Iker Barrón es consejero delegado de Portocolom AV, firma que fundó en septiembre de 2008 y que hace poco más de un año transformó en Agencia de Valores En la actualidad Portocolom AV asesora un patrimonio por encima de los 1.000 millones de euros y es todo un referente en el asesoramiento de grandes patrimonios, entre sus clientes se encuentra diferentes congregaciones religiosas.
¿Tiene la percepción de que han aumentado los grandes patrimonios en España?
Depende mucho de los sectores en los que desarrollan su actividad esas familias y en concreto, cómo estos sectores han reaccionado a la situación vivida como consecuencia de la pandemia: hay sectores que han salido muy fortalecidos mientras que otros han necesitado de grandes inyecciones de capital para garantiza su supervivencia. Si es cierto que la expansión cuantitativa, las políticas monetarias y los planes nacionales de inversión y gasto público y las subidas de los mercados de valores, han generado un aumento de muchos patrimonios.
También añadiría el aumento de las operaciones corporativas y de capital riesgo (año récord) como factor que ha contribuido a la generación de nuevas fortunas.
¿Cuáles son sus principales ideas cuando entran en contacto con entidades de banca privada y de gestión de patrimonios?
Principalmente buscan la preservación del patrimonio de cara al futuro y la siguiente generación, así como la apreciación y crecimiento de éste. Notamos cómo las nuevas generaciones manifiestan un interés cada vez mayor en la coherencia entre su manera de trabajar, de vivir y de invertir, apostando cada vez más por inversiones en empresas con propósito y /o impacto.
¿Qué tratan de trasladar a los clientes de grandes patrimonios en España como expertos?
Que vean su patrimonio como un medio y no un fin en sí mismo. El patrimonio es el vehículo para alcanzar sus objetivos vitales y como tal debemos ayudarles en la definición de esos objetivos. Es una aproximación global en la que el patrimonio forma parte de un todo y hay que orientarlo a ello
La crisis del Covid insufló gran incertidumbre a la hora de trazar estrategias patrimoniales, pero el tiempo ha dado la razón a la inversión de largo plazo: ¿Cuáles son las estrategias preferidas por parte de los usuarios?
Como continuación de la anterior cuestión, al ser el patrimonio un medio en la consecución de unos objetivos vitales, la estrategia una vez definidos esos objetivos lógicamente será de largo plazo con lo que los reajustes no vendrán motivados por los mercados sino por la consecución de esos objetivos.
¿Cuáles son las que recomiendan ustedes?
Aquellas que ponen el patrimonio al servicio de los principios, valores y objetivos económicos y vitales de los clientes.
¿Cómo es la cartera equilibrada o perfecta tipo de un cliente de un alto nivel patrimonial?
Dependerá del tipo de cliente pero podemos establecer que por norma tendrán 2/3 en activos líquidos y 1/3 en ilíquidos (capital riesgo, inmobiliario, alternativos..)
¿Qué parte es recomendable asignar a bolsa o a bonos?
2/3 y los porcentajes dependerán del momento vital de los miembros del grupo familiar.
¿En qué tipo de compañías deben invertir?
Sin duda en aquellas que estén alineadas con sus principios y tengan integrado en sus objetivos un camino claro a la sostenibilidad en su sector.
¿Invierten estos clientes en criptomonedas o activos alternativos? Como expertos en la materia ¿lo recomiendan ustedes?
Nuestros clientes no invierten en criptomonedas
¿Es interesante (o no) que un inversor minorista replique las estrategias de inversión de los grandes patrimonios?
Salvo en los porcentajes en ilíquidos, que por el peso del inmobiliario es difícil hacerlo coincidir, y por categorización de cliente que el acceso al capital riesgo es limitado, si creemos que en los activos líquidos es viable la réplica en la estrategia.