La economía mundial se está aproximando a un punto de inflexión. Por primera vez en la historia moderna, los tres bloques económicos, Estados Unidos, Europa y Asia, tienen ahora un peso económico similar, en términos de PIB expresado en dólares constantes. Además, el gigante asiático estaría en camino de superar en tamaño a sus pares internacionales en los próximos cinco años.
En este contexto, el aumento de las tensiones geopolíticas en el mundo no debería ser una sorpresa. Los inversores deberían prestar más atención a Asia como unión económica de hecho y al papel que desempeña China en el desarrollo de este ecosistema industrial, ya de por sí eficiente.
1. En la actualidad, China es ya una de las mayores fuentes de flujos de inversión extranjera directa (IED) del mundo; gran parte de estos flujos se dirigen a otros países asiáticos.
2. El comercio intraasiático ya es intenso, casi tanto como el de la Unión Europea y más del doble de lo que supone el del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Las sanciones económicas contra China probablemente conducirán a una Asia más robusta, ya que la mayor parte de la capacidad industrial desinvertida probablemente se quedará en Asia.
3. Con la unión económica asiática de hecho actuando como escudo protector de China contra las sanciones económicas extranjeras, queda constancia de que el único país que puede detener el ascenso económico de China es la propia China.
Las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China se han agudizado desde la invasión rusa de Ucrania. No obstante, la posible angustia por parte del país norteamericano al escuchar los pasos del gigante asiático poniéndose al día ya habría comenzado a influir en sus políticas mucho antes de la guerra.
El gráfico siguiente muestra que, por primera vez en la historia moderna, los valores constantes (reales, ajustados a la inflación) del PIB en dólares de los tres principales bloques económicos que comentábamos -EE. UU., UE-27 y Asia emergente- están a punto de cruzarse. En concreto, se prevé que los mercados emergentes de Asia superen el PIB de la UE-27 en 2025 y el de EE. UU. antes de 2030.
El impulso del crecimiento en Asia es considerable, a pesar de las luchas en China: para 2023, el Informe del Foro Económico Mundial del FMI prevé que alrededor del 70% del crecimiento mundial procederá de Asia. En nuestra opinión, es poco probable que el predominio de Asia como principal motor del crecimiento mundial cambie en los próximos años.