¿Qué balance hacéis del 2024?
Si valoramos cómo ha sido este 2024 por el rendimiento que han ofrecido las diferentes clases de activos, desde Santander Private Banking creemos que hay que valorarlo positivamente.
Al final, la renta variable, sobre todo en Estados Unidos, ha tenido unos rendimientos bastante buenos. En Europa, algo menos desde mitad de año, pero también otros grandes rendimientos positivos; incluso en Asia, la parte de emergentes con China ha recuperado en la parte final del año. Otros activos, como el oro, han arrojado también rentabilidades muy por encima de la media.
En renta fija, esta última parte del año ha sido menos positiva, pero en agregado sigue teniendo unas rentabilidades muy atractivas. El es balance positivo, sobre todo, si vemos cómo estábamos al principio de año, donde había diversas incertidumbres, principalmente la cuantía y el horizonte temporal en el que se iban a desarrollar las bajadas de tipos. En Estados Unidos había dudas sobre ese diferencial de rendimiento que se esperaba entre las siete magníficas y el resto de la bolsa. No olvidemos que hemos tenido también un año muy intenso a nivel electoral, y que ha tenido el colofón con esas elecciones estadounidenses y todo ello, en un entorno geopolítico donde estamos viendo que sigue muy convulso y con esos inputs que teníamos que generaban cierta incertidumbre.
Al final, hacemos un balance bastante positivo en un año que también nos ha enseñado que siempre hay motivos para ser prudente o para ser negativo, pero que ello no impide estar siempre invertido y por supuesto, diversificando posiciones, una de las máximas que solemos mantener.
Con los acontecimientos recientes sobre la mesa, ¿creéis que los bancos centrales seguirán con sus planes de bajadas de tipos?
Habría que diferenciar en función de qué banco central estemos hablando. Si nos ceñimos a geografías desarrolladas, creemos que los principales bancos centrales, sobre todo Reserva Federal y Banco Central Europeo, van a continuar con ese proceso de normalización monetaria hacia los niveles de neutralidad. Ahora mismo estamos situando ese nivel de neutralidad en Estados Unidos en torno al 3,5%, por lo que quedarían todavía unos 100 puntos más de bajadas de tipos por parte de la FED.
En Europa, por parte del BCE, creemos que estaría más próximo a ese nivel neutral entre el 2-2,25% y que durante el 2025 también seguiríamos viendo ese proceso de normalización monetaria.
Diferente es el caso del Banco de Japón que, como sabemos, está realizando ese camino inverso hacia niveles de normalización al alza de la política monetaria y esperaríamos subidas de tipos; y también en otros como por ejemplo, Banco de Inglaterra, que estaría más en línea con lo que hemos comentado de FED y BCE; y por la parte emergente también diferencias. En China estamos viendo que sigue permaneciendo una política monetaria bastante laxa, mientras que otros como Brasil han tenido que deshacer lo que habían realizado en ese camino de relajación monetaria y están volviendo a las subidas de tipos.
Pero como mensaje general, creemos que continuarán las bajadas de tipos durante el 2025 hacia niveles de normalidad para los principales bancos centrales.
¿Y las bolsas? ¿Qué rumbo van a tomar?
Cuando hablamos de bolsa hay que tener en cuenta cuáles son las posibles vías por las que puede cosechar rendimientos alcistas, y aquí básicamente son dos: por expansión del múltiplo de beneficios, lo que es una revalorización o un crecimiento de los propios beneficios, y aquí también va a haber una diferenciación en términos geográficos.
En Estados Unidos, por la expansión por la parte de los múltiples, quizás sería menos viable, dado que ya tenemos unas valoraciones bastante exigentes, pero los crecimientos de los beneficios esperados son bastante fuertes, por lo que habría un recorrido razonable al alza para el 2025.
