La evolución del Russell 2000, el índice de valores de pequeña capitalización estadounidenses, ha dejado mucho que desear en los tres últimos años comparada con la del S&P 500: retrocedió un 6,8%, frente a la ganancia del 31% que se anotó el S&P 500, una diferencia de valoración inusitada. De hecho, frente a las empresas de gran capitalización, por parámetros de valoración como la relación precio/valor contable, los valores de pequeña capitalización (small caps) llevan desde 1990 cotizando en el decil inferior de su rango histórico.
En la misma línea, las small caps europeas sufrieron entre noviembre de 2021 y octubre de 2023 una corrección sustancial, que rondó el 25% en términos relativos. En la actualidad los valores de pequeña capitalización europeos cotizan en mínimos históricos frente a sus homólogos de gran capitalización: su relación precio/beneficio (PER) a 12 meses es de 14,2 veces, cuando la media histórica del conjunto del mercado es de 19,1 veces.
Cabe atribuir esta depreciación de las acciones de pequeña capitalización a una acumulación de factores:
- Sensibilidad al ciclo económico: aunque en las fases de expansión los resultados de las empresas pequeñas suelen ser mejores que los de las grandes, durante las recesiones tienden a ser peores. La ralentización que prevén los mercados ha dañado la confianza inversora en las empresas de pequeña capitalización.
- Tipos de interés e incertidumbre macroeconómica: las empresas de pequeña capitalización, al depender más de la financiación con deuda y tener más exposición a sectores cíclicos, son más vulnerables a las subidas de tipos de interés y a la incertidumbre macroeconómica. Un alza de tipos eleva el coste de endeudamiento, lo que puede minorar la rentabilidad y las perspectivas de crecimiento.
- Alteración de las cadenas de suministro: sectores como los del cuidado de la salud, industrial y de bienes de consumo discrecional, que constituyen parte importante del universo de pequeña capitalización, resultaron muy afectados por las interrupciones en las cadenas de suministro y los prolongados periodos de reducción de existencias.
- Percepción de exposición localizada: la impresión habitual es que las empresas de pequeña capitalización se orientan más a su mercado nacional o regional y que están condicionadas por las políticas públicas, un factor que entrañaría un riesgo adicional. Siendo esto cierto en el caso de algunas, muchas otras tienen una notable actividad internacional. Tal percepción errónea suele generar un prejuicio injustificado contra las small caps.
- Falta de liquidez de los valores de pequeña capitalización: algo que les restó atractivo frente a los de gran capitalización en 2023 y a comienzos de 2024.
Sin embargo, hay indicios de que el desapego por las small caps podría haberse acabado. Los riesgos han disminuido o bien no se han materializado como se temía, lo que ha mejorado sustancialmente su perfil rentabilidad/riesgo. A continuación se enumeran varios factores que auguran perspectivas más favorables para esta clase de activo:
- Desinflación y reconstitución las cadenas de suministro: la inflación va a menos, las interrupciones en las cadenas de suministro se han resuelto en gran medida y los precios de la energía se han normalizado.
- Entorno de tipos de interés: los bancos centrales están señalizando posibles bajadas de tipos. Unos tipos de interés más bajos pueden reducir el coste de endeudamiento de las small caps, mejorando con ello su rentabilidad y capacidad de invertir.
- Los estímulos de China: las autoridades chinas anunciaron a finales de septiembre una nueva batería de medidas de estímulo para su economía, a la que la europea es especialmente sensible. Si bien muchas de esas medidas –como los recortes de tipos de interés o requisitos de depósito inicial menores al comprar vivienda– se habían adoptado por separado a lo largo del último año, la coordinación vista en el anuncio de septiembre fue la señal más clara hasta el momento de que Pekín estaba decidida a sostener su economía y mercados.
- Mayor actividad de fusiones y adquisiciones: un repunte asociado al retorno al mercado de empresas de capital riesgo; dado que éstas acumulan una amplia liquidez, esa mayor actividad indica que consideran atractivo el nivel de valoración actual de las empresas de pequeña capitalización.
Es perfectamente posible que el universo de pequeña capitalización registre una recuperación, lo que no significa que vaya a ser necesariamente fácil sacarle partido. Aunque las small caps representan el 15-20% de la capitalización bursátil total, suponen el 80-85% de todas las acciones cotizadas: un vasto universo que puede dificultar acertar en la identificación de las mejores oportunidades. Además, los mercados tienden a seguir el crecimiento de los beneficios. Y si bien el de las small caps ha sido en el pasado superior a largo plazo al de las large caps, el número de valores de pequeña capitalización y su mayor volatilidad exigen una atenta selección y acertar con el momento de entrar y salir.
La gestión activa es fundamental en el caso de las small caps europeas debido a la limitada cobertura del análisis y la mayor volatilidad. La cobertura del 90% de los valores europeos de pequeña y mediana capitalización por parte de los analistas es mínima. Esta desatención crea ineficiencias, pero también oportunidades al permitir que los gestores experimentados descubran empresas infravaloradas. Al centrarse en los fundamentales y el análisis en profundidad, los gestores activos pueden identificar empresas con balances sólidos, estrategias innovadoras y elevado potencial de beneficios, así como evitar aquellas con peores resultados o perspectivas débiles cuyo peso en un índice pasivo podría estar, de hecho, injustificado.
Las ventajas de la gestión activa se acentúan aún más en el universo de las small caps por su potencial de doble alfa: la posibilidad de beneficiarse del potencial inherente a las small caps de superar a largo plazo a las large caps (alfa) y, además, de añadir valor adicional mediante una acertada selección de valores en este universo (segunda alfa).
En suma: los valores de pequeña capitalización han superado históricamente a largo plazo a sus homólogos de gran capitalización y ofrecen la posibilidad de potenciar la rentabilidad. Las condiciones actuales del mercado (a saber, niveles de valoración atractivos y mejoría de los indicadores económicos) ofrecerían un punto de entrada atractivo a inversores familiarizados con las complejidades del universo de las small caps. Estamos convencidos de que son esenciales tanto la gestión activa como el actuar con decisión. Sirviéndose de la experiencia de nuestros expertos, y apoyándose en una investigación exhaustiva, quienes quieran invertir pueden descubrir activos incorrectamente valorados por el mercado y rentabilizar las oportunidades que brindan los valores de pequeña capitalización.