Iván Díez (LFDE): “Somos uno de los principales actores en Francia con mayor volumen en pequeñas y medianas capitalizaciones”

En mayo de este año asumió el cargo de Responsable de negocio para España, Portugal y Latinoamérica de LFDE. ¿Cuáles son los desafíos y metas a futuro? 

Tenemos un interesante plan de desarrollo internacional. Queremos replicar el éxito cosechado en Francia y dar impulso a la oficina en España. En los próximos 18 meses tenemos tres retos:

 1) Reforzar la marca en todos los segmentos. Ahora estamos integrados en LBP AM y queremos reforzar la marca La Financière de l'Échiquier en todos los segmentos de clientes. 
2) Ampliar el número de soluciones y la base de clientes. Gracias a pertenecer a un grupo tan grande como es LBP AM tenemos muchas más soluciones que son complementarias y nos permiten ofrecer una solución en cualquier ciclo de mercado. 
3) Ampliar los activos que tenemos bajo gestión. Queremos crecer pero que sea un crecimiento sano y reforzando el compromiso con el mercado español. Que nos vean como un proveedor de soluciones. 
 
En cuanto a soluciones ¿por dónde irán los próximos pasos? ¿En qué se basará ese crecimiento? 

Integrarnos en un grupo que gestiona casi 70.000 millones de euros, a fecha de 30 de junio de 2024, en distintas estrategias nos está permitiendo registrar en el mercado español nuevos productos. Estos vehículos vienen a complementar los que ya tenía LFDE, que es especialista en renta variable, crédito corporativo y multiactivos. Uno de los objetivos que tenemos es registrar el segmento de activos reales y privados en manos de LBP AM, que tiene cerca de 9.000 millones de euros en este tipo de estrategias -siempre tomando como referencia datos con fecha del 30 de junio de este año- , además de otras de retorno absoluto, que son interesantes para un mercado como el español. 

¿Qué retos afronta la industria de gestión de activos? 

Uno de los grandes retos sigue siendo la formación financiera, si bien es cierto que desde la crisis financiera, el inversor y el ahorrador han ido ganando más conocimiento financiero. Lo hemos visto tanto en el crecimiento del número de partícipes de fondos de inversión, que han pasado de 3 a 16 millones en dos décadas –sin contar con los fondos de pensiones–, como en el volumen de activos, tanto de fondos nacionales como internacionales. Se ha avanzado, la regulación también está ayudando mucho a que el sector sea más transparente, pero todavía queda mucho por hacer. De hecho, sólo hay un 16% del ahorro de las familias que está en fondos, un ratio que está por debajo de la media de la UE. El reto es conseguir que el ahorrador pase a ser inversor y que se dé cuenta de las oportunidades que ofrece el mercado financiero para gestionar sus ahorros. 

Por otro lado, la gestión pasiva también supone un desafío pues nos obliga a las gestoras activas, de convicción, a ser realmente activas y generar alfa. El inversor pedirá alfa o se irá a la gestión pasiva. Y la supervivencia será complicada para el que quede en medio.

Esa generación de alfa, ¿puede venir de productos ilíquidos? ¿Qué posicionamiento tenéis en este tipo de activos? 

Creo que sí. No sólo ayudarán a la generación de alfa sino a descorrelacionar y diversificar las carteras.  En LBP AM hay casi 9.000 millones de euros bajo gestión en soluciones de inversión ilíquidas a través de deuda privada, deuda de infraestructuras y deuda inmobiliaria. 

Además, la nueva regulación ELTIF permite al cliente final acceder a activos reales. Este tipo de activo será una fuente de generación de rentabilidad pero también de diversificación, y nosotros apostamos por ello. 

Con la subida de los tipos de interés, las gestoras españolas han lanzado estrategias de rentabilidad objetiva. ¿Crees que seguirán teniendo tirón? 

Hay que ser consciente de dónde estamos y dónde está el mercado. Los activos de riesgo tienen dos competidores más allá de los depósitos:  los monetarios  y la renta fija.  Esto hace necesario que haya soluciones que puedan complementar lo que existía antes con tipos cero o negativos. En ese sentido, queremos introducir el expertise que tenemos en LFDE en crédito corporativo, híbridos y alto rendimiento, y complementarlo con las estrategias y fondos de LBP AM. Estamos registrando un fondo de retorno absoluto de crédito y otras soluciones ilíquidas, que no interesaban al inversor con los tipos a cero, pero que, con la nueva situación, han generado interés.

¿Cuál es la estrategia para que los ahorradores conozcan LFDE y los elijan frente a  otra gestora?

La estrategia es clara: ofrecer alternativas a los depósitos. En un entorno donde los tipos de interés van a la baja y donde los fondos de renta fija tienen un riesgo importante como es el de reinversión, es necesario tener soluciones para que ese trasvase de depósitos o fondos de renta fija llegue a este tipo de soluciones que puedan ofrecer algo más. Es necesario tener flexibilidad en renta fija, que ahora se puede complementar con híbridos corporativos y fondos flexibles en renta fija o diversificados, que permiten tener más alternativas para gestionar la duración.

