes de tipos pueden contribuir a la reducción de las tasas de descuento y ofrecer un cierto respaldo al nivel elevado de valoraciones que presenta actualmente el mercado de renta variable. No obstante, nuestros gestores se muestran selectivos y basan sus decisiones de inversión en la labor de análisis fundamental de los distintos sectores y compañías que llevan a cabo nuestros analistas.

Por ejemplo, algunas de las 50 mayores empresas continúan dominando los índices. Sin embargo, las valoraciones recientes y la previsión de beneficios señalan que algunas de ellas podrían registrar una ralentización de su crecimiento, sobre todo en lo que respecta a las conocidas como «siete magníficas» (Apple, Microsoft, Amazon, NVIDIA, Alphabet, Tesla y Meta).

En este escenario de ampliación del liderazgo de los mercados, ciertas áreas como la biotecnología y los equipos aeroespaciales pueden resultar especialmente interesantes. El sector de los viajes ha recuperado los niveles previos a la pandemia, y la necesidad de satisfacer la creciente demanda de transporte aéreo ha provocado que la fabricación de aviones de pasajeros esté cubierta para los próximos diez años. En lo que se refiere al sector biotecnológico, estamos identificando oportunidades de inversión en ciertas compañías que están desarrollando terapias génicas y otros tratamientos innovadores para hacer frente a afecciones que antes resultaban muy difíciles de tratar.

Los mercados muy concentrados también ofrecen oportunidades de inversión

Otra de las áreas que está suscitando el interés de los inversores es la relacionada con las infraestructuras necesarias para la construcción de centros de datos de inteligencia artificial. La energía que necesitan estos centros de datos y la creciente penetración de los vehículos eléctricos están aumentando la demanda de electricidad por primera vez en veinte años. Ante el aumento de la producción de energía y el abandono de la generación a partir del carbón, prevemos un aumento de la demanda de generación de energía nuclear y de gas natural, así como de baterías para aumentar la fiabilidad de la energía solar y eólica.

En este contexto, tratamos de dirigirnos a las compañías y los sectores que, en nuestra opinión, continuarán registrando sólidos resultados en términos relativos. En una trayectoria de crecimiento económico positivo, estas posiciones podrían despuntar.

Hay que actuar a corto plazo con perspectivas a largo plazo

De cara al futuro, nuestro equipo de inversión continúa identificando oportunidades tanto en renta fija como en renta variable, lo que no sorprenderá a los inversores más experimentados. La historia nos demuestra que, en periodos de tiempo más largos, la renta variable, la renta fija y una cartera 60/40 han superado a sus medias a largo plazo, al igual que el efectivo, tras el fin de los ciclos de subidas de tipos de interés de la Reserva Federal.

Tras el fin de los ciclos de subidas de tipos de interés, los resultados a largo plazo superaron al efectivo y a las medias históricas.

Ahora que por fin el banco central se compromete a bajar los tipos, pensamos que cada vez más inversores irán entrando en los mercados. El aumento de la demanda podría también respaldar el precio de los activos, lo que nos lleva a anticipar nuevas oportunidades de rentabilidad.

Los inversores tienen más posibilidades de alcanzar sus objetivos cuando invierten en los mercados.

Tal y como Mike comentaba el año pasado, las pérdidas resultan dolorosas tanto para nosotros como para nuestros clientes, y por eso es lógico que tantos inversores hayan optado por la seguridad del efectivo después de 2022. Pero los mercados se han recuperado, y la oportunidad para volver a los mercados es evidente. Las posiciones en efectivo están perdiendo atractivo.

Seguimos pensando que la inversión a largo plazo en los mercados de renta fija y renta variable resulta esencial para que nuestros clientes puedan alcanzar sus objetivos. Mantenemos el optimismo sobre el potencial del mercado y continuaremos buscando resultados sólidos para nuestros inversores.