¿Cómo van a impactar los aranceles en el mercado a medio plazo?
En general, los aranceles no son buenos para el crecimiento económico porque, básicamente, son un impuesto sobre el comercio global y el consumo global. Al final, tanto el país exportador como el importador salen perjudicados. Por lo tanto, es un factor negativo para el crecimiento económico y, dado que los beneficios de las empresas dependen en gran medida del ciclo macroeconómico, también es un aspecto negativo. Creemos que tendrá un impacto negativo en el crecimiento global, pero especialmente en el crecimiento de Estados Unidos, ya que el producto interior bruto (PIB) de EE.UU. está compuesto en más de un 60% por el consumo. Si el consumo se desacelera, eso afecta negativamente al desarrollo económico de EE.UU. y también va a impactar en la rentabilidad de las empresas estadounidenses, especialmente aquellas que están estrechamente vinculadas al consumo interno.
¿Es posible que veamos una recesión a corto-medio plazo?
El riesgo de una recesión ha aumentado claramente porque, si pensamos en el entorno actual, en realidad se trata de un shock de oferta. Normalmente, una recesión —y esta sería una recesión muy atípica— se genera por decisiones políticas. Por lo general, antes de una recesión hay un aumento de la capacidad productiva. Luego se produce una desaceleración de la demanda, lo que genera un exceso de capacidad y, como consecuencia, una ralentización de la actividad económica. Pero en este caso se trataría de un shock de oferta, ya que se está aumentando el coste de la oferta y esto, implícitamente, reduciría la oferta en la economía, lo que constituiría un tipo de recesión muy poco habitual. Por tanto, el riesgo ha aumentado. Consideramos que el riesgo de recesión ronda actualmente el 50%, lo que es significativamente más alto que en un entorno de mercado normal. Habitualmente, la probabilidad de una recesión se sitúa en torno al 20%, pero ahora, con una probabilidad del 50%, está muy por encima de la media.
En este contexto, ¿por qué la inversión en renta variable con enfoque en dividendos en una buena opción?
Nuestra estrategia de inversión es muy defensiva, muy conservadora. Nos centramos en compañías con una posición competitiva muy fuerte, con un balance sólido y un modelo de negocio robusto, con una ventaja competitiva clara frente a sus competidores. Por tanto, el perfil de riesgo que tenemos en el fondo es significativamente más bajo que el de la media de otros fondos de renta variable. El enfoque en los dividendos genera flujos de caja para los inversores, lo que proporciona un retorno mínimo en forma de flujo de caja, y esto suele traducirse en una menor volatilidad para las estrategias de renta variable con ingresos. Nuestra estrategia ha mostrado una volatilidad significativamente menor que el mercado global de renta variable. Así que, en tiempos de incertidumbre, esta estrategia suele demostrar su fortaleza.
¿Qué criterios usa para seleccionar compañías en el fondo, especialmente en sectores cíclicos o afectados por incertidumbre económica, y cómo mantienen una rentabilidad atractiva sin comprometer la calidad del dividendo?
En el fondo DWS Top Dividend, nos centramos principalmente en compañías que ofrecen una buena combinación de una sólida rentabilidad por dividendo, pero también crecimiento del dividendo y una ratio de reparto relativamente baja. ¿Por qué nos gusta una ratio de reparto baja? Principalmente porque, en tiempos de contracción de beneficios, las empresas seguirán siendo capaces de pagar dividendos con el flujo de caja generado por sus beneficios. A eso le sumamos un balance sólido; así, en tiempos de recesión estas compañías podrían complementar el pago del dividendo con recursos del balance, es decir, podrían endeudarse o aumentar la deuda para mantener el dividendo durante uno o dos años. Pero, en general, queremos que las empresas paguen el dividendo con su flujo de caja operativo. Eso nos da mucha más confianza en que esos dividendos son sostenibles y se pueden mantener a largo plazo.
En los sectores cíclicos, una ratio de reparto baja es aún más importante, porque la volatilidad de los beneficios es mucho mayor. Por tanto, en un sector cíclico quieres una ratio de reparto menor que en uno estable. En un sector estable, puedes tener una ratio de reparto de hasta el 80% de los beneficios, mientras en un sector cíclico, quizás te convenga más un 50%, porque en una recesión los beneficios podrían caer un 50% y aun así la empresa seguiría siendo capaz de pagar el dividendo.
Dado que el fondo tiene exposición global, ¿en qué regiones ven actualmente las mejores oportunidades para dividendos atractivos y sostenibles, y cómo gestionan los riesgos regulatorios o económicos específicos de estas áreas?
En una cartera global de renta variable hoy en día, Estados Unidos representa aproximadamente un 70% del peso en un índice amplio de mercado. En nuestro fondo, el DWS Top Dividend, la exposición a renta variable estadounidense es solo del 30%. Por tanto, nuestra exposición a Estados Unidos es significativamente menor, y en consecuencia tenemos una mayor exposición a otros países, como Alemania, Francia, pero también Suecia y el Reino Unido. Estamos claramente sobreponderados en otras partes del mercado, tanto en Europa como en Asia. Además, mantenemos una posición relativamente elevada en liquidez, ya que actualmente tenemos un 15% que no está invertido en renta variable. La mitad de ese porcentaje se invertiría en bonos a muy corto plazo, por lo que en realidad actuaría como un sustituto del efectivo, y la otra mitad se invertiría en ETCs de oro.
Pensando en los próximos 3-5 años, ¿cuáles son tus expectativas para la renta variable en general y la estrategia de dividendos en particular?
Creemos que, a pesar de la reciente corrección en los mercados de renta variable, las valoraciones siguen siendo bastante altas. Por tanto, a nivel global, las acciones probablemente ofrecerán rendimientos algo más bajos de los que hemos visto en los últimos dos años. Esperamos que, dado el entorno actual de valoraciones, los rendimientos de la renta variable durante los próximos años se sitúen más bien en niveles medios de un solo dígito, no en retornos de dos dígitos.
En un entorno de menores retornos, la importancia de los dividendos vuelve a aumentar. Si pensamos en una estrategia de dividendos como la nuestra, el fondo ofrece una rentabilidad por dividendo de aproximadamente el 3.4%. Y si asumimos un entorno de retornos medios de un solo dígito, la mitad de ese retorno ya proviene de los dividendos, por lo que la dependencia de la rentabilidad de precio es considerablemente más baja que en el pasado.