¿Qué balance hacéis de estos primeros tres meses del año?

En general, yo creo que es un trimestre bastante marcado por la volatilidad, sobre todo derivada de la incertidumbre de las políticas comerciales. 

En general, si vemos los resultados también a nivel de bolsas, a nivel de renta variable, un poco bastante diferente a lo que podríamos esperar. Vemos cómo ha funcionado bastante bien la renta variable europea. En cambio, en Estados Unidos tenemos resultados negativos en los principales índices, tanto SP 500 como, sobre todo, en el NASDAQ. Incluso en Estados Unidos, aquellas compañías que eran las que estaban funcionando mejor, todas esas magníficas siete que eran las que han llevado el ritmo en el mercado americano sobre todo los últimos dos años, pues tenemos un comportamiento bastante dispar y prácticamente todas ellas negativo; mientras que en Europa el resultado bastante positivo. 

Quizá también en Europa había mucho pesimismo al final del año pasado, quizá valoraciones muy bajas. En cierto modo, la tranquilidad en política en Alemania y también el anuncio de todo el sistema de gasto que se va a hacer en el país, al final ha servido de catalizador para la renta variable europea. 

Y luego también, por ejemplo, China, que a nivel macroeconómico sigue generando dudas, tiene ese tensionamiento en el sector inmobiliario, pero a nivel bursátil, prácticamente después de tres años muy malos, pues también ha tenido un inicio de año bueno. 

Es decir, que en la renta variable un primer trimestre, bastante diferente a lo esperado y en general mucha volatilidad y es lo que está marcando el trimestre.

¿Deben estar preocupados los inversores por sus carteras con los aranceles a la vuelta de la esquina?

En general, digamos que a nivel de volatilidad, a nivel de comportamiento de los mercados, sí creemos que se puede mantener un nivel de incertidumbre elevado, porque al final esta parte de las políticas comerciales, depende mucho de las declaraciones, de las réplicas. Lo hemos visto tanto en Canadá como con la Unión Europea, como con China, que China, por ejemplo, fue el principal protagonista de las guerras comerciales en el anterior mandato de Trump y ahora está viendo bastante alternancia entre las zonas con las que hay polémicas. 

Entonces sí que creemos que en los próximos meses se puede mantener la volatilidad, la incertidumbre, pero también tenemos que ver que el fondo del mercado no es malo. No vemos, por ejemplo, los fundamentales de las compañías, los resultados siguen siendo positivos, siguen batiendo en gran parte en beneficios, en ventas y entonces por ese lado sí que estaríamos relativamente tranquilos siendo conscientes de la volatilidad que hay y que en cierto modo preocupa al inversor.

¿Qué porcentaje de la cartera debería estar en oro y materias primas?

En general, el oro depende un poco para qué tipo de perfil estemos hablando. 

Seguramente para los más conservadores no estaríamos, pero simplemente por un motivo de la volatilidad que impone a las carteras. Aquellos perfiles que están más centrados en la preservación del capital, que están más preocupados por la volatilidad, por las caídas de las carteras, es posible que quizá la volatilidad que se pueda introducir a través del oro es un poco más elevada, pero para otros perfiles sí que nos parece un tipo activo en el que podemos estar. 

Por una parte, tiene un efecto diversificador bastante relevante, en el sentido que muchas veces tiene un efecto refugio y en momentos de volatilidad puede funcionar. Es verdad que no siempre es así, por poner un ejemplo, en 2022 no fue un activo que lo hiciera particularmente bien y fue un año que por incertidumbre o volatilidad podría haberlo sido, pero no fue bueno. Pero dicho esto en términos generales sí que creemos que es un activo que ofrece diversificación.

Y luego también tiene otra parte que consideramos relevante. Está teniendo un poco este efecto de búsqueda de diversificación por parte de muchos bancos centrales, en el sentido que, sobre todo, los emergentes que están tratando de diversificar reservas en dólar que tenían históricamente han querido reducirlas, han querido introducir una parte de oro y eso vimos como algunos de los grandes bancos centrales como India, como China durante el año pasado tuvieron bastante demanda por ese lado. 

Entonces, en general, por la parte de oro sí que creemos que es un activo donde estar. Somos conscientes de que los niveles que tiene ahora pues prácticamente está en los máximos históricos, pero bueno como un activo de diversificación sí que nos parece una idea bastante razonable.

En cuanto a renta fija, ¿tramos más cortos o largos?

La renta fija en general pues estaríamos en unos tramos medios, aproximadamente sobre los tres, cuatro años. Principalmente porque vemos que dentro de la renta fija los resultados que está viendo hasta ahora quizás son un poco al contrario que lo que ha pasado con la renta variable. 

Nosotros, por ejemplo, en Estados Unidos los resultados hasta ahora de los principales índices son bastante razonables, bastante positivos; en cambio en Europa están teniendo un poco la volatilidad generada por el movimiento de la curva en Alemania. Al final todo este anuncio de emisión de deuda, todo este anuncio de incremento del gasto en Alemania que al final es el mercado más potente dentro de Europa pues ha generado una subida de yield y bueno a nivel de precio les ha afectado. Pero si nos fijamos a nivel de, por ejemplo, yields dentro de la renta fija creemos que es bastante atractivo, bastante razonable. Por ejemplo, esta subida de la yield en Alemania da una oportunidad de compra. 

Y luego también pues a nivel de los bancos centrales, es verdad que aquí hay bastante incertidumbre. Ha habido en los últimos meses, sobre el número de bajadas que va a haber en Estados Unidos, hemos tenido varios altibajos. Quizá ahora estamos pensando más en dos bajadas, pero bueno depende también de cómo vaya la inflación, ya lo decía la propia Fed en la rueda de prensa recientemente, que las políticas comerciales van a tener influencia tanto en el crecimiento como en la posible inflación que veamos en Estados Unidos.

Entonces, por tanto, dentro de la renta fija quizá aunque no contásemos con el efecto de las bajadas de los bancos centrales, que sí que creemos que va a haber al menos un par de bajadas tanto en Europa como en Estados Unidos, a nivel de yield sí que creemos que por la parte del carry es un momento donde estar. Y quizá esos entornos de tres, cuatro años que comentaba pueden ser bastante razonables.

¿Qué perspectivas tenéis para este 2025?

Ahora mismo parece complicado abstraerse de la volatilidad que hay, de esta incertidumbre política comercial, pero bueno sí que nos seguimos manteniendo positivos de cara a la renta variable teniendo en cuenta esta volatilidad, que reiteró que se puede seguir manteniendo, pero a nivel de resultados de las compañías, los fundamentales vemos que siguen siendo buenos. 

Y luego, la parte macroeconómica, la parte de crecimiento, es verdad que también surgen dudas sobre si las políticas comerciales pueden afectar al crecimiento en Estados Unidos. En resumen creemos que se puede mantener el crecimiento. Nuestro escenario central no es de recesión en Estados Unidos y con estos ingredientes sí que nos daría para crecimiento dentro de la renta variable para 2025.