Si bien hace unos días la subida del crudo hacía pensar en un impacto en la senda de normalización monetaria por su incidencia en la inflación, hasta el punto de que el BCE avisó de que no se dieran por sentadas las bajadas en todas las reuniones de 2024, ¿puede ocurrir ahora lo contrario con la caída en los precios que hemos vivido estas jornadas? O bien, ¿es previsible que los bancos centrales miren más allá de esta volatilidad?

Es cierto que la tensión en Oriente Próximo se ha agravado estas últimas semanas y eso ponía presión sobre los precios del crudo. El mercado estaba pendiente de lo que iba a pasar con el petróleo, pero parece que la reacción del mercado ha sido moderada y ha mantenido los precios en torno a 75 dólares el barril. 

Por supuesto que los bancos centrales, ya desde la gran crisis financiera en 2008, han tenido muy en cuenta la volatilidad de los mercados financieros porque han empezado a integrar en sus decisiones de política monetaria la estabilidad de los mercados financieros. No solamente tienen en cuenta el crecimiento, la inflación y el desempleo, sino también la estabilidad de los mercados financieros. 

En el caso concreto, el Banco Central Europeo, que le dos reuniones de aquí a final de año, ahora en octubre y en diciembre, si tenemos en cuenta que su objetivo principal es mantener la inflación en torno a su objetivo de estabilidad del 2%, hemos visto cómo por primera vez en septiembre la inflación en la zona euro estaba por debajo del 2% y eso sumado a los riesgos del crecimiento en Europa, puede hacer que el Banco Central Europeo actúe bajando tipos de manera más rápida. En el caso de Estados Unidos, en el caso de la FED es distinto, porque la economía está resistiendo, sobre todo gracias a los servicios, pero es cierto que Jerome Powell está mirando mucho el mercado laboral, el desempleo y sobre todo la confianza de los consumidores para ver cómo actúa, teniendo en cuenta que le queda una reunión en noviembre y otra en diciembre. Por lo tanto, es algo que van a seguir mirando muy de cerca los bancos centrales. 

Uno de los factores a los que se hace alusión para explicar la caída del crudo es una menor demanda china. ¿Qué impacto a corto y largo plazo podrían tener las nuevas medidas económicas de China en los mercados globales y, en particular, en los sectores que dependen de su economía, como el tecnológico y el de materias primas?

Si gracias a estos apoyos, a estos estímulos que se han llevado a cabo últimamente, hace que China crezca, eso va a ser muy bueno para la economía mundial en general, porque China tiene un peso muy importante en el crecimiento de la economía mundial, pero indudablemente también para los sectores, compañías o países que dependan del despertar de este gigante asiático. 

Cuando tras la pandemia se reabrió la economía china, China se enfrentaba a tres problemas principalmente: a un crecimiento muy lento, a un problema importante en su mercado inmobiliario y a una falta de confianza por parte de los consumidores. Llevó a cabo algunas medidas, pero no fueron suficientes y, sin embargo, a finales de septiembre, en solo tres días, llevó a cabo una serie de medidas muy potentes que hicieron, incluso, que en una semana las bolsas locales subiesen casi un 25% y todos los valores relacionados con China o vinculados a China también se viesen beneficiados. 

Lo importante de este paquete de estímulos que ha llevado a cabo China es que se ha centrado no solamente en la parte monetaria, sino se ha centrado en la parte monetaria, bancaria, inmobiliaria, presupuestaria y financiera. Por lo tanto, es un paquete de medidas muy potente que esperemos ver los frutos a lo largo de los próximos años y que China vuelva a crecer a los ritmos a los que estaba creciendo antes de la pandemia. 

¿De qué manera la respuesta de China a la guerra arancelaria y a la relajación monetaria en EE. UU. refleja su estrategia para reducir su dependencia de las exportaciones y fortalecer el mercado interno?

Es cierto que, de manera indirecta o involuntaria, los mayores competidores de China son los que han obligado a China a tomar estas decisiones o a llevar a cabo estos paquetes de estímulo sobre, concretamente, Estados Unidos. Con esos aranceles o con esa guerra comercial que hay entre China y Estados Unidos ha obligado al país asiático a redefinir cuáles son sus prioridades económicas. Ya no depende tanto o ya no va a poder depender tanto de sus exportaciones e incluso de las importaciones de componentes electrónicos avanzados y se tiene que centrar más en el consumo interno. Y es lo que está haciendo China ahora mismo. 

Y luego, por otro lado, la bajada de los tipos de interés por parte de Estados Unidos también ha permitido a China que baje tipos de interés para que su moneda tampoco se vea muy debilitada frente al dólar americano, puesto que los tipos en Estados Unidos estaban un poquito más altos. No es curioso que China haya tomado estas decisiones justo después de que Estados Unidos ha movido ficha, pero aún así China tiene que seguir llevando a cabo reformas y reformas económicas si no quiere perder el tren con sus competidores como puede ser India y Estados Unidos y, sobre todo, para hacer frente a ese declive demográfico que está sufriendo China. 

Qué medidas de riesgo podrían implementarse en los fondos para mitigar los efectos adversos de esta volatilidad, especialmente en el contexto de tensiones geopolíticas actuales? ¿Y cuáles son estas medidas pensando en las elecciones de EE. UU.?

Lo primero que diría es que tenemos que ser conscientes de que la volatilidad es la norma en los mercados financieros y, sobre todo y en particular, en los mercados de renta viable, pero también de renta fija. Por lo tanto, tenemos que estar acostumbrados a vivir con volatilidad. Y lo que nosotros decimos siempre es que hay muchos factores exógenos, muchos factores externos sobre los que no tenemos ningún tipo de control, como pueden ser los conflictos geopolíticos o como pueden ser unas elecciones en Estados Unidos y no podemos tomar decisiones de inversión en función de factores sobre los que no tenemos ningún tipo de control. Nos tenemos que centrar en lo que realmente importa, que son los fundamentales de las compañías en las que vamos a invertir. 

Muchas veces un inversor se pierde momentos de mercado alcistas por estar buscando cuándo es el mejor momento para entrar en función de factores exógenos. Y al final lo que decimos es que, si uno tiene liquidez y tiene dudas de cómo pueden afectar estos factores exógenos a mis inversiones, lo que muchas veces comentamos, es “vayamos haciendo aportaciones de manera gradual, a lo mejor no hacer todas las aportaciones de una única vez, pero sí que de manera gradual. Si ya tenemos tomada la decisión de inversión en largo plazo, vayamos poco a poco haciendo inversiones y sobre todo si tenemos liquidez que eso nos permita, pues evidentemente no perdernos ese coste de oportunidad”.