Hace pocos días, Meta, la empresa matriz de Facebook, perdió más de 230.000 millones de dólares de su valor de mercado, un récord histórico en una sola jornada para cualquier acción. Pero, ¿qué ocurrió exactamente en Meta para que se produjera esta caída sin precedentes en su cotización?
En primer lugar, las expectativas sobre los resultados del cuarto trimestre de Meta eran muy altas, entre otras cosas porque su mayor competidor, Alphabet, la empresa matriz de Google, presentó unos resultados realmente excelentes pocos días antes. Sin embargo, las cuentas de Meta resultaron ser peor de lo que se esperaba y este hecho inquietó a los inversores. Estos resultados pueden sugerir que, efectivamente, Facebook está empezando a ralentizarse. De hecho, estamos viendo un claro deterioro del nivel de interacción, ya que la gente utiliza menos Facebook (por primera vez en su historia, el número de usuarios activos diarios cayó en los últimos tres meses de 2021).
¿A dónde se están yendo los usuarios?
Los usuarios más jóvenes (entre 18 y 24 años) están optando por otras redes. Así, los estudios muestran que solo el 27% de los adolescentes utilizan Facebook a diario, frente al 94% de 2012. En este punto, la popularidad de TikTok, una aplicación para compartir vídeos de formato corto, está aumentando rápidamente, sobre todo entre las generaciones más jóvenes (según los datos de descargas de la aplicación y el tiempo que se dedica a la plataforma). De hecho, incluso Mark Zuckerberg, CEO de Meta, reconoce que es una amenaza real para las perspectivas de Facebook y probablemente también para Instagram.
¿Cómo afectan los cambios en la configuración de la privacidad que han entrado en vigor?
Esta es otra de las razones de la evolución de la cotización de Meta la semana pasada. Para el primer trimestre de 2022, Facebook ha reconocido que los cambios en la configuración de la privacidad van a afectar de forma negativa a sus ingresos. Y es que, en muchos casos, ya no podrán rastrear cómo se mueven sus usuarios por internet y vender esos datos a terceros, como los anunciantes, que utilizan este tipo de información para colocar anuncios dirigidos.
En este sentido, Meta está invirtiendo mucho para intentar esquivar los problemas de privacidad a los que se enfrenta y para mejorar su posición competitiva frente a rivales como TikTok. Por ejemplo, ha destinado más de 10.000 millones de dólares al año en gastos para desarrollar su metaverso -capacidades de realidad virtual y aumentada-. Así que, los ingresos se están reduciendo materialmente mientras que el gasto está incrementando los costes: el resultado es un descenso de la rentabilidad importante y mucho peor de lo esperado.
¿Qué podemos deducir de este cambio de rumbo en las acciones de Meta?
Quizá, este cambio de rumbo muestra el escepticismo de los inversores sobre el metaverso y la capacidad de una empresa como Facebook para trasladar su modelo de negocio a una plataforma de realidad virtual (lo que es en esencia el metaverso). El debate sobre este tema sigue siendo muy amplio. Desde Schroders, no estamos convencidos de que vaya a funcionar de la manera que Mark Zuckerberg sugiere.
Creemos que hay motivos muy concretos para dudar y eso genera mucha incertidumbre en torno al crecimiento futuro de Facebook en este momento.
¿Por qué otros valores no se han visto afectados?
Hay que tener en cuenta que el NASDAQ ha doblado su valor desde los mínimos de marzo de 2020, lo cual es un hecho sin precedentes en términos generales. Un descenso del 10% podría clasificarse como una pequeña corrección, pero es algo que los inversores deberían tomarse en serio. Está claro que aunque suba la marea, ya no levanta todos los barcos.
Parte de la corrección puede explicarse por la subida de los tipos de interés, que creemos que la comunidad inversora subestima. Las empresas que son analizadas por los inversores en función de su crecimiento futuro -como las empresas tecnológicas- tienden a tener un peor comportamiento en un entorno de subida de los tipos de interés.
Aunque compañías como Google y Amazon no son inmunes a algunos de los problemas que afectan a Facebook, no tienen modelos de negocio impulsados por las redes sociales y no se enfrentan a los importantes retos éticos y legales que tiene Facebook. Los resultados de Google para el cuarto trimestre mostraron que el crecimiento de usuarios es sólido y que los precios en su negocio principal de publicidad siguen siendo estables. Amazon también mostró su claro poder de fijación de precios en sus últimos resultados. De hecho, está aumentando el precio de su suscripción Prime por primera vez en cuatro años.
Perspectivas para el sector y otros valores growth
Está claro que existen retos para el tipo de empresas de crecimiento disruptivo por las que solemos tener preferencia, especialmente a corto plazo. Nos centramos en las que generan beneficios y flujos de caja, las que tienen un sólido poder de fijación de precios como resultado de sus posiciones de liderazgo en el mercado. Creemos que este tipo de empresas seguirán haciéndolo bien en 2022.
El sector tecnológico en su conjunto, en particular las empresas que actualmente no generan beneficios, puede verse en desventaja este año, ya que los inversores buscan oportunidades en partes del mercado que hasta ahora han sido despreciadas -y, por tanto, infravaloradas-, como el sector energético. Es probable que esta tendencia continúe este año y más allá, a medida que los tipos de interés suban. Sin embargo, lo que no queremos es perder de vista el panorama a largo plazo: que estamos viviendo en un mundo que se está transformando. Tendencias como la transición energética, la digitalización, el enfoque en la sostenibilidad y el cambio en las preferencias de los consumidores están cobrando más fuerza con el tiempo.
Si se produce un mayor reajuste en algunas de estas áreas de crecimiento, se presentarán tremendas oportunidades para inversores como nosotros. Así que, ahí es donde nos encontramos: hay vientos en contra a corto plazo para muchos de estos valores de crecimiento, pero a largo plazo, las perspectivas siguen siendo muy buenas.