¿Cuáles son los productos de la casa que más está demandando el inversor español? 

Nos demandan alfa. En renta variable tenemos una gama de soluciones muy amplia. De hecho, somos uno de los principales actores en Francia con mayor volumen en pequeñas y medianas capitalizaciones. Un total de 4.300 millones en small y mid caps en cinco estrategias (30 de junio de 2024). Viendo cómo está este segmento de compañías en los dos últimos años, con las valoraciones tan atractivas y con el gap de rentabilidad que hay frente a las large caps, en un entorno de tipos a la baja, es una estrategia muy demandada. También nos demandan fondos temáticos, sobre todo tecnológicos,  algo en lo que somos muy fuertes en fondos como el Echiquier Artificial Intelligence o el Echiquier Space. Pero también fondos de impacto o fondos como el Echiquier World Equity Growth, que son soluciones que realmente ofrecen alfa. 

Mifid 3 está poniendo el foco en las comisiones. ¿Qué previsión tenéis al respecto? 

La directiva MIFID 3, actualmente objeto de discusión, pretende reforzar aún más la regulación de los mercados financieros en Europa, haciéndolos más seguros y accesibles a todos los agentes económicos. Está estrechamente relacionada con la Retail Investment Strategy (RIS), actualmente en debate en el Parlamento Europeo. Ambas tienen por objeto aumentar la transparencia de los mercados financieros europeos mejorando los productos financieros y reduciendo los conflictos de intereses. El objetivo es crear un marco normativo más coherente y protector para los pequeños inversores en Europa.

Ninguno de estos textos es inamovible, y su aplicación no tendrá lugar probablemente antes de finales de 2025 o principios de 2026. Evidentemente, las mejoras serán bienvenidas, pero la presión reglamentaria no debe ahogar la gestión activa ni crear confusión entre los inversores. Aunque los principios son loables, creemos que su aplicación plantea una serie de cuestiones a las que estamos especialmente atentos, como la educación financiera. ¿Cómo lograr la transparencia sin educación financiera? Seguimos movilizados.

¿Pensáis que las entidades financieras españolas irán más a mandatos y menos a distribución de terceros?

Las grandes gestoras, que cuentan con un mayor volumen de activos, necesitan buscar fondos de mayor tamaño a la hora de diversificar sus carteras, debido a la concentración que ha habido en el sector y al aumento del volumen de activos. Llevamos dos o tres años donde empieza a haber mandatos entre los actores más grandes, pero no ha habido un auge notable como el que puede haber en otras regiones, que tienen un mercado de mandatos de gestión importante. En España, la mayoría de compradores de fondos de inversión es la banca privada, fondos de fondos o aseguradoras, y necesitan soluciones para aportar valor añadido a sus clientes. 

Estamos en año de bajadas de tipos, elecciones, ¿Cuál es vuestra visión macro? 

El mercado ahora duda si habrá recesión o no. Estimamos un aterrizaje suave por varios motivos. Estados Unidos crecerá este año en torno al 2% o 3%, Europa quizás esté algo más frágil, pero el crecimiento ha vuelto a su cauce. Aunque ninguno tenemos la bola de cristal, tenemos claros varios puntos: 

-    Ahora los bancos centrales tienen margen de maniobra. Estamos en un proceso deflacionista, de descenso sostenido de la inflación y eso permitirá que los bancos centrales relajen sus políticas monetarias más o menos rápido en función del ciclo económico de cada país. 
-    Es necesario saber si el ajuste en la política monetaria es suave o no. Si es suave, será bueno para todos los activos de riesgo, y la renta variable en particular. El mayor riesgo que vemos es que caigan los tipos de interés de forma brusca debido a que hay una recesión a nivel global.  Esto hará que la demanda y la inflación caigan mucho y tanto mercados como empresas también caerán. Los mercados no quieren incertidumbre, quieren visibilidad.                                                                                                                                             
-    La economía estadounidense está resistiendo bastante bien. Hay que prestar atención a datos como el consumo de los hogares o el desempleo. 
-    En cuarto lugar, todo el mundo está mirando a las Siete Magníficas y pensamos que hay un riesgo de valoración debido a la concentración que tienen. Recomendamos mirar hacia otras oportunidades más interesantes, como las small y mid caps. 
-    En renta fija, con la caída de las primas de riesgo, seguimos viendo atractivo en el crédito subordinado Investment Grade, tanto financiero como no financiero y tanto preferente como subordinado. 
-    Desde su reapertura económica tras la crisis del COVID, China se enfrentaba a un crecimiento lento, una profunda crisis inmobiliaria y una falta de confianza de los consumidores. A finales de septiembre y por espacio de tres días, las autoridades anunciaron un paquete de medidas de apoyo a la economía que provocaron una subida del 25% de las bolsas locales en una semana. Algunos valores vinculados a la economía del gigante asiático tuvieron un comportamiento estelar. Se trata de un plan potente, a diferencia de las medidas con cuentagotas de los dos últimos años, ya que no es únicamente monetario. Tiene cinco vertientes con aspectos que se refuerzan mutuamente: monetaria, bancaria, inmobiliaria, presupuestaria y financiera.