Hay algunos acontecimientos del oscuro pasado europeo que nos gustaría olvidar, como pueden ser una brutal guerra en nuestro territorio o las crisis energéticas y alimentarias que han vuelto a convertirse en realidad, o a adquirir una perspectiva muy real. Además, la pandemia de la Covid-19 que causó estragos en la economía mundial todavía no ha desaparecido del todo, debido a los continuos confinamientos en China y a una Vuelta de las tasas de infección que aumentan en casi todo el mundo.
Si antes no nos habíamos dado cuenta de la desagradable verdad pospandémica, 2022 confirmó que depender de un único proveedor conlleva enormes riesgos para la economía mundial. Se trata de un argumento válido para los productos manufacturados de China, los suministros de gas y petróleo de Rusia y los envíos de grano de Ucrania.
Las economías occidentales comenzaron a tratar de reducir su dependencia del petróleo en la década de 1970 tras el embargo de los exportadores de petróleo de Oriente Medio. Ahora puede haber llegado el momento de dar un paso más en el ámbito de la energía, es decir, hacia la transición de una economía basada en fuentes renovables. Los inversores de impacto tienen la ambición de contribuir a los distintos retos medioambientales mediante una estrategia de inversión orientada en la búsqueda de soluciones que ofrezcan medidas de eficiencia energética, bienes duraderos y circuitos cerrados de productos.
Las empresas de energía solar y eólica parecen beneficiarse del endurecimiento de la normativa en la Unión Europea, o de una ley estadounidense recientemente firmada que pretende nada más y nada menos que descarbonizar el sector eléctrico estadounidense. La incipiente industria de las "energías limpias", que abarca ámbitos como los vehículos eléctricos, las baterías o el hidrógeno producido de forma sostenible, abre también nuevas oportunidades para los inversores.
Hacer más eficientes los edificios comerciales y residenciales
Los edificios comerciales y residenciales representan una gran parte del consumo energético mundial. Las empresas relacionadas con este sector proporcionan tecnologías y materiales para reducir la huella medioambiental a lo largo del ciclo de vida de un edificio, desde el diseño y la elección de materiales, y el método de construcción, hasta el funcionamiento, el mantenimiento, así como la demolición. Se hace especial hincapié en minimizar la cantidad de energía utilizada para la calefacción y la refrigeración mediante medidas de eficiencia energética y la adopción de energías renovables para satisfacer las necesidades energéticas restantes.
Creemos que las bombas de calor ofrecen una solución eficiente para calentar y, en cierta medida, enfriar los edificios, mientras que los nuevos medios de refrigeración reducen aún más la huella ambiental durante su funcionamiento. En combinación con un aislamiento altamente eficiente, las viviendas individuales pueden reducir considerablemente su huella de carbono. Si además se combinan con sistemas de ventilación eficientes, los grandes edificios pueden optimizar aún más sus necesidades energéticas.
Además, las bombas de calor combinadas con una moderna tecnología de ventilación pueden mejorar significativamente el confort de la vivienda con menos energía y, por tanto, con menores costes de funcionamiento a largo plazo y menos volatilidad. Junto con un aislamiento eficiente, los modernos sistemas de control pueden activar la calefacción o la refrigeración cuando los precios de la energía sean bajos, reduciendo así aún más los costes.
Abordar el cambio climático a través de soluciones de energía limpia
Dado que la energía es responsable de la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, la energía limpia es clave para abordar el cambio climático y representa un componente importante para reducir el impacto humano. El objetivo general es la reducción de las emisiones mediant el uso de electricidad, hidrógeno y calor generados a partir de recursos renovables, y tecnologías que permitan una red fiable, así como más inteligente y ecológica.
Las empresas que fabrican productos para mejorar la transmisión de la energía eléctrica ofrecen perspectivas atractivas para los inversores debido a la fuerte demanda mundial.
La reciente crisis energética hace que la necesidad de una red energética sólida sea más importante que nunca. Por ejemplo, las empresas que producen cables de conexión para plantas solares y eólicas, incluidas las conexiones de corriente continua de alta tensión (HVDC) para parques eólicos en alta mar y la transmisión de energía a larga distancia. La transmisión eficiente de los cables es crucial para reducir las pérdidas de energía y hacer más eficiente el almacenamiento del exceso de energía renovable generada.
El papel de los mercados públicos
Los mercados públicos desempeñan un papel importante en los esfuerzos de las empresas por aumentar su escala, una condición necesaria para el despliegue masivo de nuevas tecnologías o prácticas operativas que permitan afrontar algunos de los retos medioambientales mundiales. Al mismo tiempo, sus necesidades de capital con perspectivas de alta rentabilidad los convierten en imanes del dinero que los inversores destinan a la parte de "sostenibilidad" del mercado.
Creemos que el impacto en el mundo real se genera en dos pasos. En primer lugar, los inversores asignan capital a las que consideran empresas prometedoras. En segundo lugar, los productos y servicios de esas compañías generan entonces el efecto realmente deseado. Como inversores de impacto y proveedores de capital a largo plazo, nuestro objetivo es apoyar a estas firmas para que mejoren y amplíen sus productos y servicios, así como sus prácticas empresariales, con el fin de crear un entorno y unas infraestructuras más sostenibles.
El mercado se muestran cauteloso respecto a las perspectivas económicas a corto plazo. Sin embargo, aunque reconocemos la posibilidad de que se produzcan nuevas caídas, estamos convencidos de que los motores a largo plazo permanecen intactos. La transición energética se ve impulsada no sólo por los programas gubernamentales, sino también por las empresas y los particulares. Junto a los objetivos del cambio climático, otra fuerte motivación es evitar la dependencia de la energía de proveedores menos fiables. La perspectiva de reducir los costes energéticos, muy inestables, es un efecto secundario bien recibido. Invertir en empresas activas en equipos e infraestructuras de energías renovables puede facilitar esta transición, acelerada por el hecho de que las energías renovables se han convertido en la fuente de electricidad más barata en muchos mercados. Además, las compañías que ofrecen soluciones para una mayor eficiencia energética en el transporte, los procesos industriales y la fabricación, así como la calefacción y la refrigeración de los edificios, contribuyen a reducir las necesidades energéticas generales y, por extensión, a disminuir la exposición a la inflación de los precios.