"Dado que es muy probable que se produzca una recesión mundial en 2023, en lugar de asignar a un índice amplio de bonos con todos los vencimientos, quizás permanecer más cerca de casa con vencimientos a corto plazo sea una mejor manera de acceder a esos mayores rendimientos", apuntaba Chris Bowie en su blog hace un par de días.
También comenta que realizó un análisis del índice ICE/BAML US Broad Market, de bonos gubernamentales y corporativos, en donde vió que el rendimiento inicial explicaba prácticamente todos los rendimientos futuros, al tener un horizonte de inversión de 5 años. Ello se convirtió en la base de un seminario web que realizó hace tres años y que sigue aplicando hasta ahora.
Así Bowie puntualiza que descubrió que, al observar las rentabilidades totales durante periodos consecutivos de 5 años, la rentabilidad de ese índice en el primer día del periodo de 6 años terminó explicando más del 90% de la rentabilidad posterior, como muestra el siguiente gráfico y con una bondad de ajuste alta (0,9166):
Y como comenta el gestor, el tema es que en ese momento las rentabilidades iniciales eran de las más bajas de la historia en esa serie de datos (punto amarillo), con lo que al tener una rentabilidad inicial tan baja predecía que las rentabilidades posteriores a 6 años serían probablemente pobres.
En cambio, si se avanzan tres años más se demuestra que las rentabilidades han sido malas en los últimos tiempos, y las rentabilidades acumuladas en los últimos 5 años han sido las peores en la historia de este conjunto de datos. De hecho, los últimos dos meses de rentabilidades acumuladas en 5 años, para los períodos que terminan en septiembre de 2022 y octubre de 2022, han sido negativas. Es la primera vez que esto ocurre desde la fecha de inicio del índice en 1975.
Como se puede ver en el gráfico 2, los puntos azules muestran las observaciones de las rentabilidades a 5 años frente a las rentabilidades iniciales en los últimos tres años desde su análisis original. Muchos de esos puntos azules tienen las peores rentabilidades acumuladas de los últimos 5 años de esos datos, siendo los dos últimos meses de 2022 analizados septiembre y octubre, que han tenido rentabilidades negativas nunca vistas.
Pero la buena noticia de ese análisis actualizado es que el punto naranja (de estuvo aquí) es ahora el punto rojo (ahora estamos ahí) prediciendo una mejora de rentabilidades en los próximos 5 años a partir del rendimiento inicial mucho más alto que el actual. Para contextualizar, el rendimiento de este índice al final del mes de octubre de 2022 fue del 4,98%, el más alto desde noviembre de 2008.
Bowie dice que todo el colapso de los rendimientos vividos durante los 13 años del QE ha sido revertido por lo que ha sucedido en 2022, el peor año para los bonos, y dado que ahora hay rendimientos equivalentes a los del periodo anterior al QE para este siglo y con una R^2 de 0,901 con un conjunto de datos más completo, el rendimiento inicial del 4,98% predice una rentabilidad media anualizada del 5,61% para un periodo de tenencia de 5 años.
Con lo que es lógico pensar que es momento de entrar en bonos, a pesar de que podría haber algo de volatilidad por dudas de crecimiento, pero el colchón con el que empezamos es mucho mejor que históricamente.