Nuestros analistas aprecian las primeras señales de que las presiones de costes sobre las empresas podrían atenuarse pronto. Sin embargo, la presión sobre los bancos centrales se mantendrá alta.
De acuerdo con la última encuesta a analistas de Fidelity International, las expectativas de encarecimiento de los costes de producción han comenzado a moderarse. De media, nuestros 161 analistas encuestados en todo el mundo esperan que los costes tanto laborales como no laborales aumenten durante los próximos seis meses, pero en menor medida que en los meses anteriores, lo que sugiere que las presiones inflacionistas podrían estar empezando a atenuarse.
La media ponderada de las expectativas de costes no laborales de los analistas cayó el mes pasado en todos los sectores, excepto en el sanitario. Dentro de ciertos sectores, existen incluso expectativas de que se reduzcan los costes: un pequeño porcentaje de analistas que examinan las empresas de materiales y de tecnología de la información prevén un descenso moderado de los costes no laborales en los próximos seis meses.
Cualquier señal de relajación sería bien recibida por las economías, que se han enfrentado a subidas de precios durante 18 meses consecutivos y presentan bases de costes mucho más altas ahora que antes de la pandemia. También daría algo de margen a los bancos centrales a la hora de fijar el rumbo de la política monetaria. Sin embargo, incluso si las presiones inflacionistas remitieran, las perspectivas de bajo crecimiento mundial indican que la estanflación sigue siendo una hipótesis realista.
Asimismo, nuestra encuesta revela que las expectativas en torno a los costes laborales se están moderando más lentamente que los costes no laborales, aunque las positivas cifras de empleo no agrícola de EE.UU. publicadas a primeros de mes señalan que los mercados laborales se mantienen tensionados, lo que eleva el riesgo de que aumenten las presiones salariales.