El pasado viernes se celebró el 75º aniversario del Día Mundial de la Salud, con una temática, la de ‘salud para todos’ como mensaje central; sin embargo, la cruda realidad es que estamos lejos de alcanzar este ambicioso objetivo.
Las investigaciones del Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que más de la mitad de la población mundial no puede obtener servicios sanitarios esenciales, lo que compromete la calidad de vida de las personas y, en muchos casos, afecta a su esperanza de vida.
Mejorar la salud de todas las personas es también un elemento clave de la Agenda de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Una de sus metas, el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 3, pretende garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos de aquí a 2030.
Las empresas que contribuyen a que la asistencia sanitaria sea más eficiente y/o asequible para permitir que los sistemas sanitarios lleguen más lejos, traten a más personas y cubran más enfermedades en todo el mundo, ofrecen oportunidades atractivas a los inversores. Consideramos que las compañías de tecnología médica de diagnóstico avanzado son una solución para reducir la hospitalización y acelerar el proceso de recuperación gracias a una detección más rápida y precisa de las enfermedades. Además, creemos que la externalización es una potente estrategia de ahorro de costes para la fase de I+D y/o la fabricación de medicamentos. Asimismo, vemos que los medicamentos genéricos/biosimilares son clave para reducir costes. Según la Food & Drug Administration (FDA) de EE.UU., la introducción de un medicamento genérico puede reducir el precio del medicamento alrededor de un 30% frente al equivalente protegido por patente. También caculaque la competencia de cinco medicamentos genéricos puede rebajar el precio del medicamento casi el 85%.
Uno de los muchos problemas a los que se enfrenta la humanidad es la diabetes, una enfermedad en expansión que es una de las principales causas de ceguera en todo el mundo, y cuyos afectados tienen el doble de probabilidad de morir de una afección cardiaca o un derrame cerebral. Su drástico aumento se debe, entre otras cosas, a dietas y hábitos de vida poco saludables. Según la Federación Internacional de Diabetes (FID por sus siglas en inglés), unos 537 millones de adultos padecen diabetes en la actualidad. Y se prevé que esta cifra aumente casi un 50% hasta alcanzar los 783 millones en 2045.
El gasto sanitario mundial que genera la diabetes en adultos es desorbitado, ya que ha aumentado más de un 300% en los 15 últimos años, hasta alcanzar los 966.000 millones de dólares en 2021. Según la FID, el coste superará el billón de dólares en 2030, liderado principalmente por Estados Unidos, China y Brasil.
El aumento de los costes del tratamiento de la diabetes y la desigual disponibilidad y asequibilidad de los medicamentos en todo el mundo empeoran aún más la situación. Los países en vías de desarrollo se llevan la peor parte, debido a la debilidad de sus sistemas sanitarios, su escasa concienciación y sus cambiantes estilos de vida.
Tenemos ya ejemplos de varias compañías activas en este ámbito. Con una cuota de mercado de casi el 30% en el tratamiento de la diabetes, Novo Nordisk ofrece soluciones innovadoras para la diabetes y la obesidad en todo el mundo. La insulina se considera casi una materia prima y su precio neto lleva años disminuyendo. La empresa anunció en marzo su última ronda de bajadas de precios en EE.UU., al tiempo que sus principales competidores en el mercado de la diabetes tomaban medidas similares.
Sin embargo, pese al aumento de la asequibilidad, conviene no perder de vista el objetivo. Los gobiernos deben abordar las causas no genéticas de la diabetes, como los estilos de vida poco saludables, y promover la detección precoz y el tratamiento rápido. Prevenir y tratar la obesidad también es cada vez más importante, ya que el exceso de peso no es simplemente una cuestión de apariencia: la obesidad está asociada a una mayor probabilidad de padecer enfermedades tan graves como diabetes, accidentes cerebrovasculares y cardiopatías. La obesidad también aumenta el riesgo de 13 tipos de cáncer, entre ellos los de mama, intestino, útero y esófago. Aunque una parte de sus causas está relacionada con condiciones genéticas, otra se debe a un estilo de vida evitable.
La diabetes está aumentando drásticamente en todo el mundo. Con la acción conjunta de gobiernos y empresas, creemos que se pueden lograr avances significativos en la lucha contra esta grave enfermedad. Esperamos poder celebrar estas mejoras en los futuros Días Mundiales de la Salud.