¿Cómo valoraríais el inicio del 2025?
Ha sido un inicio, probablemente, sorprendente después de las elecciones en Estados Unidos y con la toma de posesión de Trump, parecía que el inicio de año iba a estar dominado por las amenazas, guerras arancelarias e invasiones territoriales de algunos territorios europeos. Y en ese entorno para nosotros ha sido sorprendente lo bien que lo han hecho las bolsas europeas en absoluto y en relativo a las americanas.
Desde el viernes de la semana de las elecciones, desde el 8 de noviembre, la bolsa de la eurozona ganaba un 9% y la americana estaba básicamente en el mismo nivel. Con lo cual diría que un inicio de año que a muchos les debería haber sorprendido bastante.
¿Qué sectores pueden verse beneficiados con la llegada de Trump?
Diría que todos aquellos que no estén en su punto de mira, ni positivo ni negativo. Es bien sabido que Trump quiere favorecer a la industria de hidrocarburos en Estados Unidos, pero básicamente y en su mandato anterior ocurrió, ese intento de favorecer lo que acaba generando es que se produce exceso de inversión y acaba siendo nocivo para las empresas. También sabemos que Trump quiere favorecer la inversión de infraestructuras necesarias para la inteligencia artificial y probablemente ya ha ocurrido que se han producido inversiones en exceso, dado que el DeepSeek nos ha hecho saber que los modelos necesitan bastante menos hierros, bastante menos infraestructura para poder funcionar bien.
Sí que los sectores a los que Trump quiere favorecer serían sectores a evitar. Y los sectores a los que Trump quiere castigar que pueden estar en la zona de los sectores defensivos, comunicaciones, etcétera, probablemente son sectores a tener en cuenta. Jugar un poco a la contra de sus deseos, no por ser traviesos, sino porque hasta ahora, normalmente le ha hecho daño a los que ha favorecido y no ha favorecido a los que quería.
¿El sector inmobiliario es una oportunidad para las carteras?
A nivel global es difícil dar una opinión, porque realmente el sector inmobiliario tiene una única fuente de rentabilidad que es la demografía. En los países en los que la población crece, al sector inmobiliario le va bien; en los países en los que la población cae al sector inmobiliario le va mal.
En Japón, de hecho, las empresas de construcción residencial son empresas de destrucción residencial, porque se dedican a tirar las casas en las que ya nadie más va a vivir. Los países que tengan la capacidad de incrementar su población, a través de la inmigración, sin que eso genere fricciones sociales y España es el mejor ejemplo que conocemos, el país capaz de incorporar población extranjera, ahí el componente inmobiliario afectivo. En Italia, que tiene pérdidas de población no tan graves como las japonesas, pero sí todos los años viven menos italianos en Italia y todos los años hay más casas vacías, no es en absoluto atractivo. Entonces está muy localizado geográficamente.
¿Y los fondos ASG? ¿Hay que tenerlos en cuenta?
Son fondos que hay que tener porque sí que hay una base de clientes que quieren que su inversión si no contribuye a ser un mundo mejor, por lo menos que no contribuya a hacer mundo peor. Hay un núcleo de clientes fieles.