La inflación durante 2024 ha sido, sin duda, una de las preocupaciones más relevantes para los inversores. Y es que, después de varios años con inestabilidad económica, la prioridad de los inversores es proteger su poder adquisitivo.
Según Eurostat, la tasa de inflación de la zona euro repuntó en diciembre hasta el 2,4% interanual, dos décimas por encima de la lectura del mes anterior, lo que es la mayor subida de los precios desde el pasado mes de julio.
Desde Bankinter, esperan un IPC medio en el que mantienen +2,1% a/a para 2025 y +2,0% a/a (-0,1pp) para 2026, lo que supone que la inflación se mantiene en el entorno del objetivo del BCE desde 2025.
Las inflaciones generales han bajado con fuerza en los últimos meses, acercándose a los objetivos de los bancos centrales; las subyacentes también han descendido, pero a un ritmo más lento.
Lo que está claro es que para la inflación y el futuro de los mercados será clave EEUU con la vuelta de Donald Trump, sobre todo con la subida de aranceles prometida, que puede avivar el fuego de la inflación.
¿Más riesgo para una rentabilidad por encima de la inflación?
El equilibrio entre riesgo y rentabilidad exige paciencia y un enfoque adaptado a tus necesidades.
Partiendo de esto, según Ernesto Revello Sánchez, economista, asesor patrimonial certificado independiente, cualquier perfil de inversor debe asumir algún nivel de riesgo adaptado a él y con un tiempo de maduración que le permita, por lo menos, compensar una inflación anual del 3% más una devaluación anual en torno al 6%, intentando buscar rentabilidades por encima del 9% anual. Por lo que desde una perspectiva más técnica sugiere. “construir portfolios con el mayor alfa posible, beta por debajo de 1, ratio Sharpe lo más cercano a 1 y las menores caídas máximas posibles. En definitiva, una cartera Antifrágil”.
En este sentido, Diego Puertas, analista independiente señala que “si tienes un horizonte largo (10+ años), activos como renta variable global (MSCI, S&P500...) suelen superar la inflación históricamente”. Mientras que a corto plazo es más complicado, ya que la volatilidad puede hacer todo lo contrario, por lo que aquí recomienda “alternativas como bonos ligados a la inflación o fondos multiactivos defensivos pueden ser más seguras”.
¿Diversificación geográfica o por sectores?
Aquí los analistas coinciden en que lo mejor y más importante es combinar ambas diversificaciones, considerando Ernesto Revello, que además, “siempre y cuando puedan añadir descorrelación a la cartera”. Y es que, según Revello, la historia demuestra que la economía real y financiera es cíclica y por tanto los activos que suelen funcionar en ciertas décadas no necesariamente serán los vencedores en tiempos posteriores.
En este sentido, lo mismo sucede con los sectores de la economía. “De acuerdo con el ciclo macroeconómico podemos identificar qué sectores se benefician de la coyuntura y hacia dónde suele fluir el capital. Los datos estadísticos de los últimos 100 años demuestran ciertos patrones de comportamiento y es por ello por lo que debemos prestar atención a la “macro” para poder posicionarnos en esos sectores que suelen ser “ganadores”.
Y Ernesto Revello también apunta que “es importante diversificar en otros activos considerados más alternativos como las materias primas. La relación histórica entre la renta variable de EE.UU. y los commodities también muestra ciclos de subidas y bajadas que se repiten en el tiempo”.
Al final, para Diego Puertas, la diversificación geográfica reduce riesgos macroeconómicos asociados a un país o región; mientras que la diversificación sectorial permite equilibrar riesgos y tratar de aprovechar las microtendencias que hay en los diversos sectores específicos.
¿Cómo batir a la inflación?
Aquí, Mar Barrero, directora de análisis de Arquia Profim Banca Privada señala que todo dependerá de si está dispuesto a asumir algo más de riesgo y volatilidad a la hora de gestionar sus ahorros. “En caso de que la respuesta sea no, la alternativa seguirán siendo los fondos de renta fija, principalmente corporativa y mayoritariamente con alta calificación crediticia y que, además, no asuman un elevado riesgo de duración (lo más atractivo, en mi opinión, es estar en duraciones medias entre 1 y 4 años)”. Y con esos criterios hace referencia al “Arquia Banca RF Flexible; WAM Duración 0-3 y Evli Short Corporate Bond”, donde la Tir esperada de estos fondos ronda aún el 4%.
Mientras que si el inversor está dispuesto a asumir algo más de riesgo porque realmente es un inversor a largo plazo, Mar Barrero “buscaría alternativas en renta variable para invertir todo o una parte, en función del capital que tenga en el fondo que vence”. Y en este caso optaría por fondos de “renta variable global con sesgo blend (mezcla growth y value) y a USA”.
Diego Puertas por su parte opta además por ETFs indexados que superan la inflación a largo plazo con menor coste, “replicando índices globales como el MSCI World, SP500 o Emerging Markets como el Vanguard S&P 500 UCITS ETF (VUSA)”. También destaca los fondos multiactivos que “combinan renta fija y variable adaptándose al ciclo económico. Ideales para quienes buscan menos volatilidad, pero con riesgos de quedarse por debajo del objetivo”. Y por último habla de los bonos ligados a la inflación que “protegen el capital en escenarios inflacionarios”.
Y por su parte, Ernesto Revello señala que para batir a la inflación sin sufrir tanta volatilidad habría que buscar opciones tanto dentro del mundo financiero tradicional, como en activos y opciones más alternativas que están fuera del radar, pero que son totalmente válidas. En este sentido destaca dos ETFs para diversificar fuera de EEUU como son el “iShares Edge MSCI EM Value Factor UCITS ETF USD(Acc)” y el “iShares China Large Cap UCITS ETF”; un ETF “de empresas con MOAT para protegernos contra la potencial caída de la bolsa como es el VanEck Morningstar Global Wide Moat UCITS ETF”; uno de renta fija de alta calidad, en este caso opta por el “WisdomTree USD Floating Rate Treasury Bond UCITS ETF USD Acc”; y por último, se centra en el oro y la plata con el “iShares Physical Gold ETC” y el “Invesco Physical Silver”.
En conclusión, los expertos optan por una cartera diversificada donde además hay protección, descorrelación, rentabilidad e incluso, en algunos casos, dividendos.