- Además de la preocupación de los inversores en torno a la inflación, la recesión y la posibilidad de que los bancos centrales cometan un error al optar por subidas excesivas y demasiado prolongadas de los tipos de interés, la economía mundial y los responsables políticos han recibido otra patata caliente: el aumento de los precios del petróleo.
- La lucha contra la inflación tiene un precio, y la economía ya está mostrando signos de debilitamiento. Es probable que los inversores ya no se centren en la inflación, sino en el crecimiento y en la posible recesión.
- Uno de los factores que ha sostenido la economía estadounidense y que ha retrasado la llegada de la recesión es el gasto fiscal. El equipo de Multi Asset analiza la situación y espera que el estímulo fiscal se debilitará en los próximos meses dando así menos impulso a la economía estadounidense.
El mes de septiembre la dinámica del mercado se vio afectada por un golpe inesperado.
Además de la preocupación de los inversores en torno a la inflación, la recesión y la posibilidad de que los bancos centrales cometan un error al optar por subidas excesivas y demasiado prolongadas de los tipos de interés, la economía mundial y los responsables políticos han recibido otra patata caliente: el aumento de los precios del petróleo.
Arabia Saudí y Rusia hicieron uso de su poder, ampliando los recortes en la producción de petróleo hasta diciembre, lo cual demuestra la capacidad que tienen las economías BRICS actuales y prospectivas de levantarse y hacerse escuchar controlando los precios de la energía y recordándonos lo delgada que es la línea que separa a las materias primas de la política.
Si bien los activos de riesgo siguen contando con un respaldo bastante bueno, el repunte del petróleo podría convertirse en una sorpresa desagradable para los bancos centrales, que están empezando a ver que la inflación está lo suficientemente controlada como para poner freno a las subidas de tipos de interés más agresivas en cuatro décadas.
La pregunta más importante gira en torno a cuál será el impacto, ya que la situación actual tiene un contexto distinto. ¿Revertirá el aumento de los precios de la energía los avances logrados en cuanto a contención de la inflación y volverá a provocar un aumento en los precios de consumo? ¿Afectará al crecimiento económico? ¿Vuelve a estar sobre la mesa la estanflación ―esa palabra que nadie quiere oír― tal y como han indicado un grupo cada vez más abultado de observadores del mercado?
Si bien (todavía) no estamos demasiado preocupados por un aumento significativo de los precios, la subida del petróleo ya ha dejado huella en los últimos datos de inflación. Sin embargo, creemos que los bancos centrales pasarán por alto estos aumentos temporales de los precios, al menos por ahora, ya que su atención se centra más en la inflación subyacente, que se ha reducido. En su reunión de septiembre, la Reserva Federal de EE. UU. mantuvo los tipos y, aunque el presidente Jerome Powell indicó que las subidas de los tipos están llegando a su fin, también dio a entender que el próximo año habrá un escenario de tipos elevados durante más tiempo, ya que un aterrizaje suave parece cada vez más viable.
Ahora bien, seguimos esperando una recesión como regalo navideño o resaca de Año Nuevo, y los primeros recortes para los siguientes meses de 2024. La lucha contra la inflación tiene un precio y la economía ya está mostrando signos de debilitamiento. También creemos que los inversores ya no se centrarán en la inflación, sino en el crecimiento y en la próxima recesión, sobre todo porque los factores que han sostenido la economía hasta ahora, como los ahorros por la pandemia, un mercado laboral sorprendentemente resiliente y los estímulos fiscales, se están desvaneciendo poco a poco.
En la presente edición de Investors’ Outlook, nuestros compañeros de la Conviction Equities Boutique se plantean la pregunta de si es hora de mover a China de una sola asignación de renta variable de mercados emergentes a una postura independiente, mientras analizan la paradoja de que ocupa una posición dominante y está infrarrepresentada al mismo tiempo.
También puede hacerse una idea más clara sobre el gasto fiscal de EE. UU. y nuestra decisión de abstenernos de efectuar cambios en nuestro posicionamiento por el momento.