Las valoraciones también se han disparado en los mercados de deuda corporativa, ya que la búsqueda de rentabilidad por parte de los inversores ha llevado los diferenciales de crédito (la prima que reciben los inversores por asumir riesgo) a sus niveles más bajos de los últimos 15 años.
Ante la ralentización del crecimiento y la dificultad para encontrar acciones y bonos a buen precio, la selección de títulos es hoy más importante que nunca. «Ante los riesgos potenciales que presenta el entorno actual, trato de lograr un equilibrio en mis carteras de inversión, buscando exposición a compañías con capacidad de fijación de precios, crecimiento sostenible y dividendos en crecimiento», afirma la gestora de renta variable Diana Wagner.
Damien McCann, gestor de renta fija, opina lo mismo. «Ante la falta de valor evidente, me muestro muy selectivo en los sectores de deuda de alto rendimiento y grado de inversión, tratando de encontrar el equilibrio adecuado entre riesgo y oportunidad».