Las medidas de los bancos centrales superan las expectativas  

Septiembre hizo bueno el dicho de que los mercados dejan de asustarse cuando los bancos centrales empiezan a asustarse. Los mercados llevan tiempo preocupados por las perspectivas de crecimiento de las dos mayores economías mundiales y sus dos bancos centrales tomaron medidas contundentes: la Fed de EE.UU. anunció un recorte de tipos de 50 pb, mayor de lo esperado, y el Banco Popular de China desveló un amplio paquete de medidas de estímulo.

En septiembre, tanto el índice S&P 500 como el Dow Jones Industrial Average subieron por quinto mes consecutivo. El S&P 500 y el Nasdaq han subido más de un 20% en lo que va de año. El EURO STOXX 50 registró una rentabilidad del 1% durante el mes. Las bolsas mundiales subieron una media del 6% en el trimestre y varios mercados registraron nuevos máximos históricos.

La Fed empezó subiendo los tipos con fuerza y rapidez, y la pregunta es si hará lo mismo ahora que toca bajarlos. La rebaja de tipos de 50 pb por parte de la Fed ayudó al mercado a terminar el mes descontando otros 70 pb de recortes de tipos a finales de año. El discurso del aterrizaje suave se mantiene intacto en gran medida y el crecimiento del PIB del tercer trimestre estimado por la Fed de Atlanta es saludable. También se observan tendencias favorables en los flujos de entrada, que en EE.UU. superan los 360.000 millones de dólares anuales, la segunda mayor cifra registrada hasta la fecha.

Los estímulos chinos provocaron un fuerte repunte en Asia y tuvieron un impacto positivo en los valores europeos expuestos a China (donde se había tomado un gran volumen de posiciones cortas). Eso desencadenó un enorme repunte de los valores representativos de la relación UE-China y un movimiento un tanto doloroso para quienes mantenían posiciones cortas en artículos de lujo, automóviles y empresas mineras. Los estímulos de China dieron alas a las áreas cíclicas, lo que ayudó a los valores cíclicos europeos a superar a los defensivos en un 1,8% en septiembre.

La cesta cíclicos/defensivos podría estar a punto de romper niveles de resistencia técnica, lo que sugiere que este movimiento en los cíclicos tiene fuerza. Este hecho contribuirá a la capitalización bursátil de la renta variable mundial, que superará los máximos de octubre de 2021.

Sin embargo, el sentimiento sigue viéndose afectado por las incertidumbres en torno a las elecciones estadounidenses, la nueva escalada del conflicto en Oriente Medio, la fortaleza del yen, las tensiones en el mercado laboral estadounidense y la presión deflacionista en China, que sigue necesitando soluciones provenientes del gasto público.

China tira al alza de Asia; la moneda japonesa se revaloriza

Las bolsas de Asia-Pacífico subieron en septiembre. En China, la renta variable registró un fuerte rebote durante el mes tras la actuación coordinada de las autoridades chinas. El movimiento al alza se vio impulsado por el estrangulamiento de las posiciones cortas, la negociación a crédito y el entusiasmo de los minoristas, como demuestra el fuerte aumento de la apertura de cuentas, y es probable que los fondos mundiales estén reduciendo su infraponderación en China.

En Japón, la renta variable cayó, ya que la fortaleza del yen lastró a los exportadores, mientras que los sectores expuestos a la demanda interna cerraron, en general, en positivo. Tras la victoria de Shigeru Ishiba en las elecciones a la presidencia del gobernante Partido Liberal Democrático, se produjo cierta volatilidad en la renta variable y el yen, ya que los mercados apostaban por una victoria de su rival, más moderado.

En China y Hong Kong, el programa Southbound registró unas entradas netas de 5.500 millones de dólares, cifra estable respecto a agosto. Los datos del programa Northbound se publican trimestralmente. Hubo señales de rotación hacia China frente a las salidas de la región de Asia menos China. En septiembre, se registraron entradas netas en India/ASEAN, mientras que en Taiwán/Corea se registraron salidas.

La política monetaria será clave para las señales sistemáticas

Visión favorable sobre Japón y negativa sobre el Reino Unido

Nuestros modelos sistemáticos de renta variable incorporan una serie de indicadores que abarcan factores fundamentales, macroeconómicos y conductuales para elaborar señales de inversión relativas específicas a corto plazo (1-3 meses). Actualmente, nuestros modelos son positivos en renta variable japonesa y negativos en acciones británicas.

