Con un comienzo de 2025 convulso, ahora asoma la palabra recesión, ¿hay que estar preocupados?

Preocupación, siempre estamos preocupados. Venimos de un cierre 2024 en el que el mercado había puesto en precio que todo iba a ir fenomenal con la elección de Trump en el plano económico y lo que estamos viendo en este 2025 es como esas políticas arancelarias que ha adoptado Trump y que estamos viendo día a día también están afectando sobre todo a la confianza del consumidor y a esas encuestas y datos adelantados que estamos viendo en la economía. Esto está llevando a que estimaciones como el GDPNow de Atlanta, que es un indicador macro que estima el PIB de cada trimestre, esté dando datos avanzados muy volátiles y están previendo que pueda haber cierta ralentización en la economía. 

Esta semana, JP y Morgan Stanley han bajado estimaciones de crecimiento al PIB de Estados Unidos, pero hablar de recesión yo creo que es prematuro, que haya cierta debilidad macro y que pueda haber cierta ralentización de la economía estadounidense, sí que lo estamos bajando, pero hablar de recesión me parece un poco prematuro y precipitado. Pero obviamente va a haber un impacto de los aranceles y estamos viendo cierto nerviosismo y cierta preocupación, tanto por parte de los inversores como de los propios consumidores estadounidenses en este aspecto y está teniendo un reflejo en la macroeconomía.

Aranceles sí, aranceles no, ¿de qué manera están afectando estos vaivenes al mercado?

Lo estamos viendo en el día a día. Es volatilidad, estamos pendientes todo el día de Trump y de sus tweets. Esta semana tuvimos jornada de debate en Twitter entre Canadá y Trump por unos aranceles que Canadá había puesto sobre la electricidad estadounidense, Trump respondió con una subida de los aranceles que había impuesto al acero y al aluminio de un 25% más, llevándolo al 50% y en el mismo día lo quitó. O sea, esto lo que está trayendo es volatilidad al mercado, incertidumbre a los consumidores y se traduce también en el mercado con caídas. 

Al final esa falta de certeza o esa falta de visibilidad impacta a todo el mundo y sobre todo a las empresas. Esta semana Delta Airlines, la compañía de vuelos, pues anunció que se estaba viendo impactado por esa debilidad del consumidor y esa falta de previsibilidad en los viajes de sus consumidores que se estaba viendo debilitado y un peor guidance para este primer trimestre del 2025. Estamos viendo pues eso, cómo esas políticas arancelarias o esa incertidumbre están empezando a afectar a la economía más real y a los consumidores. 

En este 2025, ¿puede sufrir más EEUU o Europa?

Paradójicamente pensábamos que Europa iba a ser el más perjudicado de esta política arancelaria, pero si cogemos el año natural de 2025 y teniendo en cuenta que veníamos de 2024 en el que mucho ya estaba puesto en precio en las valoraciones de Europa, estamos viendo como el relativo que se ha abierto entre Europa y Estados Unidos es bastante alto. De hecho, Europa lleva más o menos en líneas generales un 10% arriba en la bolsa frente a un menos 8, me parece que estamos ahora en el SP 500. El diferencial es muy alto, entonces que se cierre ese gap que se ha abierto es complejo, pero bueno tampoco tenemos una bola de cristal y es difícil atinar. 

Pero sí que es cierto que tal y como estaba o con las malas noticias que estaban descontadas en Europa con la posible recesión que estaba en la mesa en Europa y lo demasiado bueno que estaba descontado en la parte de Estados Unidos, hemos visto cómo esto ha tenido un impacto relevante en las bolsas.

¿Cómo habría que componer una cartera para estar cubiertos?

La verdad es que es complicado porque activos seguros como el Bund, el 10 años alemán o el dólar que siempre han activado o siempre ha sido un colchón contra la volatilidad, estos últimos meses estamos viendo como no han servido para nada. Hemos visto como el dólar se ha debilitado frente al euro y el Bund con las políticas fiscales alemanas que han anunciado estas últimas semanas, las tires han subido para arriba y han caído en precio y no han servido como ese colchón o como esa protección, ese elemento descorrelacionado que nos tienen acostumbrados. 

Paradójicamente, un sector como el sector bancario europeo que es un sector muy cíclico y que tiene mucha beta, sí que ha actuado como descorrelacionador y ha aportado rentabilidad a las carteras. Estamos en un entorno complejo en el que Trump no está ayudando nada a que esas dinámicas de correlaciones clásicas nos puedan ayudar a proteger las carteras. Entonces, nosotros la verdad es que venimos con carteras relativamente sobreponderas en sectores como healthcare o como consumo defensivo o como utilities, que son sectores que son más previsibles y que son menos volátiles y que en ese aspecto pues te pueden ayudar un poco a proteger las caídas en épocas de cierta incertidumbre y volatilidad.

¿Qué sectores creéis que serán los vencedores y cuáles son los que reclaman los selectores ahora?

Actualmente, nosotros estamos más posicionados en aquellos sectores que son más defensivos, más de calidad, más centrados en unos retornos estables y eso nos ha beneficiado a la hora de poder conseguir un alfa frente al mercado bastante interesante. 

El punto aquí es que hay cosas que empiezan a estar con las caídas que estamos viendo, se están poniendo en precio y empresas que hace un año no se podían mirar por valoraciones, tipo magníficas 7, pues con las caídas que llevan de entorno del 20% en lo que va de año se pueden poner, otra vez, en un precio relativamente interesante. 

Entonces estamos viendo cómo, a lo mejor, puede ser buen momento para aquellas compañías que por valoración antes no te no te entraban en las carteras pues ahora puede tener cierto sentido empezará a volverlas a mirar con cariño. Obviamente no sabemos dónde está el suelo del mercado y es pues ir poco a poco entrando con con cierta pausa y con cierta cautela.