Los precios del oro han alcanzado nuevos máximos en varias ocasiones en marzo y abril de 2024. Esto se ha producido a pesar de que los datos económicos han sido sólidos y de que las expectativas del mercado sobre la próxima bajada de los tipos en EE. UU. se han pospuesto (lo que normalmente se consideraría negativo para el precio del oro). Muchos analistas expertos en oro parecen desconcertados por el repentino aumento y se preguntan si es sostenible.

No obstante, el enfoque del modelo de WisdomTree para explicar el comportamiento del precio del oro indica que el aumento del precio parece estar en consonancia con los fundamentos del oro (Gráfico 1). Nuestro modelo indica que a finales de marzo de 2024, el oro debería haber aumentado un 13,4 % interanual, lo que coincide básicamente con el aumento interanual del 13,2 % que vimos en realidad. Los datos de inflación del índice de precios al consumo de marzo (publicados en abril), que resultaron ser más elevados de lo previsto, respaldan sin lugar a dudas la solidez del precio del oro. 

Nuestro modelo tiene en cuenta que la apreciación del dólar estadounidense y el aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro han sido un lastre para los precios del oro, pero el mayor nivel de inflación contrarresta dichos lastres. 

El oro, asimismo, ha visto aumentar el sentimiento de los inversores, al menos en algunas zonas. El posicionamiento especulativo neto en los futuros del oro ha aumentado en los últimos meses desde unos niveles bastante deprimidos en octubre de 2023 (Gráfico 2). No obstante, el posicionamiento actual está en línea con la media de cinco años, lo que no da indicios de estar sobrecargado.

El sentimiento de los inversores hacia el oro no ha mejorado de forma generalizada, y los inversores en productos cotizados (ETP) siguen al margen de este repunte (Gráfico 3). Es inusual que los inversores en ETP se abstengan de participar en un rally del oro durante tanto tiempo en el ámbito financiero. Sin embargo, las salidas de fondos de los ETP sobre oro se han ralentizado y no hemos observado signos de recogida de beneficios debido a la fuerte subida de los precios.

Los elevados riesgos geopolíticos han alimentado el aumento del sentimiento positivo hacia el oro (Gráfico 4). La guerra entre Israel y Hamás se ha convertido en una guerra regional a pesar de la reticencia de los países vecinos a implicarse. Los rebeldes Houthi siguen atacando barcos en el Mar Rojo. Los aliados iraníes continúan con los ataques, y los contraataques por parte de Israel se están volviendo más comunes. Por ejemplo, el reciente ataque aéreo sospechoso llevado a cabo por Israel en Siria, que cobró la vida del General Mohammad Reza Zahedi, comandante de una facción del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. La guerra entre Rusia y Ucrania no muestra ningún signo claro de desescalada, y los recientes ataques contra instalaciones nucleares indican que la guerra está entrando en una fase más peligrosa.

Por otro lado, se calcula que la mitad de la población mundial y del PIB acudirá a las urnas en algún momento de este año. Las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre serán un punto clave, pero las elecciones en India, Pakistán, México, Indonesia y el Reino Unido también podrían influir en la configuración de la geopolítica global. El oro es a menudo un barómetro de la satisfacción (o falta de ella) de los resultados políticos. Las compras al por menor, en particular, pueden aumentar en épocas de insatisfacción con los resultados electorales. Esperamos que la demanda de oro siga siendo fuerte a la luz del denso calendario electoral, además de las guerras actuales.

A pesar de que las ganancias del oro se han tenido plenamente en cuenta en el enfoque de nuestro modelo, la fuerte demanda de los bancos centrales también parece haber respaldado el metal (Gráfico 5). Según el Consejo Mundial del Oro, los bancos centrales compraron 64 toneladas de oro en enero y febrero de 2024, un 43 % menos que en el mismo periodo de 2023, pero cuatro veces más que en 2022. Teniendo en cuenta que el año 2022 completo fue un máximo histórico para las compras de los bancos centrales –la mayor parte de las compras centrándose en la última parte del año– puede que sea demasiado pronto para decir si la tendencia de 2024 es hasta ahora indicativa de lo que está por venir este año.

Previsión del oro según el modelo de Previsión de WisdomTree

Utilizando el modelo de oro de WisdomTree, podemos elaborar previsiones para el oro coherentes con varios escenarios macroeconómicos.

Consenso

Nuestro escenario de consenso toma las opiniones medias de la Encuesta Bloomberg de Economistas Profesionales sobre la inflación, el dólar estadounidense y las previsiones de rendimiento del Tesoro. El consenso apunta a que la inflación seguirá bajando (aunque se mantendrá por encima del objetivo del banco central), el dólar se depreciará y los rendimientos de los bonos bajarán. El consenso se basa en recortes de tipos de la Reserva Federal a partir de julio de 2024 y hasta el primer trimestre de 2025 a 100 puntos básicos por debajo del primer trimestre de 2024. No obstante, la encuesta se había realizado antes de que se publicaran los últimos datos sobre inflación y las expectativas de tipos implícitas en el mercado han variado un poco desde entonces. 

Sin una previsión consensuada sobre el sentimiento del oro, reducimos el posicionamiento especulativo a un conservador 100.000, que se acerca a la media a largo plazo de 111.000 desde 1995 y desciende considerablemente desde la media de cinco años de 212.000. Dados los riesgos geopolíticos mencionados anteriormente, el riesgo es claramente al alza en el posicionamiento este año. Retrasar los recortes de tipos durante demasiado tiempo también podría provocar una declaración económica más aguda, que también podría ser favorable para el oro. El oro es un activo muy codiciado en épocas de tensión económica, financiera y geopolítica, y estos detonantes podrían impulsar aún más el sentimiento hacia el metal.

En el escenario de consenso, el oro alcanza los 2.500 dólares estadounidenses/onza en el primer trimestre de 2025, claramente por encima del máximo de abril de 2024, aunque los precios pueden moderarse en los próximos meses antes de llegar a ese punto.

Caso Bull

En este escenario, la inflación permanece estancada en un nivel superior. No obstante, la Reserva Federal inicia su ciclo de recortes. Mientras tanto, los elevados riesgos geopolíticos y el temor a errores políticos mantienen al alza el sentimiento hacia el oro (expresado en el posicionamiento especulativo).

En este escenario, el oro podría alcanzar los 2.750 dólares estadounidenses/onza en el primer trimestre de 2025.

Caso Bear

Con la Reserva Federal reacia a recortar los tipos de interés, la inflación cae más rápidamente, el dólar estadounidense se aprecia y los rendimientos de los bonos no caen tanto como el consenso espera actualmente. También reducimos el posicionamiento especulativo en oro para reflejar un descenso de los riesgos geopolíticos.

En este escenario, el oro podría caer hasta los 1.910 dólares estadounidenses/onza en el segundo trimestre de 2024, retrocediendo los precios hasta los niveles de octubre de 2023 antes de volver a subir hasta los 2.030 dólares estadounidenses/onza en el primer trimestre de 2025.

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