Durante años, la Cartera 60/40 ha sido un pilar en las estrategias de inversión, combinando un 60% de renta variable (generalmente S&P 500) y un 40% de renta fija (el Treasury estadounidense a 10 años). Esta combinación ofrece una estructura diversificada y, a menudo, descorrelacionada, permitiendo que, cuando uno de los activos baja, el otro amortigüe el golpe, como ocurrió en 2008, cuando la renta fija actuó como sostén ante una caída de la renta variable del 37%, manteniendo la cartera con una pérdida del -14,2%.
Sin embargo, en los últimos años, algunos se han preguntado si esta estrategia había perdido su efectividad. La correlación entre renta variable y renta fija se volvió más inestable, haciendo que, en algunos periodos, la cartera no ofreciera el equilibrio esperado. Pero ahora, en 2024, vemos señales de que la Cartera 60/40 está recuperando su capacidad de diversificación, lo que abre una ventana para aprovechar el buen rendimiento de ambos tipos de activos.
¿Por qué la Cartera 60/40 vuelve a brillar?
1. Mejora en la rentabilidad de la renta variable: históricamente, el S&P 500 ha tenido periodos positivos en el 75% de los casos a un año vista, mientras que la Cartera 60/40 tiene un porcentaje incluso superior (92% a 3 años). Este año, el S&P 500 está mostrando un buen rendimiento, impulsado por un crecimiento moderado y una inflación controlada. Con la perspectiva de tipos de interés estables, es probable que el mercado accionario continúe mostrando resultados sólidos.
2. Renta fija más atractiva: tras una serie de subidas de tipos de interés, los bonos del Tesoro han alcanzado rentabilidades que no veíamos en años. Aunque en 2022 la correlación fue elevada y a la baja (lo que afectó negativamente a la Cartera 60/40), el escenario actual es diferente. Este año, la renta fija está ayudando a equilibrar la cartera, mostrando un desempeño menos volátil y ofreciendo una cobertura en caso de fluctuaciones en la renta variable. Además, la expectativa de bajadas de tipos a corto y medio plazo podría aumentar aún más el valor de la renta fija, ofreciendo una doble ventaja.
La clave del éxito de la Cartera 60/40 reside en su capacidad para descorrelacionar activos. En 2024, los factores actuales están alineados para que esta estrategia recupere su potencial. Con el S&P 500 aportando rentabilidad y los bonos manteniendo su valor, la cartera ofrece la seguridad de una estructura diversificada que responde bien tanto a las subidas en la renta variable como a la estabilidad en la renta fija (de hecho, a 5 años, los periodos de rentabilidad positiva son incluso mayores que los de la renta fija, y con mucha más rentabilidad).
La ventaja de esta cartera no solo está en los números. La Cartera 60/40 proporciona una exposición equilibrada al crecimiento económico sin asumir los niveles de riesgo asociados con una cartera exclusivamente de renta variable. Con el crecimiento moderado y una inflación controlada, la combinación de estos dos tipos de activos ofrece una rentabilidad atractiva en el corto y medio plazo.
Este año, la Cartera 60/40 se encuentra en un punto óptimo para aquellos inversores que buscan un equilibrio entre seguridad y crecimiento. Si bien ningún tipo de inversión es completamente seguro, la historia muestra que la Cartera 60/40 ha proporcionado rentabilidades. Para perfiles de riesgo moderado, esta combinación puede ser una opción ideal para aprovechar las buenas rentabilidades tanto en renta variable como en renta fija. Estamos viendo buenas rentabilidades en renta variable y en renta fija. En la renta fija a largo plazo como los treasuries, es cierto que octubre ha sido un mes tremendamente malo. Es decir, en el peor de los casos, esta cartera diversificada nos puede traer descorrelación (bienvenida sea). Por el contrario, en el mejor de los casos, podemos ver una correlación positiva entre estos dos tipos de activos.
La Cartera 60/40 parece estar de vuelta en su mejor forma, lista para ofrecer estabilidad y rentabilidad en un contexto de tipos de interés a la baja y moderación en la inflación. Su estructura diversificada permite captar oportunidades tanto en la renta variable como en la renta fija, ofreciendo una estrategia eficaz para inversores que desean beneficiarse de ambas clases de activos sin exponerse a una volatilidad excesiva.
Uno de los mejores modos de aprovechar esta combinación es a través de los fondos ODDO BHF Polaris. El sueño de toda persona que no quiere una cartera de gestión discrecional es esta gama de Oddo, que cuenta con cuatro perfiles: Moderado, Balanceado, Dinámico y Flexible. Cada inversor puede escoger qué perfil se adapta al suyo y acceder a un sustituto de cartera gestionada con esta gama. No vamos a hacer un análisis de estos fondos. Se resume en aprovechar estos momentos de mercado con unos fondos mixtos a elegir según perfil. Dejamos que sea el curioso lector quien se anime a ver cada uno de estos fondos de Oddo. La oportunidad es clara.