Todos los factores se alinean en favor de Japón. Los indicadores macro son positivos, como el comportamiento relativo de las acciones de crecimiento frente a las que cotizan con descuento, que hace referencia a la confianza del mercado. Los indicadores fundamentales, como el flujo de caja libre/precio (un indicador de valoración que refleja la resistencia de un mercado) y la prima de riesgo a largo plazo, que implica un exceso de rentabilidad esperada, son superiores a los de sus homólogos. También calculamos los beneficios retenidos normalizados por el precio de los distintos mercados para comparar el potencial de recompras y crecimiento, y Japón sale favorecido. Las señales conductuales, como el sentimiento y los flujos de inversión, también son alcistas.

Un motivo de cautela es la reciente revalorización del yen tras la sorprendente subida de tipos del Banco de Japón en julio. La apreciación de la moneda es un indicador negativo para las economías exportadoras. Sin embargo, en tipos de cambio ponderados por intercambios comerciales el yen sigue teniendo una ligera ventaja sobre otros mercados desarrollados. Los tipos de cambio ponderados por intercambios comerciales miden mejor la fortaleza a medio plazo de una divisa que los tipos al contado. Utilizando esta información, nuestro modelo mostró que la respuesta del mercado a la decisión del Banco de Japón fue extrema, lo que, junto con otros factores, alumbró un mejor punto de entrada en las acciones japonesas.

A diferencia de Japón, el Reino Unido no pasa por un buen momento. Los indicadores fundamentales son, en general, neutros, pero las señales macroeconómicas y conductuales son negativas. Aunque el Reino Unido está barato frente a otros mercados atendiendo a los múltiplos, la propuesta de valor es peor cuando se compara la rentabilidad por beneficios histórica con sus homólogos. La moneda también está demasiado fuerte a la vista de las características del mercado.

Aunque algunos indicadores están mejorando en el Reino Unido, es prematuro cambiar la visión de conjunto. La prima de riesgo a largo plazo ha pasado a ser positiva recientemente, respaldada por la bajada de tipos del Banco de Inglaterra en julio, pero necesitaríamos ver movimientos posteriores para que la diferencia fuera significativa. Si el mercado empieza a creer la tesis del crecimiento del Reino Unido, por ejemplo si el tono del gobierno se vuelve más favorable al crecimiento, el modelo podría sufrir una variación. En consecuencia, los presupuestos que se presentan en octubre serán un acontecimiento importante para nuestra visión.

Oportunidades derivadas de desajustes a corto plazo

Nuestro modelo de renta variable de los mercados desarrollados está diseñado para las oportunidades a entre 1 y 3 meses, pero no detecta oportunidades en periodos a muy corto plazo, inferiores a un mes. Por lo tanto, lo complementamos con nuestra Señal de Compra de Oportunidades de Fidelity (FOBS), que busca capitalizar los desajustes fugaces del mercado, a menudo desencadenados por acontecimientos específicos. Estos desajustes son periodos transitorios caracterizados por un fuerte riesgo direccional que a menudo se producen en situaciones de tensiones en los mercados. Combinando los dos modelos, podemos mejorar notablemente los resultados.

La FOBS se activó justo después de la venta masiva de acciones japonesas a principios de agosto, beneficiándose de la posterior recuperación del mercado. Existen muchas posibilidades de que se produzcan nuevas activaciones en el último trimestre del año. Hay una serie de posibles catalizadores de desajustes en los mercados en el futuro, como la campaña electoral estadounidense, la trayectoria de la política monetaria de los principales bancos centrales, datos macro inesperados y tensiones geopolíticas, como conflictos y proteccionismos.

Repaso del mercado EE.UU.

La rebaja de tipos de la Fed impulsa los mercados

La renta variable estadounidense siguió subiendo en septiembre, cuando la Fed decretó su primer recorte de tipos desde marzo de 2020. El S&P 500 cerró el mes con su mejor comportamiento anual del siglo XXI.

