¿Cómo veis este inicio de año para las bolsas?
El inicio de cualquier año es muy importante, sobre todo los primeros tres, cinco días porque marcan la tendencia para el resto y es verdad que empezamos más bien planos. El mercado volvió a tocar los mínimos del mes de diciembre, pero ya en estos últimos días hemos recuperado la mitad de lo que hemos perdido, por lo menos el NASDAQ y el SP 500.
Todas esas incertidumbres que tienen el mercado sobre el efecto de las nuevas políticas económicas que ha anunciado Trump, de tarifas, de impuestos, de inmigración que pueden crear inflación, poner un freno a la economía, el mercado ya las está absorbiendo y lo bueno es que no ven tanto riesgo a raíz de ello, puesto que piensa que todo va a ser gradual, que él es muy sensible a los mercados. Mejor dicho que todo este nerviosismo, que estaba implícito en la volatilidad y que los bonos han subido, a pesar de ello el mercado está recuperando terreno y todo eso gracias a unos muy buenos resultados económicos. Al final, lo único que está pesando es el sector servicios que parece ser que sí que ha bajado un pelín, pero es el único sector que sigue mostrando un poco inflacionista y que todavía genera dudas de si al final la inflación va a seguir ese paso a esa tendencia.
Seguimos en el 2025 con volatilidad, igual que acabamos el 2024… ¿Hay que seguir manteniendo la calma?
Lo que se traduce por parte del mercado de lo anunciado por el señor Trump es de mayor confianza empresarial y esa confianza empresarial se va a transmitir en mayores inversiones, en mayores acuerdos corporativos de fusiones y adquisiciones. Razón por la cual los bancos, que ahora están publicando resultados que son excelentes en términos de márgenes y en términos de actividad, están reflejando la buena situación empresarial y que va, en principio, ir a mejor gracias a estas políticas en las que la supervisión bancaria no va a ser tan estricta, la aprobación de nuevas decisiones corporativas no van a estar tan limitadas; hay más ambiente a tomar riesgo y eso debe también repercutir en el mercado.
Hay confianza, el mercado está recuperando, los datos económicos demuestran que hay crecimiento económico, que es un dato muy importante. La inflación baja, los tipos de interés a cortos han dicho que no van a bajar y el mercado se ha vuelto a mover. El viernes pasado ya no descontaba más de una bajada de tipos y a partir de ayer se descuentan dos bajadas de tipos. Mejor dicho, estamos en una zona confortable que los americanos llaman “goldilocks”, una situación ideal en que hay crecimiento, poca inflación, buenas expectativas, crecimiento de los beneficios empresarios para el año que viene por igual. Así que las perspectivas son muy positivas.
En cuanto a las carteras, ¿cómo deberían estar ahora posicionadas?
Creo que, obviamente, preocupa la valoración del mercado, sobre todo, porque la renta fija entra en competencia directa con el mercado que está, en términos de valoración, en EEUU en un percentil alto, pero no quita que las empresas van a tener esa capacidad de generar beneficios. El sector tecnológico, que es el más sensible por parte del mercado a este crecimiento de los beneficios, más o menos va a ser entre el 15% y el 20% y lo va a lograr simplemente porque están invirtiendo una cantidad ingente de dinero, sobre todo, en inteligencia artificial.
Hay que tener en la cartera, por lo menos, un 20% o 25% en tecnología, con un 5% o 10% en el sector financiero. El sector de salud yo creo que es un sector que también está moviendo ficha y que se ha quedado un poco atrás. El sector de infraestructuras, que estamos todos de acuerdo que hay que invertir más para producir más electricidad, tanto en EEUU como aquí en Europa. Y después, aquí en Europa, las empresas que tienen presencia en EEUU, que están protegidas contra el tema de los aranceles, todas estas multinacionales europeas están cotizando con un buen descuento y también son una oportunidad a estos niveles.
¿Qué papel podrían jugar los activos ilíquidos en las carteras en el 2025? ¿Están los clientes preparados para tenerlos?
Los activos ilíquidos son para carteras grandes. Es un 5% o un 10% que puedas invertir en una cartera grande que está muy diversificada.
Los activos ilíquidos, como se autodefinen, al ser ilíquidos significa que tú no tienes esa capacidad de comprar o vender y tener tu dinero a los tres días, sino que tienes unas ventanas y unas limitaciones, en algunos casos pueden ser de años. Mejor dicho, por estas limitaciones tú les exiges mayor rentabilidad. Ahora parece ser que hay una cierta maduración del sector y todas estas empresas que no cotizaban quieren volver al mercado. Así que antes se justificaba en una cartera mirar con cuidado este tipo de inversiones, aunque estás limitado, pero ahora la visibilidad que hay en el mercado cotizado de empresas que están con esa capacidad de generar beneficios del 15% o 20%, como puede ser una empresa que no cotiza, pues tal vez está quitándole tanto peso a estas inversiones ilíquidas y está poniendo más peso en el resto del mercado, que todavía no ha recuperado terreno.
¿Dónde crees que estarán las oportunidades en este inicio de año?
Claramente el sector bancario está mostrando muchísima fortaleza. Aquí está el Fidelity Funds - Global Financial Services, que es un fondo excelente que invierte en los principales bancos en el mundo. Y en Estados Unidos, hablando de infraestructuras hay un fondo de Goldman Sachs, el North America Energy & Energy Infrastructure que yo creo que es una buena oportunidad a estos niveles. También cualquier fondo de tecnología, como el de BlackRock para este 20% que necesitas tener en el sector. Y en el sector de healthcare hay unos fondos de Candriam bastante buenos.