Antes de que se inventara el iPhone, la función de un teléfono móvil se limitaba a hacer y recibir llamadas, enviar mensajes de texto o programar una alarma. El iPhone no fue solo un nuevo y buen dispositivo, sino que creó todo un inédito ecosistema de aplicaciones tanto para las empresas existentes como para las nuevas.
En WisdomTree, creemos que la llegada de la inteligencia artificial (IA) es potencialmente tan revolucionaria, si no más, que la revolución de Internet. Tim Berners-Lee, inventor de la World Wide Web declaró sobre su potencial tres décadas después de su invención: “La Web tal y como yo la concebí, aún no la hemos visto. El futuro sigue siendo mucho más grande que el pasado”. En la actualidad, la revolución de la IA no ha hecho más que empezar y los automóviles podrían ser uno de los dispositivos que la impulsen hacia la siguiente fase.
Hay entusiasmo
En el Salón de la Electrónica de Consumo (CES) de 2024, los coches acapararon gran parte de la atención. La sensación predominante entre los participantes fue que la trayectoria de la IA automovilística no ha hecho más que empezar. Grandes fabricantes de automóviles como Mercedes-Benz, BMW y Volkswagen presentaron asistentes virtuales impulsados por IA generativa. De este modo, los sistemas de infoentretenimiento existentes, diseñados para manejar órdenes relativamente sencillas, pasan a un nivel en el que no solo la funcionalidad es más sofisticada, sino que la experiencia del usuario es mucho más personalizada.
Casi todos los coches modernos que se comercializan ahora tienen conexión a Internet y grandes pantallas. Esto abre el camino a un ecosistema completamente nuevo de aplicaciones.
Un coche que conoce a sus pasajeros puede ofrecer recomendaciones personalizadas sobre qué rutas tomar, dónde parar a comer y cómo entretenerse durante el viaje.
Y eso es solo el principio. Un sistema de infoentretenimiento más inteligente también impulsa la seguridad, ya que puede ofrecer consejos de mantenimiento predictivo. Para los gestores de flotas de vehículos, los coches conectados a un salpicadero central pueden simplificar considerablemente su trabajo.
Luego está la conducción autónoma. El chiste común es que la conducción autónoma está siempre a dos años vista. Pero eso solo es cierto si se define la conducción autónoma como totalmente autónoma en todas las condiciones, lo que técnicamente se denomina conducción autónoma de nivel cinco. Pero no hay que infravalorar los avances en este campo. Según Waymo, una empresa de transporte autónomo en Estados Unidos, sus coches han recorrido más de 16 millones de kilómetros sin conductor humano y miles de millones más en simulación. La empresa ha anunciado que su servicio estará disponible al público en cuatro grandes ciudades de EE. UU. a finales de este año.
La IA tiene múltiples usos en el ecosistema de la automoción
La oportunidad para las empresas de automoción
Los coches no solo transportan a las personas de un punto A a otro B, sino que también reflejan el estilo de quienes los conducen (por eso importa el diseño) y la IA puede desempeñar un papel crucial. Por ejemplo, el Instituto de Investigación de Toyota ha desarrollado una nueva técnica de IA que puede reducir el número de alteraciones necesarias para acomodar necesidades de ingeniería, como optimizar la aerodinámica del vehículo, en un diseño original. El propio diseño original puede encontrar mucha inspiración en las herramientas de IA generativa de texto a imagen.
La IA puede ayudar a optimizar la cadena de suministro mediante el seguimiento de materiales, componentes y productos acabados, reduciendo los retrasos en la fabricación. Esto puede agilizar las operaciones y reducir los costes de inventario. En la propia línea de producción, las herramientas de IA pueden ayudar a mejorar el control de calidad. Por ejemplo, Audi afirma que su personal de producción utilizaba antes la tecnología de ultrasonidos para comprobar 5.000 puntos de soldadura por vehículo. En cambio, ahora la IA puede analizar 1,5 millones de soldaduras por puntos en 300 vehículos en un solo turno, liberando a los trabajadores para que se centren en las anomalías.
Ciudades más inteligentes, impulsadas por la IA
La IA también tiene muchos usos en las ciudades inteligentes. La IA puede ayudar a desarrollar rutas inteligentes de transporte público que se adapten en función de los patrones de demanda. La IA puede gestionar mejor el tráfico optimizando los tiempos de las señales y redirigiendo el tráfico. La IA puede ayudar a los conductores a encontrar plazas de aparcamiento basándose en datos en tiempo real, ahorrando un tiempo precioso y aliviando los atascos. La IA puede identificar los mejores lugares para construir infraestructuras de recarga. Además, la IA puede ayudar en la distribución de última milla optimizando las rutas.
Nos espera un futuro muy prometedor
Al igual que el iPhone con conexión a Internet obligó al mundo a replantearse la conectividad, los coches con inteligencia artificial están obligando al mundo a replantearse la movilidad. Y al igual que la primera creó innumerables oportunidades para las empresas, también lo hará la segunda.
TE INTERESA
Si quiere aprender a invertir y gestionar su patrimonio, descubra la nueva sección de cursos gratuitos