Los mercados cayeron a principios de mes tras las ventas generalizadas de valores tecnológicos y algunos datos de empleo que se percibieron negativamente. Sin embargo, rebotaron al centrarse los inversores en la decisión de septiembre de la Fed sobre los tipos de interés oficiales. A mediados de septiembre, la Fed recortó más de lo previsto, optando por una rebaja de 50 pb y mostrando más confianza en que la inflación volvería al objetivo. El Presidente Powell prevé una nueva reducción de 50 pb de aquí a finales de año. Los mercados subieron porque los inversores esperan que la reducción de los costes de financiación se traslade a los consumidores y las empresas.

Avances en materia de inflación, pero datos dispares

La inflación mostró progresos, ya que el IPC descendió hasta el 2,5% interanual en agosto, frente al 2,9% de julio. La tasa de paro descendió ligeramente hasta el 4,2% y el empleo total no agrícola aumentó en 142.000 personas en agosto.

El PMI de EE.UU. se mantuvo en terreno de contracción en agosto y descendió hasta el 47,0, frente al 48,5 previsto. La caída se atribuyó a una disminución de los nuevos pedidos que provocó un descenso de la producción. Por el contrario, el PMI de servicios subió inesperadamente en agosto, en respuesta a la prolongada dinámica positiva en la actividad de los proveedores de servicios estadounidenses.

Europa

Datos pobres, pero medidas monetarias positivas

En septiembre, la renta variable europea experimentó un ligero retroceso en euros, pero generó rentabilidades positivas en dólares. El mes comenzó con un tono decepcionante, ya que los malos datos del sector manufacturero de EE.UU. y Europa avivaron la inquietud por el crecimiento económico. También preocupaba la desaceleración del mercado laboral estadounidense.

Sin embargo, la relajación monetaria tanto del BCE como de la Fed generaron un impulso positivo. Como se esperaba, el BCE aplicó su segunda bajada de tipos del año, mientras que la Fed inició su ciclo de relajación monetaria con un recorte de tipos. Sin embargo, ambos bancos centrales indicaron que abordarían los nuevos recortes de tipos con un enfoque prudente y gradual.

La renta variable europea recibió un apoyo adicional cuando el banco central de China introdujo una serie de medidas de estímulo que alentaron la esperanza de una rápida recuperación de la demanda china.

La inflación se suaviza, pero el crecimiento es débil

La actividad empresarial de la zona euro se moderó en septiembre tras siete meses de dinámica positiva y el índice PMI compuesto cayó a su nivel más bajo en ocho meses (48,9). Hubo una notable divergencia en el comportamiento de los sectores; así, la industria manufacturera experimentó un fuerte descenso este año, mientras que el sector servicios siguió creciendo, aunque al ritmo más débil desde febrero.

El crecimiento del PIB de la zona euro en el segundo trimestre de 2024 fue del 0,2% trimestral y del 0,3% interanual. El deterioro de la demanda contribuyó a la ralentización de la inflación, con una previsión de inflación anual del 1,8% en septiembre de 2024, frente al 2,2% de agosto.

Mercados emergentes

Los estímulos monetarios impulsan los mercados emergentes

Los mercados emergentes avanzaron con fuerza en septiembre y batieron a los mercados desarrollados. El sentimiento positivo se vio alimentado por el recorte de tipos de 50 pb de la Fed, pero sobre todo por las medidas de estímulo anunciadas por China. El PBoC recortó los tipos para impulsar la economía, introdujo financiación para la compra de acciones e indicó que habría más medidas de gasto público.

El programa de estímulos de China vino después de que los datos de actividad económica de agosto dieran señales de un mayor deterioro. El crecimiento de la producción industrial, las ventas minoristas y la inversión en inmovilizado en infraestructuras e inmuebles se ralentizaron interanualmente y defraudaron las expectativas del mercado.

La región de Asia emergente encabezó las ganancias, seguida de EMEA, mientras que Latinoamérica siguió de capa caída. Dentro de las economías emergentes de Asia, China experimentó un notable repunte. En EMEA, Sudáfrica se situó entre los mejores mercados después de que el banco central recortara los tipos de interés por primera vez en cuatro años y apuntara a unas perspectivas de inflación más optimistas. El Comité de Política Monetaria redujo su tipo de referencia 25 pb, hasta el 8%.

Brasil se desmarca de la tendencia al subir tipos

Latinoamérica se vio lastrada por Brasil, después de que su banco central subiera los tipos de interés 25 pb para contrarrestar las crecientes presiones en las cuentas públicas. El banco central anunció dos subidas más para hacer frente a unas perspectivas de inflación complejas, debidas a una actividad mayor de lo previsto.

