Se trata de la inteligencia artificial (IA), que ha acaparado los titulares y ha explicado en su mayor parte el gran rally de los índices de renta variable durante el año pasado y este primer trimestre de 2024.
En el mundo de las megatendencias podemos observar cómo gran parte del mercado tiende a poner el foco en aquellas que están en boca de todos y que, por lo tanto, destacan en comportamiento e impulso respecto a las demás. Se olvida así del resto de las temáticas que quizás pueden estar a la baja, pero que siguen teniendo mucho potencial. Esto explica la divergencia del comportamiento entre las distintas temáticas a lo largo del tiempo.
En líneas generales, podemos decir que las temáticas se enfrentan a distintos ciclos en función de cómo la sociedad percibe su impacto en diferentes momentos del tiempo, ya que a menudo no resulta tarea fácil valorar la innovación que puede cambiar el mundo.
A priori, la inversión temática podría resultar fácil, ya que se trata de una inversión a largo plazo donde la clave es esperar a que la megatendencia se desarrolle una vez localizada la temática, pero no siempre resulta así. Lo importante, y el éxito de la inversión, es mantener posiciones en aquellas compañías cuyas operaciones se engloben principalmente en el ámbito del tema elegido, lo que permite tener una imagen clara tanto de los motores de crecimiento como de los riesgos.
Como ya hemos comentado anteriormente, el universo de las megatendencias es muy amplio y se mueve desde asuntos mucho más generalistas y relacionados con la macro (como, por ejemplo, el despertar de referentes orientales como Japón o India, o la reactivación del M&A y de las ofertas públicas de venta), hasta otros relacionados con la sostenibilidad, como puede ser la descarbonización que, a pesar de haber experimentado salidas constantes, actualmente parece una temática barata frente a su potencial crecimiento. Europa cuenta con numerosas empresas que se dedican a las economías verdes y la sostenibilidad con un gran potencial alcista.
Pero, quizás, las temáticas que más interesan y captan la mayor atención del mercado, son las relacionadas con la micro, como ha sido el caso de la IA, una tecnología emergente que permite incrementar la productividad en el conjunto de la economía. Aunque el boom en 2023 ha sido impresionante y, de hecho, ha impulsado los índices a máximos históricos, la IA está en una etapa muy temprana y todavía queda mucho valor por capturar.
A modo de ejemplo, hemos visto como la IA ha ido cobrando cada vez más importancia en el desarrollo de fármacos, y es de esperar que el interés del mercado se mueva hacia la quimioterapia inteligente y la adopción de la IA en la atención médica. Esto, a su vez, tiene mucha importancia e implicación en cuanto a la longevidad, evaluando los efectos en la demografía, los hábitos de consumo o el sistema de salud, entre otros.
Los flujos temáticos se han ido estabilizando en el último año con un crecimiento estable en torno a la transición energética, la movilidad, y la innovación digital. Esto nos lleva a enfatizar la importancia de poner el foco en el universo completo de las megatendencias, más allá de los titulares y de todo lo que engloba la IA.