Fuente: Carlos Arenas Laorga

El mercado estadounidense, especialmente en los últimos años, ha liderado el crecimiento en términos de rentabilidad. Este fenómeno se debe a muchos factores, pero hay uno que destaca por encima de todos: el dominio absoluto de las grandes tecnológicas. Incluimos aquí compañías no necesariamente catalogadas como tecnológicas, pero que obviamente lo son, como Tesla o Amazon, por ejemplo. Hemos oído hablar de las “7 magníficas”, de las “enormous 8”.

Claro, son compañías que, a cierre de octubre llevaban, cuando menos, un +500% en los últimos 10 años. Pero es que NVIDIA ha obtenido un, coje aire, ¡32.282%! Otras “solo” han retornado más del 1.000%. Vamos que, si invertiste en Netflix, por ejemplo, tus ahorros de 10 mil euros, hoy tendrías más de 136 mil euros. No está nada mal, ¿verdad? Esto ha hecho que los gigantes hayan acaparado más del 30% del índice. Por supuesto, en Europa cuesta pensar en una empresa tecnológica puntera. ASML o Spotify nos pueden venir a la cabeza, pero estilo prueba final de la Ruleta de la Suerte en 10 segundo, ¿se te ocurre alguna otra?

Fuente: Carlos Arenas Laorga

Fuente: Carlos Arenas Laorga

Esta prevalencia de las compañías tecnológicas y su capacidad para capitalizar los cambios estructurales que se están produciendo en nuestras economías es la principal diferencia entre los mercados bursátiles a ambos extremos del Atlántico. 

Fuente: Carlos Arenas Laorga

Otro aspecto clave es la profundidad del mercado estadounidense, que permite mayor acceso a una financiación más sólida, estable y cuantiosa. La innovación empresarial americana tiene su innovación fiscal y regulatoria en Europa. Cada uno innova en lo que sabe y así nos luce el pelo. En cualquier caso, esta profundidad facilita a las empresas seguir creciendo y resistir mejor los impactos económicos. Además, la política monetaria de la Reserva Federal ha sido un catalizador importante, al menos mucho más que el Banco Central Europeo para nuestro continente.  

Otro de los principales motivos, pero sobre el que no diremos nada so riesgo de alargarnos, es la economía. El contexto empresarial está muy influido por la economía, y viceversa. De tal modo que podemos entrar en círculos virtuosos o viciosos. Los buenos datos de empleo, el crecimiento del PIB, la fortaleza de las compañías, la resiliencia (no me gusta esta palabra) ante la volatilidad, el dinamismo ante las crisis, el dólar como moneda de reserva, la producción energética y un sinfín de otros elementos de la economía americana, hacen que tienda a recuperar más rápido, incluso a pesar de haber podido caer puntualmente más como consecuencia del sesgo growth de su mercado bursátil. 

Incluso se dice que Europa, al estar más centrada en sectores tradicionales es menos explosiva pero más constante, conservadora y estable. Falso. Es menos volátil, eso sí. El promedio de caídas en el MSCI Europe es del -15,2% y el del S&P 500 del -16,2%. Pero si nos vamos a casi cualquier otra métrica, el mercado americano es casi imbatible. Por ejemplo, la media de subida tras un año de caída (sin contar la crisis de los 2000) es del 17% en Europa, nada mal. Pero en Estados Unidos es del 29,3%. No daremos los datos de las rentabilidades anualizadas por no caer en mayor vergüenza con la Navidad tan reciente. 

Fuente: Carlos Arenas Laorga

No obstante, los inversores europeos podemos beneficiarnos de la menor volatilidad relativa de nuestro mercado.  Eso vaya por delante. De todos modos, si estamos buscando buenos rendimientos, el pasado nos dice dónde sí y dónde no. La buena noticia es que el futuro no lo conocemos

La elección entre Europa y Estados Unidos dependerá del perfil del inversor, de su tolerancia al riesgo, del sesgo de conocimiento por cercanía del mercado, de los sectores que queramos sobreponderar y de muchos más factores. Pero, con independencia de la región favorita, diversificar geográficamente es importante. Que si hubiésemos invertido todo en el Nasdaq o en Netflix hace 10 años hoy seríamos ricos, sí.

 Y ya no te digo en NVIDIA. Pero la cultura del pelotazo es muy española y no suele funcionar salvo que hayamos podido viajar al futuro. Tendremos que buscar nuestra mezcla perfecta de crecimiento y descuento. De potencial y de estabilidad. En el fondo, entender cada uno de los mercados, sabiendo aprovechar las ventajas que pueda ofrecer cada uno de ellos. Aplaudo a quien quiera una exposición casi exclusiva a Estados Unidos. Pero, si hay estudio detrás, también entenderé a quien prefiera invertir un porcentaje mayor en mercados más cercanos.