Y por el contrario, la renta variable europea comparte ciertos rasgos con la renta variable china. Igual los crecimientos de beneficios por esta parte son menos optimistas, pero por métricas de valoración, los múltiplos se sitúan por debajo de la media histórica.
Como conclusión, en Estados Unidos recorrido al alza de la bolsa vía crecimiento de beneficios, que son mercados que cuentan con unos crecimientos bastante saludables en torno al 15%; y, tanto en Europa como en China, potencial de recorrido al alza, pero más por la vía de revalorización de los múltiplos que por crecimiento de beneficios.
¿En qué valores veis oportunidades?
Nosotros como departamento de estrategia nuestro foco es la elaboración del asset allocation, por lo que no tenemos recomendaciones de valores específicos o concretos. Pero sí tenemos ciertas preferencias en términos sectoriales, hablando siempre de la renta variable y diferenciando también por geografías.
En Estados Unidos todos estos segmentos más asociados, lo que se ha llamado durante los últimos meses ese “Trump trade”, tendrían potencial recorrido al alza, empresas del sector financiero, empresas industriales, que han tenido unas políticas proteccionistas y también en torno a bajadas de tipos se verían beneficiadas; empresas de consumo, sobre todo discrecional, que hemos visto en Estados Unidos que se está mostrando todavía resistente y que también lo seguiría haciendo durante 2025; y empresas energéticas, porque al final la política de Trump parece más favorable hacia esas energías tradicionales y creemos que el sector podría tener buenos retornos durante 2025.
Si hablamos de renta variable europea tenemos una preferencia sectorial más equilibrada. Tenemos preferencia por sectores más defensivos, incluso ahora consumo estable, telecomunicaciones, el sector salud, que a nivel global es un sector que nos gusta y teniendo compañías muy destacadas a nivel europeo que se espera que crezcan en beneficios y tendríamos algo más de prudencia con sectores más cíclicos en Europa.
Y por dar también una visión a nivel global del sector tecnológico, que al final ha sido el que ha tenido mayor atención y mayores titulares en los últimos años, creemos que es un sector en el que hay que estar dentro. Es verdad que pesa mucho dentro de los índices y quizás una sobreponderación nos parece algo demasiado arriesgado, pero creemos que es un sector en el que hay que estar porque pese a que se ha revalorizado mucho y tiene múltiplos exigentes, consideramos que es un sector atractivo.
¿Cómo planeáis gestionar las carteras ahora?
En este aspecto, no hacemos de un año para otro o en función de acontecimientos muy concretos cambios tectónicos en lo que es la gestión de las carteras. Seguimos apostando por la diversificación en términos de activos. Vemos que existe una coyuntura que favorece tener una cierta sobreponderación en la renta variable en un entorno de tipos a la baja, crecimientos de beneficios, sobre todo en Estados Unidos sólidos; y oportunidades por valoración en otras geografías en una coyuntura cíclica que no tienen visos de una una recesión en el corto plazo, nos hace ser positivos en en renta variable en función del perfil de riesgo del cliente.
En el aspecto de renta fija, prudencia sobre todo en términos de duración. Hemos visto durante las últimas semanas repuntes, sobre todo, en los tramos más largos de la curva. Creemos que, especialmente de nuevo en Estados Unidos, esas derivadas del “Trump trade” pueden llevar a que todavía veamos algo más de tensionamiento y, de momento, mantenemos esa prudencia en la toma de duración. Por otro lado, dentro del segmento de renta fija tenemos preferencia por el activo de grado de inversión entre el segmento corporativo con esas empresas de mejor calificación, frente a la deuda high yield, donde vemos unos niveles de valoración muy ajustados, unos diferenciales muy comprimidos y preferimos mantenernos de momento en empresas de mayor calidad.
Y en cuanto a los activos satélites que mantendríamos en las carteras, seguimos teniendo una visión muy positiva en el oro, que ha sido uno de los activos estrella en el año, y con todo lo que le rodea, lo vemos como un buen activo para tener como satélite en las carteras.