Es probable que siempre y cuando la Reserva Federal (Fed) continúe incrementando los tipos de interés, los precios de los activos digitales sigan bajo presión. Sin embargo, al mismo tiempo, los desarrolladores están llevando a cabo una ingente cantidad de actividades, y varias instituciones importantes se están preparando para el próximo mercado alcista en los activos digitales. Si bien el ecosistema continúa expandiéndose más allá de Bitcoin y Ethereum, estos dos activos continúan representado más de un 50% del billón de dólares que engloba la industria aproximadamente.
A nuestro parecer, creemos que el hecho de que los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años (UST), considerados un interés libre de riesgo, se hayan mantenido en torno al 4% a mediados de octubre, y que los tipos de interés se hayan incrementado, ha afectado con especial dureza al sector de las Finanzas Descentralizadas (DeFi). A pesar de que las DeFi fueron una categoría popular a finales de 2021 e inicios de 2022, desde entonces se han visto resentidas, con sus rendimientos cayendo en muchos casos por debajo de los UST a 10 años. Todavía es posible incrementar los rendimientos de las DeFi, pero para ellose requieren estrategias complejas y una toma de riesgo mayor.
Las actualizaciones de Ethereum, las soluciones puentes cross-chain y los NFT-IPR en foco
Tras el exitoso paso de la Prueba de trabajo a la Prueba de participación, la red Ethereum continuará acaparando titulares en 2023. Las actualizaciones futuras a corto plazo incluyen la liberación del Ether colocado para staking generando un rendimiento del 4-6% para el propietario que lo llevó a cabo y el “Sharding” (la fragmentación), lo que permitirá la escalabilidad y potencialmente también el abordaje de las altas tarifas de gas (tarifas de transacción).
Ethereum será potencialmente un activo deflacionario en el futuro, ya que se espera que se emitan menos Ether nuevos (los mineros ya no reciben recompensas de Ether) dado que la Propuesta de mejora de Ethereum (EIP-1559) implementada en agosto de 2021 provocó la quema de una proporción de las tarifas de gas y la eliminación permanente del suministro de tokens. Un área que continuamos monitoreando es la posible centralización de la comunidad de validadores de red y las amenazas de censura que esto podría representar para el ecosistema. Aunque más de 422 mil validadores protegían la red antes de la fusión, cuatro de los más grandes (Lido Finance, Coinbase, Kraken y Binance) controlaban más del 60% de Beacon Chain.
El sector de los activos digitales, al estar basado en código, sigue sufriendo hackeos y ataques de red y muchos de ellos se han producido en puentes cross-chain. Esperamos ver una actividad significativa de innovación y desarrollo en esta área para hacer que las diferentes cadenas de bloque sean interoperables entre sí. Se están desarrollando dos tipos principales de soluciones: las soluciones cross-chain integradas directamente en la capa de consenso de protocolos y las soluciones de mensajería cross-chain generalizadas construidas sobre puentes cross-chain.
Vemos un potencial significativo en los tokens no fungibles (NFT) dentro del área de tokenización de marcas y comunidades. Ya estamos viendo muchas industrias creativas que adoptan NFTs con la esperanza de liberar el valor de los activos intangibles, crear comunidades digitales y diseñar potencialmente un modelo de negocio de propiedad compartida en el cual los usuarios de las redes pueden beneficiarse de la acumulación de valor en comunidades y marcas. Sin embargo, se necesita que haya una clarificación con los derechos de propiedad intelectual (DPI) de los NFTs. Por el momento, muchos emisores de NFTs conservan la propiedad total de los derechos comerciales de los NFTs, y esto podría no ser apropiado para todos los casos de uso. Para que la industria florezca, creemos que es necesario abordar el tema de los DPI y tener claro qué derechos comerciales, si los hay, reciben los compradores de NFTs al adquirir los tokens.
La regulación de los activos digitales finalmente toma forma y allana el camino para los inversores institucionales
La regulación de los activos digitales finalmente está tomando forma tanto en Europa como en EE. UU. Esto allanará el camino para que los inversores institucionales que necesitan claridad regulatoria comiencen a invertir en el ecosistema. En Europa, la regulación de los Mercados de Criptoactivos (MiCA) se encuentra en sus etapas finales de elaboración y se convertirá en ley en toda la Unión Europea en 2024 anulando todas las leyes nacionales existentes que abarcan los criptomercados. En los EE. UU., el proyecto de ley de criptomonedas Lummis-Gillibrand llamado “Ley de innovación financiera responsable” es un primer intento de crear un marco regulatorio para la industria de activos digitales. Todavía no se sabe cuándo, o si, este proyecto de ley se convertirá en ley en los EE. UU. Ambos proyectos de ley se centran en gran medida en la regulación del mercado de las stablecoins.
Las stablecoins tienen un valor vinculado a las monedas de reserva emitidas por los gobiernos y un poco podrían convertirse como los fondos mutuos de los money markets de hoy en día, facilitando las transacciones entre las industrias de activos tradicionales y digitales.
Sin embargo, todavía hay cierta opacidad en términos de qué tipo de activos realmente respaldan a estas stablecoins en la actualidad.
Para que las stablecoins cumplan su propósito como puente entre los mundos tradicional y digital, deben estar respaldadas por efectivo, bonos del Tesoro o instrumentos similares al efectivo y no, por ejemplo, por papel comercial, que es mucho más arriesgado de mantener.