Los precios de los metales industriales cotizaron al alza en septiembre, repuntando tras el anuncio de las medidas de estímulo de China, mientras que el crudo Brent cayó por el aumento de la oferta de la OPEP+ y la debilidad de la demanda en China.

Asia-Pacífico menos Japón

Un amplio conjunto de medidas monetarias en China

La renta variable de la región de Asia-Pacífico menos Japón registró un fuerte ascenso en septiembre, con los índices de China y Hong Kong anotándose importantes ganancias. El inicio del ciclo de recortes de tipos de la Fed y las nuevas medidas de estímulo de China impulsaron el sentimiento, con lo que la mayoría de los mercados de la región subieron con fuerza. La decisión de la Fed provocó la caída del dólar, lo que aumentó la presión alcista sobre las bolsas asiáticas.

Las medidas anunciadas por China superaron las expectativas y consisten en una rebaja del coeficiente de reservas obligatorias y los tipos de referencia, reducciones de los tipos hipotecarios vigentes y la introducción de nuevos instrumentos de política monetaria pensados para estabilizar el mercado bursátil. Estas medidas impulsaron especialmente la confianza en el mercado bursátil interno y en los sectores expuestos al ciclo económico.

Cara en la India y Australia; cruz en los mercados dominados por el sector tecnológico

La India cerró septiembre con ganancias, pero por detrás de sus homólogas regionales. El interés de los inversores institucionales nacionales y extranjeros se mantuvo firme y, a pesar de que el crecimiento del segundo trimestre se suavizó en tasa trimestral, la dinámica subyacente sigue siendo sólida.

Los mercados dominados por la tecnología, como Corea del Sur y Taiwán, sufrieron por el alejamiento de los inversores de los valores de gran capitalización y relacionados con la inteligencia artificial, debido a la preocupación por las altas valoraciones y el giro a la baja de los precios de los chips de memoria, cuyo ciclo ha tocado techo.

La bolsa de Australia ganó terreno, en sintonía con el conjunto de los mercados de la región. Dentro de ASEAN, Filipinas, Tailandia y Singapur avanzaron con fuerza (en moneda nacional). Singapur está dejando unos impresionantes avances en los grandes bancos y los REIT. Malasia e Indonesia fueron los países más rezagados.

Temáticos

Cómo leer el movimiento al alza de China

A finales de septiembre, el gobierno chino puso en marcha una batería de medidas de estímulo para reactivar una economía renqueante. Los índices chinos se han disparado inmediatamente después y el Hang Seng ya supera al S&P 500 este año. A pesar del repunte, China sigue siendo el mercado más barato de Asia exceptuando Corea.

Es probable que estas medidas impulsen la demanda en sectores como los inmuebles, los electrodomésticos y los automóviles, lo que a su vez dará apoyo a las materias primas relacionadas. El sector inmobiliario ha estado en el epicentro de la contracción del balance que ha sufrido el país. Los reguladores pueden seguir recortando el coste de la financiación o concediendo subvenciones para sostener el mercado. Los mayores beneficiarios son las promotoras. Si los precios de la vivienda se estabilizan, las promotoras experimentarán una recuperación, tanto de las ventas como de los márgenes. La percepción de un menor riesgo inmobiliario también podría repercutir en un menor coste del capital para las aseguradoras, que también podrían beneficiarse de una mayor rentabilidad de las inversiones y de rendimientos más elevados de las inversiones a largo plazo si observamos una menor presión deflacionista.

El consumo y la tecnología podrían beneficiarse

En lo que respecta al consumidor, los concesionarios de automóviles, la gran distribución y los fabricantes de equipos originales con ventas directas son los más elásticos al alza, ya que cualquier reducción de los descuentos/promociones aumenta el margen sin costes adicionales. Se espera que el lujo mejore más deprisa que el gran consumo, dado que la recuperación de los mercados de capitales y la estabilización de los precios inmobiliarios crean efectos de riqueza en primer lugar para los ricos. Aunque los valores tecnológicos y de comercio electrónico no son beneficiarios directos de los estímulos, algunos como Didi, Tencent y Alibaba podrían recuperarse considerablemente, teniendo en cuenta que los inversores internacionales están muy infraponderados en las grandes cotizadas chinas y que algunos de estos títulos ofrecen una atractiva rentabilidad para los accionistas.