Si vemos en nuestro entorno, la existencia de cada vez un mayor número de viviendas, edificios públicos y parcelas dedicadas a la instalación de paneles solares nos haría suponer que la inversión en este tipo de compañías, y por consiguiente, en fondos cotizados que invierten en ellas sería un bombazo. A ello habría que agregar la interrupción en los mercados mundiales de energía que provocó la guerra de Rusia y Ucrania, que llevó a un alza en los precios del crudo y con ello un tremendo impulso en las inversiones en energías renovables especialmente en Europa,en medio de una penalización a las centrales eléctricas de carbón por emisiones de carbono. Todo ello haría presagiar que las acciones del sector van viento en popa, pero . . .
La dura realidad es otra. Según varios informes sobre energías renovables de destacadas casas de análisis que destacaban algunas compañías en las que invertir a lo largo de este año, ya que se verían beneficiadas por la demanda de este tipo de energías más limpias, pero si vemos en el siguiente listado, han caído a plomo:
Penalizadas por una serie de factores, entre ellos: aumento del coste de capital por el fuerte y abrupto incremento en los tipos de interés a ambos lados del Atlántico, retraso en los permisos, incertidumbre política. aumento de costes de materiales - especialmente el polisilicio que ha visto un fuerte aumento de la demanda y una inelasticidad de la oferta, encareciendo los costes en la cadena de suministo generando retrasos en proyectos, pero también un debilitamiento de la demanda por el riesgo geopolítico -.
Y no se escapan los fondos que invierten en ellas, ya que el que se hubiera comprado un ETF temático dedicado a la energía sola hace un año habría perdido entre el 36% y 41%, según datos de Morningstar, en un momento en el que la producción de energía solar está en su punto más alto:
Según un análisis del grupo SolarPower Europe, la UE va camino de cumplir sus objetivos autoimpuestos en materia de energía solar, y varios países los superan: los Estados miembros han añadido en total 90 GW (Gigavatios) de energía solar para instalar para 2030. Pero además, un grupo de expertos de Ember dicen que en 2022 el 22% de la electricidad de la UE fue generada por paneles solares y turbinas eólicas vs el 20% al uso de gas natural.
No obstante, el sector sigue mostrando potencial de crecimiento a largo plazo. Además, la caída en las valoraciones, que era uno de los principales riesgos, se ha disipado, pudiera marcar un punto de entrada atractivo. Las estimaciones de crecimiento de ingresos y beneficios de las 30-40 empresas cotizadas son de entre un 10%-20% anual, aunque las compañías más pequeñas podrían superar dicho crecimiento.
Además, según las proyecciones del Departamento de Energía de los EE.UU. se espera que la energía solar se convierta en el mayor contribuyente a la generación de electricidad en EE.UU, representando el 40% de la capacidad para 2035, y por otra parte, la segunda mayor economía del mundo (China) ha instalado casi un tercio de la capacidad de generación solar global.
Y por si fuera poco, son muchos los países (tanto desarrollados como emergentes) que están promoviendo la energía solar como solución para la descarbonización de la generación eléctrica pero también como una forma de reducir su dependencia a países exportadores de petróleo conflictivos.