Además, mantenemos una perspectiva prudente ante las posibles incertidumbres geopolíticas y las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos. El objetivo del Sr. Trump es potenciar la operación «Wetback», encabezada por la administración Eisenhower en 1954. Esta iniciativa supuso el traslado de un millón de personas a México. Esto anticipa que sus políticas provocarán la salida de Estados Unidos de más de 13 millones de inmigrantes indocumentados. Además, la aplicación de las subidas de aranceles propuestas y el importante gasto fiscal del programa de Trump permitirán a K. Harris hacer hincapié en la posibilidad de que aumenten las presiones inflacionistas, lo que podría afectar al actual «aterrizaje suave» de la economía estadounidense. De hecho, la moderación de la inflación debería permitir una relajación sostenida de la política monetaria y un crecimiento económico sostenido. La revisión al alza del PIB estadounidense del segundo trimestre hasta el 3% fue una noticia positiva para la candidata, ya que proporciona una base para persuadir a los votantes de que la economía va por buen camino. Al mismo tiempo, permite promover la idea de que una presidencia de Trump lo descarrilaría todo.

A la luz del reciente descenso de los tipos de los bonos estadounidenses y europeos a largo plazo, hemos adoptado una postura neutral sobre la duración. Nuestra preferencia por los activos en euros frente a los dólares se mantiene sin cambios.

En conclusión, seguimos de cerca las futuras decisiones de los bancos centrales y los posibles recortes de tipos en Europa y Estados Unidos, dados los actuales indicios de desaceleración. Nuestras perspectivas sobre los mercados de renta variable siguen siendo positivas. También mantenemos una posición neutral de duración modificada en los mercados de renta fija. Por último, mantenemos una opinión positiva sobre el oro, que ofrece diversificación y no está correlacionado con los activos de riesgo, y debería beneficiarse de la continua caída de los tipos reales estadounidenses.