Ahora, el Gobierno de Pedro Sánchez ha atendido abiertamente a la medida reclamada desde el sector de la inversión colectiva, buscando así aumentar la rentabilidad de los productos. No hay que olvidar que los inversores bajistas siguen estrategias claras: vaticinan cuando el mercado va a caer y buscan sacar la máxima rentabilidad contra la tendencia, protegiendo la cartera en momentos de elevada inestabilidad.

Hay que tener en cuenta que, históricamente, España siempre ha sido un mercado más restrictivo que la media europea en lo que a operaciones bajistas se refiere. El veto al préstamo de valores por parte de fondos es algo muy habitual en Francia, Luxemburgo o Reino Unido. Los fondos domésticos no pueden obtener ese plus de rentabilidad derivado de dichas operaciones.

Una medida muy esperada

El Ministerio de Economía ha escuchado una de las peticiones de la industria de los fondos de inversión y es por ello que ahora habilita la posibilidad de prestar las acciones que tienen en cartera a terceros inversores, es decir, el denominado préstamo de valores.

Esta práctica, tan común en los mercados europeos, permitirá aumentar el rendimiento de los fondos de inversión. En este sentido, el Tesoro Público, responsable de la normativa financiera, ha activado el mecanismo oportuno y ha puesto en audiencia pública la orden ministerial correspondiente a la espera de alegaciones. 

Si se analiza el histórico más reciente, la Administración Pública solo ha actuado contra las posiciones bajistas en situaciones concretas, como la crisis del euro y la pandemia. Al margen de estos periodos, la CNMV tiene vetadas las ventas en descubierto, es decir, vender acciones que no se tienen.

En todo momento, el Gobierno ha velado por la transparencia, conociendo, de primera mano, quién apuesta contra un valor y con cuánto dinero lo hace. Una vía para detectar posibles manipulaciones. El objetivo de los supervisores no es proteger el precio de las acciones o de la cartera de inversores actuales, sino la integridad del mercado.

Es tal la repercusión de los fondos de inversión bajistas, que han llegado a intensificar sus posiciones en determinadas empresas, como Solaria, donde han pasado de controlar el 10,66% del capital a hacerse con el 11,11%.

Claves y contexto de la nueva normativa

La nueva normativa, anunciada el pasado 10 de septiembre de 2024, supone un cambio sin precedentes en la regulación del mercado de valores y busca impulsar la liquidez y la eficiencia del mercado bursátil.
Al estar, hasta la fecha, limitada la actividad del préstamo de acciones a los fondos de inversión, se dificultaba seriamente la implementación de una serie de estrategias más flexibles. Ahora se busca dinamizar el mercado de valores, aportando ingresos adicionales gracias a comisiones que recibirán por el préstamo de dichos títulos.

¿Qué impacto generará en el mercado?

Se espera que la nueva medida gubernamental genere efectos positivos en el mercado bursátil. En primer lugar, no cabe duda que los fondos de inversión participarán en el mercado de acciones, incrementando notoriamente la actividad en el mercado de valores. La eficiencia en la fijación de precios y la transparencia en las operaciones bursátiles queda garantizada.

De igual modo, se podrán atraer a inversores institucionales, los cuales busquen estrategias sofisticadas que puedan maximizar sus rendimientos. Ahora, los fondos de inversión podrán prestar acciones y se pondrán al servicio de sus clientes nuevas y variadas opciones de inversión, mucho más rentables.

No obstante, como consecuencia negativa, son varios los analistas que señalan que la apertura de los fondos de inversión en esta operatividad podría aumentar la volatilidad en el mercado, dado que el préstamo de acciones a inversores bajistas supone amplificar las fluctuaciones en los precios de las acciones. No obstante, tanto el Gobierno como los reguladores financieros no cesan en su empeño de monitorear la implementación de la medida y de garantizar tanto un equilibrio financiero adecuado como la minimización de los riesgos asociados.

La incertidumbre ahora queda entre los expertos en el sector financiero. Muchos han recibido la noticia con gran entusiasmo, especialmente los representantes de fondos de inversión y entidades bursátiles que ven en ella una medida para incrementar la competitividad y mejorar la alienación con las prácticas internacionales. 

España podrá consolidarse como un mercado financiero dinámico y atractivo en el marco de la UE. Es sin duda, un avance importante hacia la modernización y la flexibilización del mercado de valores en España. A partir de ahora, se espera que el mercado bursátil gane liquidez y eficiencia. Esto beneficiará de manera directa a los inversores y contribuirá al crecimiento del sector financiero del país sin precedentes.